The Lemon Twigs: «Queríamos hacer algo muy pop e inmediato»

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«Aunque hay más experiencias alegres sobre las que cantamos en este álbum, seguimos mostrando dudas y aportando reflexiones»

 

Esta es la semana en que The Lemon Twigs van a presentar su nuevo disco, A dream is all we know, por España. Xavier Valiño charla con ellos sobre el proceso de composición, los resultados y su visita.

 

Texto: XAVIER VALIÑO.
Fotos: STEPHANIE PIA.

 

Lo han llamado Mersey Beach, el puente sonoro imaginario entre Liverpool y el Laurel Canyon californiano. Más exacto sería circunscribir el quinto álbum de los hermanos Brian D’Addario y Michael D’Addario como el mejor exponente hoy en día de lo que se dio en llamar sunshine pop a finales de los sesenta, justo cuando su padre, Ronnie D’Addario, el que les inculcó el amor por la música que ha derivado en su imparable carrera, tocaba con el cantante de folk irlandés Tommy Makem.

El quinto disco de los hermanos, A dream is all we know, es un disco resplandeciente cargado de melodías redondas, conciso y directo a la yugular de todo aquel que lo escuche. Es imposible no caer rendido a sus encantos. Lo presentarán durante este mes de mayo en España, hoy mismo, día 28 en la Sala Copérnico, Madrid, el 29 en el Kafé Antzokia, Bilbao, y el 30 en Oasis, Zaragoza, además de estar en el cartel del Primavera Sound, en Barcelona. Charlamos con los dos hermanos que, muy expresivos, van complementando respectivamente las respuestas del otro.

 

Me gustaría empezar conociendo cuál era la intención con este nuevo disco, A dream is all we know, si había algo que querías conseguir o no repetir.
Brian (B): En un sentido genérico, cuando llegamos al final de nuestro anterior disco, Everything harmony(2023), sentimos que realmente queríamos hacer un álbum más corto que, de principio a fin, fuera bastante divertido, conciso y con muchas ideas. Queríamos algo muy pop e inmediato porque, aunque Everything harmony nos gustaba mucho, se trataba de un trabajo más tierno y sutil. Cuando terminamos algo, queremos hacer otra cosa que sea un tanto distinta o que tenga una intención un poco diferente, pero también estábamos trabajando con las canciones que nos sobraron, así que seguimos la dirección de aquellas canciones que habíamos escrito.

 

Supongo que estás hablando del sonido del álbum. No sé si en el tema de las letras también había experiencias diferentes que pretendías reflejar en esta ocasión o algo distinto sobre lo que queríais escribir.
B: Aunque hay más experiencias alegres sobre las que cantamos en este álbum, seguimos mostrando dudas y aportando reflexiones en algunas de las canciones. En esta ocasión hay algunos temas que tratan más bien de sentimientos serenos y eufóricos. Así que fue bueno que la música fuera de acuerdo con esas letras.

 

A veces sucede que esos cambios son conscientes desde el inicio mientras en otros casos surgen mientras se compone o se graba un disco.
B: En este caso fue algo que surgió en el camino. Por ejemplo, “They don’t know how to fall in place” o “My golden years”, dos de las canciones del nuevo disco, fueron compuestas probablemente al mismo tiempo que el anterior álbum Everything harmony, pero hubo momentos en los que estábamos trabajando en esas canciones y pensábamos cómo podíamos combinarlas con temas como “New to me”, “Still it’s not enough”, “Every day is the worst day of my life” u otras piezas del disco anterior. Así que dejamos esas ideas a un lado y las retomamos después, lo que fue acertado. Simplemente trabajamos en ellas cuando nos dimos cuenta de que teníamos un álbum completamente diferente.

 

Por lo tanto, podría haber un tema que recorre todas las canciones del álbum conscientemente, o que descubrierais cuando lo terminasteis pero no sabíais que estaba ahí cuando compusisteis las canciones.
Michael (M): En el anterior disco no me había adaptado del todo a mi relación personal, así que había muchas canciones que eran un poco sombrías y en modo robot, sin un propósito. Ahora sí hay una intención. Puede que los textos se queden un poco más en la superficie, sin que sea necesario reflexionar a fondo sobre algo en concreto. Se trata más bien de las relaciones reales con otras personas, que es más o menos lo que creo que queríamos expresar.

 

Antes me comentabais sobre cómo se disfrutan las canciones de este trabajo. Se entiende que es la sensación que queríais transmitir al oyente.
M: Es precisamente eso, pensar en la dicha y aceptar tu situación. Me gustan las letras de muchas de las canciones, como la de “Church bells”, que es gozosa y divertida, y es la vida real, pero también tiene referencias a The Beatles y el sonido Mersey sin que esté compuesta de una manera cursi. Son disfrutables e inteligentes, y coincide más con el tipo de los textos que me gusta escuchar ahora.
B: Sí, son como pequeñas cápsulas en el tiempo.

 

Lo lógico es que la banda sonora que escuchabais mientras componíais haya ayudado a que el disco fuese en esa dirección.
M: Sí, grupos como The Byrds. Mi hermano Brian siempre dice que la influencia principal en este disco ha sido Roy Wood, lo cual tiene mucho sentido. Lo escuchamos mucho, pero también nos fijamos en cómo hacía sus discos él mismo en los años setenta, los instrumentos de viento, la sección de cuerda. Creo que él tocaba el saxofón y, en nuestro caso, Brian toca la trompeta. Hay mucha música que escuchamos en YouTube, como, por ejemplo, Curt Boettcher. Es difícil hablar de artistas en concreto porque escuchamos muchos recopilatorios oscuros de los sesenta y realmente no recordamos los nombres e, incluso si lo hiciéramos, podrían ser artistas de una única canción o un solo éxito.

 

«El disco probablemente va más en la línea del sunshine pop de los años sesenta»

 

Parece, por lo tanto, que habéis conseguido capturar en el estudio el sonido que teníais en mente antes de grabar.
M: Sí. Y si algo no estaba completamente formado en nuestras cabezas y materializándose de la forma en que lo habíamos imaginado, al menos resultó de una manera con la que estamos satisfechos. Creo que hay canciones en el disco de las que teníamos una visión, como “How can I love her more”, a pesar de que construimos el arreglo desde cero sin tener idea de cómo iría. Aunque es una canción mía, Brian tocó todos los instrumentos. Ese sonido de los sesenta que tiene es exactamente lo que pretendíamos: combinar el sonido maravilloso de aquellos artistas que tenían un solo éxito, de las composiciones de, por ejemplo, Tony Macaulay y el verdadero sonido Beatles-Beach Boys. Para mí funciona realmente de alguna forma, aunque no sé cómo será para otras personas, pero al escucharlo encuentro ahí todas las cosas en las que estaba pensando cuando la escribí.

¿Siempre ha sido así? Es decir, no sé si en alguna ocasión en el pasado no llegasteis a poder recoger la idea previa que teníais en mente y eso os frustró. También sería interesante conocer, en ese caso, qué fue lo que os lo impidió.
M: Hay muchas cosas del pasado en las que siento que no estábamos seguros de lo que queríamos y, por eso, terminamos con algo que era una especie de amalgama de cosas sin una verdadera identidad real. Pero diré que algunas de las baladas de Brian, que siguen siendo muy buenas canciones hasta el día de hoy, probablemente no podrían haberse grabado un poco mejor simplemente usando una sección de cuerdas real o usando reverberación real. Aprendemos a medida que vamos grabando y los dos últimos discos muestran que hemos aprendido mucho sobre cómo hacerlo y qué nos gusta al grabar y dónde tenemos que experimentar. Por supuesto, hay canciones que nos gustaría volver a hacer, pero tenemos suficientes temas nuevos como para ponernos a ello.

“How can I love her more”, canción que ya habéis mencionado, me recuerda a The Turtles. Da la impresión de que no es algo que pudierais haber grabado en el pasado. Y no sé si eso os sucede con otros temas, si veis esa evolución.
M: Para mí es una canción que no podría haber hecho antes, cierto. No sé si Brian ha sido mucho más hábil, capaz y flexible que yo durante este tiempo. Yo he llegado a ello recientemente. Creo que durante gran parte de este disco y del anterior he sentido un enfoque como de discos recopilatorio, en el que es como si hubiera tenido muchos de estos signos durante mucho tiempo y simplemente los seleccionas y les das diferentes tratamientos, según el que más te guste.

Esta vez habéis trabajado con Sean Ono Lennon.
M: Lo conocíamos casualmente y solo lo habíamos visto un par de veces. La última vez nos invitó a ir a verlo, pero estábamos bastante ocupados. Más adelante nos volvimos a poner en contacto con él, y nos invitó de nuevo a ir y trabajar con él en su estudio. Esta vez pudimos y fuimos, y nos lo pasamos genial simplemente grabando allí. Es un tipo muy divertido y tiene mucho talento musical y muchas ideas muy válidas.

Con el ánimo del disco, este trabajo podría considerarse más cercano al power pop.
M: Para mí, “The golden years” es obviamente un tema power pop. Si soy honesto, es la primera vez que sale algo en la tradición del power pop, como Big Star, Raspberries, Badfinger… Sin embargo, el disco probablemente va más en la línea del sunshine pop de los años sesenta, aunque luego tiene esos valores atípicos que no coinciden exactamente.
B: “Rock on (over and over)” y “My golden years” son tal vez las únicas canciones power pop. Se trata de un género extraño en el sentido de que hay bandas que son consideradas la esencia del power pop pero, si seleccionas una determinada canción, no son de ninguna manera temas de power pop.
M: “Rock on (over and over)”puede parecer lo que llaman power pop. Pero la línea se vuelve borrosa. Si The Beatles son power pop, entonces sí. Es como un disco de The Beatles, con todos esos altibajos diferentes. Sí, definitivamente. Tiene colinas y valles. “My golden years” es algo poderoso, pero todo lo demás es como que no.
B: Eso es lo complicado de todas las etiquetas y calificativos.

 

«Sean Ono Lennon es un tipo muy divertido y tiene mucho talento musical, lo pasamos genial grabando con él»

 

Me imagino que os apasiona descubrir qué es lo que hace que un tema sea una canción pop perfecta.
M: En esta ocasión hemos elegido los singles. Y en este disco el único single que tiene un auténtico estribillo es “How can I love her more”, e incluso esa no es exactamente así. Las estrofas no constituyen un estribillo, vale, pero para mí una canción pop perfecta sería aquella con la que sigo conectando. Probablemente empezaría con el estribillo. Sí. Como, tal vez, “Now that I found it” [Cosmic Michael] y “Wouldn’t it be nice” [The Beach Boys]. Es como “A dream is all I know” o “My golden years” de nuestro disco, en los que la estrofa va primero. Para mí es como la canción pop por excelencia, con este estribillo en la estrofa, estrofa, puente de estribillo, y el estribillo tendría el centro de la letra y la letra sería completamente universal o algo así.

¿Y cuál crees que es lo más cerca que habéis estado de la canción pop perfecta?
B: No lo sé muy bien. Aunque no sean perfectas y se rijan por una estructura extraña, creo que “My golden years” y, luego, probablemente, “Corner of my eye”. Es concisa, tiene una idea identificable. Y luego surgieron emociones reales que hicieron que la canción valga la pena.
M: Y luego la gente viene y nos dice que lo ha pillado, y es como si me lo cantaran a mí o algo así. No es mi canción, así que no puedo asegurarlo, pero lo dicen y eso no sucede con todas las canciones para nada, y creo que es porque tiene ese aspecto identitario.

Con un sonido tan identificable con otra era, no sé si veis a otras formaciones de hoy en día en una onda similar a la vuestra, haciendo algo parecido.
M: Sí. Pensé que sería divertido decir que no, pero no es así. Por ejemplo, todas las bandas con las que hemos tocado, que son, al fin y al cabo, amigos nuestros. Es genial porque no tenemos que mentirles a nuestros amigos, son supertalentosos. Por ejemplo, Uni Boys, que es la banda de nuestro baterista [Reza Matin]. Josephine Network, con quien hicimos una gira, Brower, Tchotchke, Boa Constrictors, The Umbrellas y, por supuesto, Foxygen, de quienes somos amigos desde el principio. Solo tenemos amigos a los que siempre hemos respetado. Y llegan a todas partes en términos de estilo en la composición de canciones. Pero el hilo común es que realmente saben cómo escribir algo a lo que puedas sentir apego y que es único desde el punto de vista melódico. Todas esas bandas tienen una sensibilidad melódica única.

En el estudio seguís experimentando y aprendiendo. ¿Para mejorar como músicos o para descubrir otros sonidos con los que no habéis trabajado todavía?
B: Cuando nos metimos realmente en la música de Roy Wood, pensamos que como él podía tocar todos estos instrumentos en su disco, entonces nosotros podíamos darle otra oportunidad. Así que toqué violonchelos y trompetas en nuestro primer álbum, pero yo era muy joven, y simplemente no… No sé, pensé que podía hacerlo. No he mejorado mucho con esos instrumentos, pero…
M: En el futuro, queremos tocar el saxofón o el clarinete y ver cómo funciona.
B: Sí, es divertido. Hace que todo el proceso sea más interesante.
M: El principal problema con nuestro proceso es que no es tan fluido porque no tenemos los materiales precisos en cuanto al equipo y los músicos para poder hacer lo que queremos por capricho. Pero estamos reduciendo esa distancia para lograrlo, así que con cada disco nos encontramos más cerca.

Da la impresión, desde fuera, de que os resulta fácil componer.
M: Sí, esa es la parte más fácil del proceso para ambos. Porque tenemos ideas musicales todo el tiempo y, luego, si eres lo suficientemente rápido y te entusiasma, normalmente tienes una idea sobre la letra y no es necesario hacer mucho más, a diferencia del proceso de grabación.

Más difícil puede resultar ponerle fin a una canción.
M: Creo que sabemos cuándo hacerlo en nuestro caso, a menos que hayamos estado trabajando en algo durante demasiado tiempo; de ser así, puede ser muy difícil saber si lo que tienes es lo mejor que puede ser, o no porque has perdido la perspectiva.

En breve estáis tocando en España.
M: Sí, en mayo. Será genial, porque nunca antes habíamos hecho nuestros propios conciertos ahí, así que estamos muy emocionados, sí. Creo que tocaremos una combinación de canciones nuevas y lo que creemos que la gente quiere escuchar. Supongo que si todo el mundo está realmente entusiasmado con el nuevo álbum cuando salga, probablemente lo tocaremos casi todo. Pero también sabemos que en España casi nadie nos ha visto todavía. Probablemente deberíamos tocar algunas de las canciones más antiguas para que la gente pueda tener la oportunidad de escucharlas. Realmente haremos una actuación para nuestra audiencia porque no es divertido para nosotros si nadie se divierte.

Cinco discos en ocho años, motivo para estar más que orgullosos.
B: Sí, y también es una satisfacción poder lanzar este disco poco después del último.
M: Con el arduo trabajo en este disco, los vídeos y todo lo hecho en los anteriores álbumes, creemos que hemos podido ser realmente consistentes en la calidad de nuestro material.

Para acabar, me imagino que tendréis más de una anécdota curiosa en todo este tiempo.
M: Alguien me comentó que Paul Simon vio una foto mía saltando con las piernas en una posición extraña y preguntó todo extrañado: «¿¿¿¿Quién es ese????». Eso es lo que he escuchado [risas].

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