El rumor de los tiempos, de Fabián y La Banda del Norte

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DISCOS

«Solo le falta mayor reconocimiento público para ocupar ese lugar que merecen sus canciones: líricas, abiertas y, aún en la delicadeza, potentes»

 

Fabián y la Banda del Norte
El rumor de los tiempos
LA VIEJITA MÚSICA, 2019

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

Aunque provienen de las tierras del norte, como indica su nombre, su música es bastante más cálida que las temperaturas de aquellas geografías septentrionales de la península. Primero en las letras, estampas cotidianas que exponen la extrañeza ante el mundo, los amigos, la pareja… se revelan angustiadas, acarician la melancolía. Un cúmulo de sentimientos y sensaciones envueltos en firmes mimbres líricos. Después en las músicas, que abarcan todo lo que se precia en un disco de rock en el sentido amplio. Hay folk, algo de ritmos con leve aroma latino, baladas sentidas y pop de guitarras consistente. Precisamente este es el sendero que abre el disco.

Tanto “El rumor de los tiempos” como “Los ídolos” satisfarán a los devotos de electricidad instrumental que también busquen armonías selectas y estribillos rompedores. Más en la primera que en la segunda, que resulta calmada, serena. Es quizás el camino en que las canciones son más luminosas, porque Fabián y su grupo saben concluir de forma impecable los temas con todo lo que necesitan: melodías perfectas encadenadas a guitarras preciosistas en “San Juan”, amalgama de energía y delicadeza en “Artista” y músculo sentimental en “Cachorro”.

Pero los leoneses son versátiles, y de la misma manera que saben encajar power pop con punch, saben también ponerse tiernos, y así logran esa maravilla que es “Venlafaxina”, un bolero pop con hechuras de colorido estándar, ideal para cualquier noche, cualquier emoción. O cerrar el disco con una canción de raigambre americana, solo una acústica de cristal y una armónica, como es “Tú no sabes qué es la lluvia”.

Sin encajarse en ninguno, Fabián ocupa un lugar de equilibrio entre el pop americano, los cantautores sentimentales, cercano a Quique González, por ejemplo, y esos músicos que han pasado desde el pop y el rock a propuestas más personales, léase Iván Ferreiro o Xoel López. Es su zona de confort a la que solo le falta mayor reconocimiento público para ocupar ese lugar que merecen sus canciones: líricas, abiertas y, aún en la delicadeza, potentes.

Anterior crítica de discos: In the shape of a storm, de Damien Jurado.

 

 

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