El nacimiento de un icono. Revolver 50, de Klaus Voormann

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LIBROS

«Un gran vehículo para reivindicar la figura de Klaus Voormann y una gran oportunidad para conocer uno de los capítulos más interesantes de The Beatles»

 

Klaus Voormann
El nacimiento de un icono. Revolver 50
EDITORIAL MILENIO, 2022

 

Texto: ÀLEX ORÓ

 

«Hay alguien tocando el bajo del que mucha gente ha oído hablar, pero nunca ha visto realmente, ¡Klaus Voormann!”. Así presentó George Harrison al músico y artista plástico alemán, Klaus Voormann, durante el concierto de Bangla Desh, celebrado el 1 de agosto de 1970 en el Madison Square Garden. Voormann es uno de esos personajes del entorno de los cuatro liverpulianos al que se le ha adjudicado el título de “quinto beatle”, rivalizando con el batería Pete Best, Brian Epstein, George Martin y el teclista Billy Preston.

Voormann conoció a The Beatles y entabló amistad con ellos en la primeriza etapa del grupo, en la que los liverpulianos se foguearon en los escenarios de Hamburgo. En esa época, en el cuarteto militaba también el batería Pete Best y Stuart Sutcliffe, que tocaba el bajo. Sutcliffe fue pareja de Astrid Kirchherr, fotógrafa y amiga de Voormann. A Kirchherr se le atribuye el característico corte de pelo “flequillero” que popularizaron The Beatles. Algunos años más tarde, Voormann se instaló en Londres para abrirse paso como artista y músico. Llegó a ser bajista de Manfred Mann entre 1960 y 1970, así como de la Plastic Ono Band, la formación que acompañaba a John Lennon en los setenta.

No obstante, si Voormann fue candidato al título de “quinto beatle” es porque, además de ser una de las personas de confianza del entorno del grupo, diseñó la icónica portada de Revolver, el elepé en el que John, Paul, George y Ringo quisieron demostrar y anunciar al mundo que estaban evolucionando como músicos y como personas. Para la portada del disco, al cuarteto ya no le servían fotos como las que les hizo Robert Freeman para Rubber Soul, ni ningún tipo de diseño que les presentara como ídolos para fans adolescentes como las que acudían a los conciertos de sus agotadoras giras americanas.

John Lennon se puso en contacto con Voormann para que les presentara ideas para este disco que había de iniciar el cambio de rumbo musical de The Beatles. En 2016, coincidiendo con el 50º aniversario de Revolver, Voormann ordenó sus recuerdos sobre aquel momento singular y decidió crear un libro, que la editorial leridana Milenio acaba de publicar en castellano. Un artista inquieto como el alemán no podía limitarse a escribir un texto y explicar la historia negro sobre blanco. Voorman recurre a su mejor arma: el arte. Para explicar la génesis de la icónica portada, el músico y diseñador creó una novela gráfica dibujada en lápiz para acompañar sus textos. En ella explica, paso a paso, como le llegó el encargo de Lennon; su visita a los estudios de Abbey Road para escuchar las canciones del disco; su ataque de pánico ante el folio en blanco y cómo, finalmente, logró dar con la clave para ofrecer al grupo (y a Brian Epstein) un concepto gráfico que estuviera a la altura de las expectativas creadas.

Voorman afirma que esta novela gráfica «está realizada estilo borrador de forma intencionada. Es en parte muy imprecisa y en parte muy detallada. Mi objetivo es envolver al lector (espectador) en lo que fue el proceso y en la atmósfera de la historia del “cómo se hizo”».

Así, Voormann reconoce que escuchar las nuevas canciones de The Beatles le dejó en estado de shock. Se dio cuenta que sus amigos habían dejado atrás los tiempos de Hamburgo, que no se habían acomodado y que él debía estar a la altura de las circunstancias. Se debatió entre una portada muy colorista, que respondiera a la explosión psicodélica que estaba arrancando, o probar alguna idea más rompedora. Por eso optó por el blanco y negro, y viendo cómo también el grupo había evolucionado en el aspecto capilar, decidió que el “pelo” se convirtiera en el elemento principal de la icónica portada de Revolver. Voormann dibujó las caras de John, Paul, George y Ringo unidas por una gran mata de pelo. En los ojos de cada músico, en lugar de dibujos, el diseñador colocó fotos de la zona ocular de cada músico. La portada se completó con un collage de recortes de instantáneas de los liverpulianos.

El resultado entusiasmó al grupo, pero Brian Epstein puso una pega: en el collage aparecía Paul sentado en un inodoro. El mánager consideró que eso perjudicaría la imagen del bajista, por lo que esta parte del diseño inicial fue eliminada. El resto es historia. El trabajo de Voormann con Revolver pasó a la historia como una de las portadas más revolucionarias de los anales de la música moderna (ganó el Grammy a la mejor portada de 1996) y le abrió las puertas como diseñador. En este sentido, Voormann completa el libro explicando otros trabajos singulares, como un collage que hizo para Vogue, con la modelo Twiggy como protagonista. También narra, entre otras anécdotas, la búsqueda del diseño original de la portada, perdido en las oficinas de EMI y que acabó colgado de una pared en la casa de Joe Wlash, el guitarrista de The Eagles.

El nacimiento de un icono. Revolver 50 es, en definitiva, un gran vehículo para reivindicar la figura de Klaus Voormann en la historia del pop y una gran oportunidad para conocer uno de los capítulos más interesantes de la historia de The Beatles, al mismo tiempo que se disfruta con la lectura amable de una novela gráfica. Un libro de los que entran por la vista y se puede disfrutar a la vez que se escuchan las imperecederas canciones de Revolver.

Anterior crítica de libros: Como una moto: la vida galopante de John Belushi, de Bob Woodward.

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