El Mocambo 1977, de The Rolling Stones

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DISCOS

«Desenfreno, testosterona por un tubo y una bacanal de rock and roll sin paliativos»

 

The Rolling Stones
El Mocambo 1977
UNIVERSAL, 2022

 

Texto: EDUARDO IZQUIERDO.

 

En 1977, los Rolling Stones decidieron realizar una serie de conciertos secretos en la sala El Mocambo, de Toronto. El objetivo de actuar ante una audiencia de apenas trescientas personas, un par de noches, no era otro que el de mejorar su directo. La banda no parecía convencida del resultado de Love you live, su tercer disco en vivo, publicado en 1977 pero que recogía actuaciones grabadas básicamente entre 1975 y 1976. Cualquiera diría que había algo que mejorar. Porque lo que ofrecen los Stones es magia pura. Lujuria lo definía el periodista Ignacio Julià en las páginas de Ruta 66.

Y es que, nos encontramos ante una banda que conserva esa actitud macarra de sus inicios con la veteranía que les otorga sus ya muchas noches en escenarios. Están chulescos —como siempre, sí, pero un poquito más—, cachondos, sudorosos y, sobre todo, inspirados. Anunciados en un primer momento, y para evitar avalanchas, como The Cockroaches, lo que sucedió aquellas noches ahora ve la luz en un documento que se me antoja absolutamente imprescindible. Si te gusta el rock and roll te gustan los Stones. Y si te gustan los Stones te gusta el Mocambo. Lógica socrática. Un doble cedé o cuádruple vinilo que recoge lo pasado la noche del 5 de marzo, la segunda de las veladas, a la que se añaden tres temas registrados el día anterior.

Desenfreno, testosterona por un tubo y una bacanal de rock and roll sin paliativos. Arrancando con “Honky tonk women” para entrar en calor. Algo deslavazada. Como si quisieran engañar a la audiencia sobre lo que iba a pasar después ¿Y qué pasó? Pues no necesariamente en este orden: “All down the line”, que ya pone el nivel al concierto, “Worried life blues”, “Tumbing dice”, “Hot stuff”, “Rip this joint”, “Let’s spend the night together”, “Brown sugar”, “It’s only rock and roll”… Historia viva, vaya. Porque, si en muchas ocasiones nos hemos quejado del sacacuartos que suponen este tipo de lanzamientos, y de lo poco que aportan en muchas ocasiones, en esta no debemos sino congratularnos e incluso preguntarnos ¿por qué no lo habían hecho antes?

Anterior crítica de discos: Tercer cielo, de Rocío Márquez y Bronquio.

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