El disco del día: Pee Wee Ellis

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«Pee Wee Ellis atesora un vibrante pasado junto a los JB Horns de James Brown, pero cuenta también con un presente muy activo y dotado de una gran categoría artística, perfectamente extensible a los nuevos trabajos que firma con su nombre»

Pee Wee Ellis
«Tenoration»
ART OF GROOVE/INDIGO MUSIC


Texto: GERNOT DUDDA.


Pee Wee Ellis atesora un vibrante pasado junto a los JB Horns de James Brown, pero al igual que les ha pasado a Maceo Parker y a Fred Wesley –sus viejos compañeros de filas–, cuenta también con un presente muy activo y dotado de una gran categoría artística, perfectamente extensible a los nuevos trabajos que firma con su nombre. La historia –está claro– tiene un grandísimo poder específico, y aunque él mismo se preocupa en hacer distinguir lo que va del jazz al funk y viceversa, las diferencias luego no son tantas (y hasta sobran, lo que dice mucho de él). En este doble CD titula cada uno de los discos como “From jazz to funk…” y “…and back to jazz”, pero examinado el contenido de forma aislada, tal “molestia” sólo podría entenderse por las apetitosísimas versiones que presenta en el CD supuestamente de jazz, que incluyen esa balada llamada ‘You’ve changed’ de Bill Carey, un adictivo ‘Sticks’ de Julian Adderley, un ‘Sonnymoon for two’ de Sonny Rollins o un ‘Freedom jazz dance’ de Eddie Harris (quien también podía ejercer de poderosa bisagra entre ambos géneros). Pero es que en el aparente disco de funk también aparece ese ‘Sticks’ en una versión más larga, junto con otras adaptaciones de James Brown (‘Gittin’ a little hipper’) y Jim Payne (‘Slanky P’), amén de extraordinarios temas propios (‘Bon Bonn’, ‘Zig Zag’).

En ambas “sesiones” solo mantiene como único músico estable al batería y percusionista Guido May, pero el caso es que da igual. Su contundente saxo tenor es tremendamente elocuente y bien breado en términos de una grabación moderna del género (pongamos que jazz-funk-soul), tan impecable desde el punto de vista del repertorio, del ritmo, de la melodía.

Todo un gusto para los sentidos. Ojalá que en el futuro podamos verle por nuestros escenarios con la misma asiduidad de, por ejemplo, un Maceo Parker.

Anterior entrega del disco del día: Gramophone Man.

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