El disco del día: Paul Simon

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«Un disco en el que nada está de más, porque cada nota, palabra e instrumento tienen su sitio definido e imprescindible. Una labor excelente de composición y grabación»

Paul Simon
«So beautiful or so what»
UNIVERSAL


Texto: JAVIER MÁRQUEZ SÁNCHEZ.


Hace ya varias entregas que los discos de Paul Simon exigen detenidas escuchas antes de poder emitir en justicia un veredicto. La detallista concepción instrumental, incluso en los cortes más desnudos, el atípico lirismo de sus melodías, las crípticas lecturas de sus textos… El nuevo, «So beautiful or so what», no es una excepción en este sentido. El primer contacto es, cuanto menos, chocante, dada la ruptura que supone con sus dos trabajos anteriores, «Surprise» (2006), y, en menor medida, «You’re the one» (2000).

El veterano artista se ha liberado de aquellos “paisajes sonoros” de su aventura con Brian Eno y apuesta por creaciones más limpias, donde las guitarras y la percusión –en muy diversas formas– se convierten en las grandes estrellas. Simon vuelve la vista atrás en muchos sentidos en este disco, aunque en ningún caso llevado por impulsos nostálgicos sino más bien revisionistas.

Al de Queens le encanta reinventar su sonido, explorar terrenos musicales desconocidos o transitar por senderos alternativos a los ya pisados con anterioridad. En este caso, cobra más fuerza que nunca la herencia de sus dos legendarias obras étnicas, «Graceland» (1986) y «The rhythm of the saints» (1990) –algunos de los nuevos temas hubieran encajado perfectamente en cualquiera de ellos–, mientras vuelve a los planteamientos compositivos de sus primeros trabajos tras la ruptura con Garfunkel.

Aunque antiguo en su duración (con diez cortes que no alcanzan los cuarenta minutos), «So beautiful or so what» se perfila como un trabajo muy actual, donde esa fusión étnica se combina incluso con algunos samplers, toda una novedad en Simon. El más notable de éstos es el que da pie al tema de apertura, el poderoso ‘Getting ready for Christmas Day’. Un sermón del reverendo J.M. Gates, va intercalándose en una letra que apenas tiene de navideña la denominación.

Las guitarras frasean de una canción a otra, acompañando, subrayando y respondiendo a la artesanal voz de Simon. Éste y el virtuoso Vincent Nguini están a cargo de casi todas las guitarras, acompañados por otros músicos de excepción como Yacouba Sissoko o la propia mujer de Simon, Eddie Brickell, en algunos coros. Por cierto, que en lo que a guitarras se refiere hay que destacar la pieza instrumental ‘Amulet’, con el artista a solas con las seis cuerdas regalando un pasaje excelente.

El regreso de Simon a las melodías puras y a orquestación sin oropel también hay que agradecérselo al productor Phil Ramone, otro viejo conocido del cantautor, con el que grabó, entre otros, el memorable «Still Crazy after all these years», su obra maestra de 1975. Al parecer, él y Simon trabajaron codo con codo el tono de algunas de las composiciones, como la intimista ‘Questions for the angels’, una emocionante joya que parece nacer del eco melódico de ‘Can I forgive him’, una de las maravillas escondidas en el infravalorado «Songs from the Capeman» (1997), un trabajo a reivindicar.

En lo que a los textos de este álbum se refiere, Simon se perfila más espiritual que nunca, hablando de dioses e infiernos, ángeles y paraísos, siempre con el ser humano como eje de rotación. Pero este hombre de 69 años no aborda estas cuestiones con el vértigo de un final que se aproxima, sino más bien con la mirada serena de quien no deja de plantearse cuestiones trascendentales, eso sí, siempre con su habitual y refinado sentido del humor, echando mano de personajes vulgares, que hacen cola para entrar en el Cielo o que celebran la navidad comiendo pollo en una montaña de Pakistán.

«So beautiful or so what» es un disco en el que nada está de más, porque cada nota, palabra e instrumento tienen su sitio definido e imprescindible. Una labor excelente de composición y grabación, cuyas canciones no dejan de crecer y perfeccionarse en los escenarios conforme avanza la gira de Simon que, presumiblemente –se acaban las fechas disponibles sin que se concrete ninguna–, lo traerá a España este verano. Quizás se echa en falta algo más del calor y la cercanía que destilaba «You’re the one», con creaciones tan magistrales y conmovedoras como ‘Darling Lorraine’.  No obstante, a la nueva propuesta de Simon le sobran los encantos.

Anterior entrega del disco del día: Wild Honey.

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