“Con el tiempo, uno acaba teniendo sus discos favoritos del cantante (en mi caso “Come dance with me”), pero escuchar seguido lo que va comprimido entre ‘All or nothing at all’ y ‘Just in time’ (en versión inédita) es una píldora de la felicidad”
Frank Sinatra
“Ultimate Sinatra”
UNIVERSAL
Texto: JUANJO ORDÁS.
Es imposible que uno entienda a Frank Sinatra cuando es joven. Es sencillamente imposible. Su música es inmortal, cierto, pero entenderla requiere de cierta madurez. Recuerdo cuando yo era un jovenzuelo y lanzó el disco “Duets”, donde se incluía ‘I’ve got you under my skin’ a dúo con Bono, un icono de mi generación al que me sentía muy próximo. Evidentemente, “Duets” era una maniobra comercial como suelen ser este tipo de lanzamientos, pero en mi caso funcionó, el hecho de que Sinatra cantara junto al vocalista de U2 hizo que me visión sobre él cambiara. Porque para la juventud Sinatra siempre será una de esas figuras cuyo nombre pronuncian los mayores y que, para colmo, nada en su contra se puede decir, porque su leyenda impone respeto hasta cuando la sientes lejana.
Pero con los años las distancias se acortan, se ganan experiencias y se empieza a entender la confianza que aporta su hermosa voz, se comienza a comprender que las canciones de Sinatra poseen un fuerte contenido de autoafirmación y valor, contienen masculinidad y romanticismo. Eso es algo que solo se puede concebir a partir de cierta edad. Sinatra siempre será un manjar solamente apto para mayores de edad. Sin duda, la mejor forma de empezar a escucharle es mediante una recopilación. Recuerdo que yo lo hice con una sesgada, que era lo más habitual hasta entonces. Sinatra grabó para los sellos Reprise, Capitol y Columbia, lo que dificultaba una compilación integral. Hasta ahora, puesto que “Ultimate Sinatra” hace honor a su nombre reuniendo temas de todas sus etapas, y podéis creer que no hay mejor manera de introducirse en la obra de este hombre, incluso de repasar su trayectoria. Hay una edición en caja que contiene hasta cuatro cedés, aunque aquí nos baste con referirnos a los veinticuatro temas de su edición sencilla. Guau, qué gozo, qué disfrute. Con el tiempo, uno acaba teniendo sus discos favoritos del cantante (en mi caso “Come dance with me”), pero escuchar seguido lo que va comprimido entre ‘All or nothing at all’ y ‘Just in time’ (en versión inédita) es una píldora de la felicidad.
Junto al reciente “Shadows in the night” de Dylan, esta es la mejor celebración de los cien años de su nacimiento, una cifra bonita bien envuelta.
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Anterior crítica de discos: “¡Chicas! Spanish female singers volumen 2 (1963-1978)”
