Diez canciones para redescubrir a Fórmula V

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En menos de una década, Fórmula V dejaron cinco discos y un puñado de canciones que les auparon en las listas de éxitos de la época. Tras analizar su historia en el Cuadernos Efe Eme número 23, César Campoy recuerda aquí algunos de sus principales himnos.

 

Selección y texto: CÉSAR CAMPOY.

 

Para la mayoría, Fórmula V, uno de los grupos protagonistas del Cuadernos Efe Eme número 23, fue una maquinaria perfectamente engrasada para generar éxitos instantáneos. No obstante, el legado de su compacta obra va mucho más allá. He aquí una buena muestra de las tremendas posibilidades sonoras del conjunto madrileño.

 

1. “Cuéntame” (Busca un amor, 1969)

En 1969, apenas un año después de iniciar su carrera oficialmente, Fórmula V ya se había convertido en uno de los conjuntos hispanos más populares. Este bombazo, compuesto por José Luis Armenteros, es una verdadera obra de arte pop: sección rítmica palpitante con un bajo de ensueño, guitarra optimista, los teclados de Maryní Callejo, unos coros celestiales, transiciones gloriosas…

2. “Busca un amor” (Busca un amor, 1969)

El encuentro de la banda con Juan Pardo dio algunos frutos. El más recordado es esta pieza que desprende un claro aroma del «juanpardismo» más rabioso y épico. Paco Pastor, consciente, varía ligeramente su registro agudo. Seguíamos en 1969 y Fórmula V trataban de andar nuevos senderos. Los tres (canción, Pardo y Fórmula V) coincidirían, ese año, en el filme A 45 revoluciones por minuto.

3. “El final de una ilusión” (¡Adelante!, 1970)

Nueva muestra del potencial interpretativo del combo. Publicado en 1970 como cara B de la más comercial «Jenny Artichoke», este ambicioso tema con toques progresivos fue compuesto por Pastor y Tino, secretario de Juan Pardo. El elemento percusivo, un Hammond explosivo y diversos efectos hacen de esta una de las joyas menos conocidas del proyecto.

4. “Tras de ti” (¡Adelante!, 1970)

Aquel 1970 será el año en que Fórmula V ofrezcan su vena más contundente y experimental. «Tras de ti» muestra a los Amenteros y Herrero más despendolados. El concurso de una ubicua Callejo y el virtuosismo guerrero del conjunto son el complemento perfecto: arranque fulgurante, teclado insuperable, certeras pinceladas guitarreras, unas magnas voces, esa transición psicodélica…

5. “El camino que lleva el viento” (¡Adelante!, 1970)

Esta pieza completaba el sencillo encabezado por «Tras de ti», sin duda, uno de los más arriesgados de Fórmula V. «El camino que lleva el viento» huele a sana madurez y está repleta de arreglos, voces y vericuetos que la dotan de un claro componente emocional, y muestran a un Pastor inspiradísimo. Por supuesto, tanto público como crítica no fueron capaces de asimilar tamaña bofetada.

6. “Dos caminos” (¡Adelante!, 1970)

El absoluto estado de gracia en que se encontraba el grupo aquel 1970 tocó techo con un soberbio «Dos caminos». Por vez primera, un tema compuesto por uno de los miembros del conjunto, Kino, aparece como cara A de un sencillo. La influencia rítmica latina se evidencia en una auténtica pieza de orfebrería cuyos coros y bajo rezuman una sensibilidad casi inalcanzable.

7. “Más yo no tengo nada” (Fórmula V, 1971)

En plena fase rebelde, Fórmula V publica el elepé (de explícito título) ¡Adelante! Allí se incluyen varias composiciones inéditas y, entre ellas, esta abrumadora «Más yo no tengo nada», ideada por Pastor y Tino. Su estructura es arrebatadora y, de nuevo, los arreglos, el teclado y la sección rítmica juegan un papel tremendamente capital.

8. “Mañana” (Fórmula V, 1971)

Con un inicio que tan solo podía surgir del trío Callejo-Armenteros-Herrero, «Mañana» se convierte en una de las criaturas más sobrecogedoras de la historia de Fórmula V. Apareció en el elepé homónimo publicado a finales de 1971 y, meses después, como cara B del exitoso «Vacaciones de verano». La combinación entre estrofa dramática y estribillo luminoso es magistral.

9. “Mis sueños” (Fórmula V, 1971)

Sin duda, otro de los diamantes menos reivindicados del grupo. «Mis sueños» forma parte de esa cosecha virgen que encontró hueco en el elepé Fórmula V, que cobijó, además de las apuntadas, otras maravillosas piezas como «Regresarás». Estas dos, precisamente, fueron obra de unos inspirados Mariano Sanz, Paco Granados y Diana, pareja de Julián Granados.

10. “El hombre de poligoma” (Carolina, 1975)

En 1975, el proyecto Fórmula V ya estaba herido de muerte. Además, Pastor ya andaba ultimando, con su gran amigo José Luis Moreno (más tarde conocido como Pepín Tre), el dúo Don Francisco y José Luis. Moreno había compuesto algunos temas para el grupo. Uno de ellos, «El hombre de poligoma» (creada junto a Paco), es una de las piezas más curiosas del conjunto.

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