Diez canciones imprescindibles de Cooper

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Desde 2000, año en el que debutó Aléx Díez con su proyecto solista, Cooper ha facturado unos cuantos discos plagados de gemas pop. Javier Escorzo recorre su discografía para elegir una decena de sus mejores composiciones.

 

Selección y texto: Javier Escorzo.
Fotos: Mary Wilson.

 

Cuesta mucho, o mejor dicho, es imposible resumir la carrera de un artista tan prolífico como Álex Díez Garín, alias Cooper, en solo diez canciones. Aquí repasamos algunas de las muchas gemas que nos ha regalado tras su época en Los Flechazos, pero lo cierto es que su repertorio nunca ha tenido desperdicio alguno.

 

“Un nudo en la garganta” (Fonorama, 2000)

En 1997, Los Flechazos se separaron dejando atrás más de una década de incontestables canciones. Aunque pensó abandonar la música, tres años más tarde, su cantante y rostro más reconocible, Álex Díez Garín, inició su carrera en solitario bajo el nombre de Cooper y debutó con un primer álbum llamado Fonorama. El nombre de Cooper venía de un juego de palabras con su apellido (Garín), y el actor Gary Cooper (Garín Cooper), protagonista de Solo ante el peligro, pues así era como se sentía Álex. Además, tenía reminiscencias a la mítica película mod Quadrophenia (Jimmy Cooper). Con este disco se deshacía el nudo en la garganta que se les había quedado a sus seguidores y se abría, precisamente, con una canción que se titulaba así.

 

 

“Es tarde” (Fonorama, 2000)

Para la grabación de su debut en solitario contó con músicos que habían pasado por Sex Museum o Radio Futura. Al ser el único líder del proyecto, y sintiéndose libre del estilo en el que estaban encasillados Los Flechazos, Álex se permitió ciertas licencias. Prescindía de los teclados, tan reconocibles en su antigua banda, grababa “Canción de cuna # 2” solo con guitarra acústica, incluía un sampler en “Rascacielos” o contaba con un cuarteto de cuerda en “Es tarde”.

 

 

“747” (747, Elefant Records, 2003)

Aunque Fonorama había funcionado muy bien (fue elegido uno de los mejores discos del año por los oyentes de Disco Grande, de Radio 3, y de Viaje a los sueños polares, de Los 40, y contó con una extensa gira de presentación), 2002 no fue un buen año para Álex, que incluso volvió a pensar en abandonar la música. De aquella crisis surgió un manifiesto en el que daba diez razones por las que, a partir de entonces, ya no publicaría discos enteros, sino singles de cuatro canciones. En 2003 vio la luz 747; la canción que daba título al trabajo versaba sobre despedidas y en ella se plasmaba el momento convulso que su autor había atravesado (también se había separado de su pareja).

 

 

“Sin respiración” (Retrovisor, Elefant Records, 2004)

En las mismas sesiones en las que grabaron las cuatro canciones que formaron el single 747, también registraron otros dos temas: “Sin respiración”, que se incluyó en el recopilatorio Moda pop (Elefant, 2003), y “Cierra los ojos” («la más bonita de todas», en palabras del propio Álex), que se regaló en los conciertos de su gira posterior. Años después, todos estos singles fueron recopilados en el álbum Retrovisor (Elefant Records, 2004).

 

 

“Oxidado” (Oxidado, Elefant Récords, 2004)

Otra de las canciones que después serían recopiladas en Retrovisor fue “Oxidado”. Estaba ambientada en San Sebastián, ciudad en la que Álex vivió cuando era niño, y abordaba el espinoso tema del terrorismo. Al parecer, la figura de Gregorio Ordóñez, concejal del Partido Popular asesinado por ETA en 1995, inspiró parte de la letra, que también incluía alusiones al silencio que reinaba en la sociedad vasca durante aquellos difíciles años. La canción contenía frases valientes, y más en aquellos años: «No contéis con mi silencio, nunca lo tendréis. Estoy por los que no están. Si seguís hablando a media voz, callando en vez de protestar, pronto ya no quedará más luz en el Boulevard». El pop rock español no ofreció demasiadas canciones en contra del terrorismo (“No arranques más flores” o “Marcos y Nerea”, de Mikel Erentxun, o “Una lluvia violenta y salvaje”, de Revólver, son algunos ejemplos, pero no hubo mucho más). Esta es una de ellas.

 

 

“Canción de viernes” (Guárdame un secreto, Elefant Records, 2007)

Cooper seguía publicando sus canciones en formato single. En 2007 llegó Guárdame un secreto, cuyo título hacía referencia a una broma del propio Álex, que solía decir que Cooper era el secreto mejor guardado del pop español. Bajo una preciosa portada con Catherine Deneuve, cuatro nuevas y resplandecientes canciones. La primera de ellas era “Canción de viernes” y su emocionante letra surgió tras la muerte de su padre.

 

 

“El sueño” (Aeropuerto, Elefant Records, 2009)

Como sucedió en 2004 con la publicación de Retrovisor, en 2009 volvió a recopilar las canciones de sus últimos singles en un álbum que tituló Aeropuerto. Además de esos temas ya conocidos, el disco contenía una versión de “El sueño”, de sus siempre admirados Nacha Pop. Y es que, aunque las influencias internacionales de Cooper son más que evidentes, conviene recordar que este icono de nuestro pop también es un gran seguidor de muchos otros grupos nacionales, especialmente de los de la nueva ola de los ochenta. Varios años más tarde, en 2016, Álex se dio el gustazo de publicar con su editorial (Chelsea) un libro de fotografías inéditas de la mítica banda de Antonio Vega (No, no me olvido. Nacha Pop, con imágenes de Sandra Bensadón).

 

 

“Mi universo”, (Mi universo, Elefant Records, 2011)

En 2011, Cooper abandonó su idea de publicar únicamente singles, algo desencantado al ver que los medios de comunicación no dotaban a este formato de la misma repercusión que a los discos largos. Para ello viajó a los británicos estudios Konk (fundados por Ray Davies, de los Kinks), donde dio forma a Mi universo, una nueva y brillante colección de canciones. La que abría el trabajo, de título homónimo, llamaba la atención por su gran melodía, su sitar y sus aires psicodélicos.

 

 

“No quiero recordarte”, (Popcorner. 30 años viviendo en la era pop, Elefant Records, 2016)

En 2016, Álex decidió hacer un pequeño parón y recopilar en un único disco (doble) algunas de sus mejores canciones, tanto de la época de Los Flechazos como de su carrera en solitario. También hizo una gira en la que ofreció una selección de todo su repertorio, incluyendo los temas más emblemáticos de su antigua banda, cosa que no acostumbra a hacer. En el disco había un par de canciones nuevas; una de ellas tenía la peculiaridad de pertenecer a Ópera Prima, el primer grupo serio en el que militó, cuando todavía era un adolescente, tres décadas atrás. “No quiero recordarte” era una de sus primeras composiciones, aderezada aquí con el poso de su veteranía, sección de metales y esas reminiscencias a bandas como Undertones o Buzzcocks.

 

 

“Islandia” (Tiempo, temperatura, agitación, Elefant Records, 2018)

En 2018 se publicó el último disco de Cooper hasta la fecha, Tiempo, temperatura, agitación. El título hacía referencia a las instrucciones que había que seguir para revelar los antiguos carretes de fotografía en blanco y negro. Aunque no abandonaba sus señas de identidad, este disco nos presentaba a un Álex algo más enérgico que en entregas anteriores (quizás influido por su gira anterior, en la que recuperó el repertorio de Los Flechazos). Ahí estaba “Islandia” para demostrarlo, abriendo de manera imponente la cara b del vinilo. La letra está inspirada en un viaje que unos amigos suyos hicieron a ese país. Como mandan los cánones actuales, fueron relatándolo en redes sociales, y Álex escribió la letra a partir de sus mensajes. En cuanto al otro viaje, el musical de Cooper, todavía continúa, para fortuna de todos nosotros.

 

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