Diez canciones esenciales de Los Salvajes

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Nacieron y murieron como banda en los sesenta, y en apenas un lustro publicaron un buen puñado de canciones (la mayoría, recogidas en epés) que condensan su historia. Álex Oró se adentra en la breve e intensa discografía de los rockeros barceloneses Los Salvajes.

 

Selección y texto: ÀLEX ORÓ.

 

Tras reseñar hace unas semanas Es la edad. Tocando los tambores con Los Salvajes (Chelsea Ediciones, 2020), el libro que recopila los recuerdos del baterista del quinteto barcelonés Delfín Fernández, nos adentramos en su breve pero potente y vigorosa discografía.

 

1. “Hoy comienza mi vida” (epé, 1964)

Así sonaban Los Salvajes antes de su iniciático viaje a Alemania. Como tantos grupos españoles de la primera mitad de los sesenta, estaban influenciados por The Shadows. En Barcelona eran conocidos por su solventes y aguerridos directos en los que la presencia escénica de su cantante Gaby Alegret eran parte fundamental. La discográfica Marbella les ofreció la posibilidad de grabar un extended play, en el que el grupo no pudo opinar sobre la elección del repertorio. Esta era una situación que padecieron la mayoría de los grupos de la época. En este primer tramo de la década de los sesenta, las discográficas apostaban por los éxitos italianos y franceses. Esta versión de “Pour moi la vie va commencer”, del cancionero de Johnny Hallyday, es una muestra de ello.

2. “Hielo en vez de amor” (epé, 1965)

Y así sonaban cuando volvieron de Alemania, un país en el que las pasaron canutas. Durante su estancia allí endurecieron su sonido y se curtieron como músicos y personas. A su regreso firmaron un contrato con EMI, que les da la oportunidad de grabar un nuevo epé. El grupo solo impone una condición: que la discográfica les permita grabar como mínimo una composición propia que se incluiría en la cara B del microsurco. “Hielo en vez de amor” es su primera canción grabada y en la que ya se aprecia un giro estilístico. El quinteto suena más beat, pero flirtea tímidamente con el garaje.

3. “Satisfacción” (epé, 1965)

Explica Delfín Fernández que «el primer disco para EMI no estaba mal, pero el segundo fue el que marcó el despegue de Los Salvajes». En este tercer epé el quinteto no incluye ningún tema propio, pero entre las versiones escogidas para grabar estaba “(I can’t get no) Satisfaction”, de The Rolling Stones. «Esta canción nos catapultó. Sonaba por todos los lados en Barcelona. Nuestra versión fue tan conocida como la original en su momento. La verdad es que en mi cabeza esta canción no es de los Rolling, para mí es nuestra, de lo interiorizada que la tengo», recuerda el batería de Los Salvajes en su libro de memorias.

4. “Al Capone” (epé, 1966)

En su tercera referencia para EMI, Los Salvajes se dan un capricho: grabar un instrumental. Sorprendentemente, la discográfica lo elige como tema central de su nuevo disco. El grupo se ha convertido en el abanderado del sonido rhythm and blues que llega de Gran Bretaña de la mano de The Rolling Stones o The Pretty Things. El resto del epé son canciones, algunas éxitos del Festival de San Remo, como “Pienso en ti” (“You were on my mind”, de The We Five) o “A la buena de Dios”, a las que Los Salvajes le dan un toque afilado y algo gamberro.

5. “Soy así” (epé, 1966)

El segundo epé que graban Los Salvajes en el 66 no tiene desperdicio. Incluye tres versiones: “La neurastenia” (“19th nervous breakdown”) de los Stones, “These boots are made for walking” de Nancy Sinatra y “Corre corre” (“Keepé on running”) de The Spencer Davis Group. No obstante, este disco es recordado por “Es así”, el primero de los himnos generacionales que grabaron Los Salvajes. Su sonido se ha envilecido gracias al «sonido mosca» que consiguen con un pedal de distorsión que les fabrican en un taller de Barcelona que también les suministra los amplificadores Sinmarc. Lo recuerda Delfín Fernández: «Nunca tuvimos conciencia de los que “Soy así” ha llegado a suponer para Los Salvajes». La letra es toda una declaración de intenciones: «Con patillas largas / estrecho pantalón /un jersey a rayas / aunque llame la atención». En una época en la que los jóvenes recibían todo tipo de improperios verbales por llevar el pelo largo o vestir a la moda, una letra así era toda una provocación.

6. “Es la edad” (epé, 1966)

“Es la edad” es otro de los himnos de Los Salvajes, un canto a la vida y a la alegría de ser joven. Su tercer epé del 66 incluye esta canción y nuevas versiones de los Stones, The Troggs y Spencer Davis Group. La edición de este disco coincide con la llamada a filas de Francesc Miralles, uno de los guitarristas del grupo. La mili fue un verdadero dolor de cabeza para los grupos de los sesenta, muchos de los cuales se disolvían cuando sus miembros eran llamados para «cumplir con la patria». Miralles fue sustituido por Julián Moreno.

7. “Todo negro” (epé, 1966)

La versión que Los Salvajes interpretan de “Paint it black”, de The Rolling Stones en el mismo epé de “Es la edad”, es la mejor muestra de cómo el quinteto sabía llevar a su terreno los éxitos de los grupos británicos del momento. Lo podemos afirmar de forma categórica: Los Salvajes hicieron las mejores versiones de The Rolling Stones en castellano, aunque hubo bandas latinoamericanas que hicieron también briosas adaptaciones de las canciones de Jagger y Richards, tal y como cuenta Eduardo Tébar en el número 24 de Cuadernos Efe Eme, en su artículo sobre las principales versiones españolas de clásicos de los Rolling Stones.

8. “Las ovejitas” (epé 1967)

En 1967 Los Savajes editaron otros dos epés con EMI. El primero de ellos incluyó “Las ovejitas”, canción compuesta por Julián Moreno con letra del locutor radiofónico Luis Arribas Castro. Es la canción con más influencia de The Who del repertorio del grupo. El disco se vendió muy bien, superando las 50.000 copias, según cálculos de Delfín Fernández. Era la canción con la que Los Salvajes cerraban sus conciertos.

9. “Mi bigote” (epé, 1967)

En su séptimo y último epé para EMI, Los Salvajes grabaron dos de sus canciones más imponentes: “Vivir sin ti” y “Mi bigote”, una apuesta psicodélica del grupo. «“Mi bigote” era nuestro intento de recrear el ambiente oriental de “Paint it black”, de los Rolling. Andábamos como locos por conseguir un sitar. Y apareció. El sitar era de Solinger, el dueño de la editorial de nuestras canciones (…). Andy (Andrés González, el otro guitarrista del grupo) se lo pidió para grabar alguna cosa. Y se lo quedó», recuerda Delfín Fernández.

10. “El Don Juan” (1967)

El epé fue un formato en decadencia a partir de 1967. Las discográficas preferían los singles y los elepés. Para su primer single eligen una versión de “Massachussets”, de los Bee Gees, en la cara A. Para la B, graban “El Don Juan”, una canción de tintes psicodélicos y con letra de Luarca en la línea humorística de composiciones anteriores. A partir de este momento, Los Salvajes dan tumbos estilísticos. Al igual que otras bandas nacidas en la era beat, el quinteto se ve obligado a flirtear con el soul. Sus discos pierden pegada y su popularidad va a la baja. “I need your loving” es la última gran canción que graban Los Salvajes. Estamos en 1969 y la era de los conjuntos va feneciendo lentamente. A finales del 69 Gaby Alegret deja el grupo, y aunque Los Salvajes intentaron sobrevivir sin él, pocos meses después se separaron.

Bonus track: “Fuera de mi corazón”

Los Salvajes actuaron numerosas veces en TVE durante los sesenta. No obstante, en la red solo está disponible esta grabación de “Fuera de mi corazón”, una balada de composición propia que fue incluida en el epé de “Mi bigote”. En las imágenes podemos apreciar la fuerza escénica del grupo con un Gaby que se comía los escenarios y lo que le pusieran por delante.

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