Calibre 91, rock and roll refrescante en tiempos de impostura

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Sergio Gómez:«Lo mejor de la gira por las cárceles fue el cariño que recibimos de la gente, la experiencia, lo que aprendimos de la vida solo con ver las miradas de los presos»

 

Calibre 91 son una de las bandas de rock madrileño más frescas e interesantes del momento. Después de haber protagonizado una reveladora gira por cárceles españolas, apuestan por consolidarse con su tercer álbum, producido por Mark Janipka. Luis Lapuente habla con ellos.

 

Texto: LUIS LAPUENTE.
Fotos: RAÚL MORCILLO (fotos 1 y 2) y MAKEDA (foto 3).

 

Vicálvaro, Vallecas, San Blas, Carabanchel, el rock y el rock and roll bullen en Madrid desde hace décadas en estos cuatro distritos. El último de ellos cuenta con su propia Plaza del Rock en los Bajos de Opañel, cerca del metro Oporto y de la sala Gruta 77, legendario garito que lleva más de veinte años alimentando la pasión por el rock en la zona. En las calles de ese barrio madrileño nacieron Calibre 91, una banda fundada en 2015 por los hermanos Sergio (cantante y compositor) y David Gómez (guitarra solista y compositor), devota del rock and roll sin prejuicios, una (bendita) enfermedad alimentada por la ecléctica colección de singles y elepés que habían ido descubriendo en el tocadiscos familiar, «desde Springsteen, favorito de mi madre, hasta Cyndi Lauper, Pink Floyd y Bob Marley o Dinamita pa’ los pollos y Jorge Cafrune y Marito: hace poco le regalamos a mi padre por su cumpleaños un vinilo de estos últimos que encontré en La Metralleta y mis amigos rockeros no entendían que nos gustara Cafrune».

Después de patearse los escenarios de Honky Tonk, Siroco y otras salas de la noche de Madrid, Calibre 91 («yo nací en 1991 y mi abuelo era fanático de las películas del Oeste, supongo que de ahí nuestro nombre») debutaron en 2018 con un primer álbum de título revelador, Siempre me engaña el rock’n’roll, donde descubrían sus influencias más evidentes, desde Burning y 091 hasta los pioneros del rock argentino que aterrizaron en la capital en los años setenta, Moris y Tequila especialmente, una experiencia única, como recuerda Sergio: «El productor, José Luis Garrido, nos tuvo dos horas tocando a guitarra y voz las canciones, hasta que nos dijo que nos grababa el disco. Nosotros no nos lo creíamos, nunca habíamos visto un estudio y este era uno enorme, con unos medios increíbles. Fue toda una experiencia, donde aprendimos muchísimo y descubrimos cosas que solo leíamos en las revistas. Esa primera toma de contacto con esa inocencia todavía la siento cuando voy a verle y entro en ese estudio, hasta recuerdo el olor».

 

«Sus influencias más evidentes: desde Burning y 091 hasta los pioneros del rock argentino que aterrizaron en la capital en los años setenta, Moris y Tequila especialmente»

 

Pero estos son malos tiempos no ya solo para la lírica, sino para el amor por el rock and roll, mucho más si ese amor se presenta en crudo, con la ilusión de la inocencia de quien no tiene ninguna duda a la hora de elegir entre Siniestro Total y Los Planetas: «Soy muy punky, me quedo con los Siniestro que, curiosamente, los conocí en el libro de Religión con 12 años, venía la letra de su canción “Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos”, y más tarde nuestro primer disco lo grabamos con José Luis Garrido, que les había producido uno o dos discos, y nos contaba unas historias que…».

 

Rock y otras vidas

Los hermanos Gómez conservan sus puestos de trabajo ajenos a la música, aunque algún disgusto han sufrido por compatibilizar el curro y la afición. Nada que pueda eclipsar el chute de felicidad que experimentaron al grabar en la sala El Sol su segundo álbum, Directo al rojo vivo (Avispa, 2021), donde intercalaron el clásico de Moris “Sábado a la noche” con referencias a Tequila y con intervención estelar de Nico Álvarez, de Burning, en el tema “La suma de los días”. O, aún mejor, cuando se les presentó la oportunidad de tocar en directo en una cárcel madrileña y ellos lanzaron el órdago a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias: «¿Y por qué no toda una gira por distintas cárceles? Desde pequeños somos muy fans de Johnny Cash y de sus discos en directo en Folsom Prison y en San Quintín. Lo mejor de aquella gira, que bautizamos con el nombre Sin coartada, fue el cariño que recibimos de la gente, la experiencia, lo que aprendimos de la vida solo con ver las miradas de los presos. Somos de Carabanchel y nos hemos criado enfrente de una cárcel, mi colegio era el Eugenia de Montijo, justo al lado de la cárcel, e íbamos allí a jugar y los reclusos nos gritaban, y se nos colaban balones, etc… Esto da para una historia. Los conciertos, dentro de las pocas prisiones que al final nos dejaron visitar, nos hicieron recordar aquellas experiencias infantiles y mucho más, porque pudimos hablar con algunos presos y constatar cómo a veces la vida puede torcerse sin querer… Veníamos de la pandemia, nos habíamos quedado sin libertad, y quisimos dar un poco de esa libertad a aquellos que la habían perdido del todo. Aun así, fue una experiencia agridulce por las dificultades y trabas que encontramos en algunos centros penitenciarios».

Ahora, Sergio y David vuelven con las ilusiones intactas al frente de una banda integrada actualmente por Alejandro Zapata (teclados), Jorge Vázquez (batería), Jaime Acosta (guitarra) y Alfonso «Fonsi» (bajo), los músicos que han grabado el que será el tercer álbum del grupo, de momento precedido por cuatro singles con olor a Keith Richards y a Springsteen: “Tú me acompañarás” («esta canción, la más melancólica del disco, se le hice a mi hermano», dice Sergio, «y la estrofa final lo dice todo, no somos el uno sin el otro, y si uno se cae el otro le levanta, no concibo nada sin él»), “Gente normal”, “Tu poder” y “Gallo de corral”.

 

«Han grabado el que será el tercer álbum del grupo, de momento precedido por cuatro singles con olor a Keith Richards y a Springsteen»

 

El suyo es rock and roll refrescante, febril, generoso en emociones a flor de piel, la antítesis de la trampa y la impostura, una actitud que sienten en artistas favoritos como John Lennon («no solo por lo musical, sino por lo que transmitía en todos los aspectos, era un artista de verdad»), Camarón («admiro la valentía que tuvo al sacar La leyenda del tiempo, solo los locos genios se atreven a hacer ese tipo de cosas») o Joaquín Sabina («me quito el sombrero cada vez que escucho alguna de sus canciones, me ruborizan sus letras y me parece que es de otro planeta: además, solo él es capaz de conseguir que haya tanta gente que cante y se sepa esas canciones, con esas letras tan infinitas. Es un maestro, solo nos daremos cuenta de lo que ha significado para la música cuando la deje»).

¿Una última ilusión ante la inminente publicación de su tercer álbum?: «¿Aparte de nuestro sueño de ser fichados por una de las grandes discográficas? Pues salir en la portada de Cuadernos Efe Eme. Ya nadie lee revistas, pero si tuviera que elegir una sería Cuadernos Efe Eme, la que más leo, porque hacen artículos y cuentan historias que van más allá de las modas y de la prensa sensacionalista musical; y cuando leo algo de música me gusta encontrar historias, curiosidades, etc. ¡Además, en la web de Efe Eme venden discos de ediciones especiales! Me compré uno hace no mucho…».

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