Bird songs of a Killjoy, de Bedouine

Autor:

DISCOS

«Habla de la permanencia de la naturaleza en una sociedad cambiante»

 

Bedouine
Bird songs of a Killjoy
SPACEBOMB/CAROLINE-MUSICASUSUAL, 2019

 

Texto: XAVIER VALIÑO.

 

En “Bird gone wild”, Bedouine recuerda que «Mi padre era electricista / Dedos en los huesos / Mamá era costurera / Cosía todo lo que tenía / Cruzando el Atlántico / Un sueño en la marea», sobre su origen sirio, su salto a Arabia Saudí y cómo llegó a Estados Unidos gracias a que a su familia le tocó un visado por sorteo. Allí empezó a cantar y fue descubierta por Matthew E. White.

En su estudio Spacebomb y con sus músicos ha grabado sus dos discos, de pop orquestal y que parte del folk-pop de inicios de los 70, justo como lo que hace Natalie Prass o Faye Webster. En este caso, con múltiples referencias a pájaros en sus letras, habla de la permanencia de la naturaleza en una sociedad cambiante y reluce su parte central, los tres o cuatro cortes que siguen a la emocionante “Dizzy”.

Anterior crítica de discos: Ma, de Devendra Banhart.

 

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