Ángel Stanich: «Mi placer musical culpable es Julio Iglesias, aunque sentirme culpable sería como “matar al padre”»

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PISTAS

«Mi ciudad favorita es ¡Babilonia!, bueno, Londres no está mal»

 

En plena gira de su último disco, Polvo de Battiato, y a unos días de coronar La Riviera de Madrid, Ángel Stanich nos asoma a su particular imaginario. Una entrevista atípica para conocer más de cerca al creador de “Metralleta Joe”.

 

Texto: EFE EME.
Foto: BITZSANZ.

 

Canciones como “Carbura!” o “Metralleta Joe” y discos como Antigua y barbuda (2017) certifican que es uno de los músicos de nuestra escena más a tener en cuenta en los últimos años. Venía, no hace mucho, de un hiato de tres vueltas al sol, pero en 2021 cogió carrerilla y nos dejó un epé en forma de vinilo, Una visión global bastante aproximada, y un disco llamado Polvo de Battiato. Ahora se encuentra de gira con toda esta suculenta y enigmática mochila a cuestas, que se suma a sus más de diez años de trayectoria. Su parada más inminente será en La Riviera de Madrid, el próximo viernes 20 de enero; una cita que promete desenvolverse en muy buena compañía y con sorpresas. A unos días de la esperada velada, el cantautor santanderino, con ese particular ingenio suyo a la hora de enlazar ideas, palabras y sonidos, se detiene con nosotros para hablarnos de sus gustos más personales. La rutina de un ermitaño que sabe llegar, aunque solo cuando él decide.

 

Último libro que has leído.
Brevísima historia de España, de Henry Kamen.

 

Última película que has visto.
La colmena, de Mario Camus.

 

Última serie de televisión que has visto.
The Crown. Qué ganas de que hagan la «nuestra»…

 

Último disco que has comprado o escuchado.
Anthology, de Todd Rundgren (y unos veintisiete discos más).

 

Último descubrimiento musical.
Esta semana ha sido Ashra, un grupo de krautrock setentero… Estaba atrapado en la música de autor italiana (Gaetano, Dalla, De André, Bertoli, Bertè, Rettore…), pero voy saliendo por muy diversas tangentes. Mi obsesión estaba llegando troppo lontano.

 

¿Cuál es el mejor concierto que has visto en tu vida?
Quizá el de David Byrne, en el festival Noches del Botánico de Madrid.

 

¿Qué música escuchas cuando estás de gira?
Aparte de la correspondiente (la propia, la de la gasolinera…), una playlist con mucho influjo trasalpino a modo de aperitivo preconcierto que va variando con el tiempo.

 

¿Cuál ha sido tu peor experiencia como músico?
Diría que la vez, hace buen tiempo ya, que me bajé del escenario y lo primero que me preguntaron fue dónde me había comprado mi sombrero. No he vuelto a llevar sombrero.

 

¿Practicas algún deporte?
A veces, baloncesto. Hablamos de un «a veces», de muy poquitas veces.

 

¿Eres aficionado a algún deporte?
Desde luego: el puto fútbol, basket, ciclismo, tenis… Y cuando hay Juegos Olímpicos, hasta tiro al plato (donde somos una superpotencia, por cierto).

 

Ciudad favorita.
¡Babilonia! Bueno, Londres no está mal…

 

Bebida preferida.
Fruitopía. Bueno, si no échate un Trina.

 

Comida que más te gusta.
Una de dos: chulletillas o boquerones rebozaos.

 

Tus mitos musicales.
Inviable hacer una lista completa y definitiva pero, ya que hay un mundial balompédico y aberrante mediante, intento un once: 1. Bob Dylan, 2. Paul Simon, 3. Al Stewart, 4. Stevie Nicks, 5. Bruce Springsteen, 6. Peter Gabriel, 7. Jerry Garcia, 8. Charly García, 9. Paul McCartney, 10. Lou Reed, 11. Neil Young. Y de suplentes (¡titularísimos!): Christine McVie, Franco Battiato, Santiago Auserón, Lole Montoya y Camarón. Equipaso.

 

Un vicio confesable.
Estoy enganchado a la pista musical de Pasapalabra.

 

Afición desconocida.
Doblar las esquinas de las páginas de los libros por las que no voy. Luego es un problema…

 

Un placer musical culpable.
Julio Iglesias. Sentirme culpable sería como «matar al padre». Miley Cyrus o Dua Lipa (con la que coincidí en unos baños, dicho sea por presumir…) son tan buenas que tampoco me remuerde la conciencia.

 

¿Con quién te gustaría compartir estudio o escenario?
Con las Vainica Doble.

 

¿Cuál es el disco que más has escuchado en tu vida?
Imposible saberlo, pero el 18 Tracks de Springsteen lo quemé en su momento… Con 12 añitos. El Física y química de Sabina también pareció estar atascado en el radiocasete del coche de mi padre.

 

¿Qué canción te gustaría que sonase en tu funeral?
Tanto «The end» de los Doors como cualquiera de The Grateful Dead serían opciones tan obvias como ideales… Probablemente, acabaré haciéndome una última playlist.


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