The river and the stone, de Morgan: el otoño que merecemos

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«Conocimos de cerca los tintes exóticos de algunos pasajes, el latido soulero e incluso blusero que habitan»

 

A escasas horas de la publicación de su tercer elepé, Morgan convocó a la prensa para presentar sus nuevas canciones en directo. En el acto, celebrado en la madrileña sala El Sol, estuvo Sara Morales.

 

Texto y fotos: SARA MORALES.

 

Un gustazo y mucha satisfacción al volver a descender por la rojas escaleras de caracol de la sala El Sol, con un motivo, además, tan prometedor como apetecible: ver a Morgan presentar sus nuevas canciones ante la prensa. The river and the stone llega este viernes 15 de octubre. Un álbum nacido en plena era pandémica, las diez canciones que lo componen fueron cocinadas tras el confinamiento y grabadas en los estudios franceses de Le Manoir de Léon (Francia) junto a Campi Campón en la producción. Un decálogo que anoche hicieron estallar por los aires, tocando y desvelando tema tras tema, en el escenario de la mítica sala madrileña.

Nerviosos y pletóricos estaban ellos. Nina hasta confesó estar quedándose afónica de los propios nervios. Expectantes y acogedores estábamos nosotros. The river and the stone es un disco esperado, muy esperado en la escena. Desde que la banda nos conquistara hace cinco años con aquel debut llamado North, no han hecho más que darnos alegrías: un segundo y decisivo disco en 2018 llamado Air; una aventura en directo conocida como Home (Live at Circo Price) este mismo año y, entre tanto, una imponente colección de conciertos que los han llevado, por sus formas impolutas y su virtud, a situarse entre las bandas más aplaudidas y queridas de los últimos tiempos, tanto por el público como por la crítica.

Lo de anoche no solo volvió a estar a la altura de lo que suele llegar de la mano de Morgan, sino que estuvo por encima de cualquier expectativa porque, además de desplegar en directo canciones que van a marcar el ritmo del último tramo del año, supieron convertirse en la banda sonora perfecta del regreso a un concierto de pie y con calor de aforo. Algo que hacía ya casi dos vueltas de calendario que no ocurría, y menos de este modo tan honesto, tan sincero y tan familiar a ambos lados de las tablas.

 

«Se convirtieron en la banda sonora perfecta del regreso a un concierto de pie y con calor de aforo»

 

“Alone” y “River”, viejas conocidas durante estos meses previos como singles previos a este nuevo trabajo, sonaron en directo tan soberbias como esperábamos. Pudimos conocer de cerca los tintes exóticos de algunos pasajes, el latido soulero e incluso blusero que habitan siempre traído hasta la modernidad de estos tiempos que corren e incluso la gracia de una canción de cuna en castellano llamada “Un recuerdo y su rey”, que Nina confesó haber querido bautizar como “Nana del rey”, y nos fueron adentrando en el cosmos paralelo que trae consigo The river and the stone. Ella sigue conmoviendo con su voz rasgada y su piano, y Paco mantiene la garra y el empuje de una guitarra gloriosa que explosionó en un solo abismal al inicio de “Paranoid fall”. Un tema de tintes rock y alta pasión térmica que me atrevería a afirmar será uno de los paladines del disco. La batería de Ekain continúa haciendo temblar cada composición, el pulso perfecto a una savia que termina de completar David al teclado con canciones que corren por el blue-eyed soul, por caramelos dulces y serenos como “Silence speaks” o correrías pegadizas como “On and on (Wake me up)”.

Para esta ocasión, y para todas las que vendrán sobre los escenarios presentando este tercer álbum, se dejaron acompañar por Gabi Planas a la percusión, acústica y teclado, y Alejandro «Boli» Climent al bajo. Dos fichajes que engrandecen, todavía más si cabe, el sonido y el carácter de una banda que a cada paso que da hace historia.

El abrazo ahí arriba para terminar la velada nos dejó a todos el bonito sabor del reencuentro en una noche de miércoles a principios de este otoño en el que tantas esperanzas andan puestas por parte de todos. Un reencuentro con Morgan, por supuesto, pero también con todo aquello que tuvimos una vez y nos tocó aprender a vivir sin ello. Pero ha vuelto. Hemos vuelto.

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