“Songhai”, de Ketama, Toumani Diabaté y Danny Thompson

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OPERCIÓN RESCATE

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“La música se expresa libre pero, como si un faro la guiara, surca un mismo rumbo y encuentra su destino sin errar”

 

Esta semana Juan Puchades “rescata” una de las obras mayores del Nuevo Flamenco y, por extensión, del pop español: “Songhai”, el encuentro entre Ketama, Toumani Diabaté y Danny Thompson.

 

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Ketama, Toumani Diabaté y Danny Thompson
“Songhai”
NUEVOS MEDIOS, 1988

 

Texto: JUAN PUCHADES.

 

Si el denominado Nuevo Flamenco dejó dos obras mayores, de esas que cualquier aficionado a la buena música debe conocer, esas son, sin duda, “Alegría de vivir” de Ray Heredia y, por supuesto, “Songhai”, el álbum que salió de la unión de Ketama con el maliense Toumani Diabaté y el británico Danny Thompson.

Ketama llevaban dos discos a sus espaldas cuando en 1988 se vieron en una fiesta en Londres en la que improvisaron con Toumani Diabaté, experto en la kora (instrumento de cuerda africano, de tamaño parecido a un arpa), un músico de lo que por entonces conocíamos como World Music, tan joven como ellos. En aquella fiesta Ketama andaban un poco perdidos pues no hablaban inglés y eso les impedía relacionarse con los demás asistentes. Sin embargo, dialogaban con desparpajo en el idioma universal de la música con quien se les pusiera delante. Y ahí tenían a un músico tan dispuesto como ellos a la conversación, al encuentro musical entre culturas. Y comenzaron a «hablar».

Mario Pacheco, director de Nuevos Medios, la discográfica de Ketama y el mayor apoyo con que contó el Nuevo Flamenco, se quedó maravillado de lo que esos músicos de raza estaban creando en esa “jam session” improvisada, y no lo dudó: el encuentro entre Ketama y Diabaté tenía que ir más allá, debían explorar hasta dónde podían llegar. Tenía que meterlos en un estudio de grabación.

Finalmente, “Songhai” se registró en los estudios madrileños Eurosonic, con el propio Pacheco como productor en colaboración con el histórico Joe Boyd y con la adición de Danny Thompson, veterano músico del folk británico con currículo de los que apabullan: en 1964 ya estaba en los Alexis Korner’s Blues Incorporated, fue uno de los fundadores de los exquisitos e imprescindibles Pentangle, y suma discos en solitario y con Richard Thompson, además de multitud de colaboraciones. Él pondría sobriedad entre los jóvenes leones y sumaría cordura y acento inglés a lo que era un encuentro que unía flamenco heterodoxo y juguetón, adherente música africana (griots malíes) y también esencia caribeña: a los Ketama los pies les bailaban hacia Cuba sin poder controlarlos, y en siguientes entregas incidirían en ello con ganas.

El resultado es una obra inagotable, que aporta temas tan rotundos como el luego archiconocido ‘Vente pa Madrid’, de Ketama, maravillas que transitan mares, continentes y culturas como ‘Mani mani kuru’, diálogos sin igual entre kora y guitarra (‘Jarabi’, ‘Caramelo’) o pellizcos de flamenco (‘A Toumani’, con un sensacional bajo de Thompson), más sonidos sin etiquetas de una extraordinaria belleza (‘Africa’, ‘A mi tía Marina’). De todo ello queda un elepé en el que la música se expresa libre pero, como si un faro la guiara, surca un mismo rumbo y encuentra su destino sin errar.

El elepé se editó internacionalmente (ahí estaba Boyd) y fue recibido con admiración en la prensa británica (mejor disco del año de músicas del mundo) y francesa. Ketama estaba en boca de todos pero ellos se quejaban de que en España iban ser conocidos (como así sucedió) por una rumba, ‘Vente pa Madrid’. Cosas que pasan. Aunque tampoco tenían de qué lamentarse, la rumba del primo que estaba en Alicante y al que pedían que se fuera para Madrid los catapultó a la primera división del pop español.

Seis años después, en 1994, Ketama y Toumani Diabaté dieron forma a “Songhai 2”, ya sin Danny Thompson, pero con la suma de José Soto. Disco que algunos aseguran supera al primero, pero eso es difícil. Realmente muy difícil.

Anterior entrega de «Operación rescate»: “Space ritual”, de Hawkwind (1973).

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