Sings Dylan: The 1966 Royal Albert Hall concert, de Cat Power

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DISCOS

«Deja clara la capacidad como intérprete de Chan Marshall, aportándole su propio fraseo y nuevas aristas»

 

Cat Power
Sings Dylan: The 1966 Royal Albert Hall concert
DOMINO / MUSIC AS USUAL, 2023

 

Texto: XAVIER VALIÑO.

 

Sucede al principio de “Ballad of a thin man”. Entre los aplausos que se van apagando tras finalizar “One too many mornings” alguien grita “Judas”. Algunas risas le siguen. Chan Marshall, o sea, Cat Power, tarda unos segundos en reaccionar, y lo único que acierta a decir es «Jesús». Muy distinto es lo que había acontecido años antes, en 1966, cuando antes de acometer “Like a Rolling Stone” alguien le gritó «Judas» a Bob Dylan, como reacción a su conversión a la electricidad tras sus primeros años como cantautor folk. Lo hizo entre algún aplauso, pero sobre todo entre las quejas de otros asistentes al concierto. Sucedió al final de “Ballad of a thin man”, antes de arrancar con una enrabietada “Like a Rolling Stone”. Dylan también tardó unos segundos antes de responder «No te creo. Eres un mentiroso», para, a continuación pedirle a su banda: «¡Tocad jodidamente alto!».

Hasta en ese detalle involuntario —porque no parece haber sido planeado por Cat Power como parte de su espectáculo— se palpa la recreación casi exacta del disco de Bob Dylan Live 1996: The Royal Albert Hall concert (1998), grabado realmente el 17 de mayo de 1966 en el Free Trade Hall de Manchester, Inglaterra. El resto son las quince canciones interpretadas en el mismo orden, con el mismo reparto entre temas acústicos y eléctricos y grabado cincuenta y seis años después, esta vez, sí, en el Royal Albert Hall londinense.

¿Era necesario esta recreación? En absoluto. Pero también es cierto que Cat Power no es la primera que hace lo propio con un disco íntegro de otro artista. ¿Y el resultado? El álbum deja clara la capacidad como intérprete de Chan Marshall, aportándole su propio fraseo y nuevas aristas, mientras que su rendición literal y reverente resulta ajustada al original, aunque nadie debe esperar nada de la subversión de sus otros álbumes de versiones (The covers record, 2000, Jukebox, 2008, y Covers, 2022).

Anterior crítica de discos: The winding way, de The Teskey Brothers.

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