Rubén Pozo: «Cada vez tengo menos mitos»

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PISTAS

«Lo más cerca que un humano ha estado de ser Dios, musicalmente, es Jimmy Page en los setenta»

 

Desparramando naturalidad y sin más pose que un poco de cuero de vez en cuando, Rubén Pozo sigue presentando en directo el disco que alumbró el año pasado, Vampiro. Un trabajo, el cuarto en solitario —sin contar los previos con Buenas Noches Rose, Pereza o Lichis— en el que sigue su senda rocanrolera, de pluma directa y sincera, hablándonos en ese lenguaje callejero y espontáneo tan suyo que nos cautivó hace ya varias décadas. El 16 de junio le esperan en L’Hospitalet, en el Oncle Jack; el 15 de julio en Alicante, en Euterpe, y el 21 de julio en Madrid, en la Moby Dick. Y a su gira solista se añade una de las sorpresas de 2023: abrirá los tres bolos que dará Leiva en el WiZink de Madrid los días 19, 25 y 26. Una noticia celebrada por aquellos que siguieron a Pereza a principios de los dos mil y por muchos de los seguidores de ambos en solitario. Apenas quedan entradas para agotar los tres palacios, las últimas disponibles son para el día 25. Pero, pase lo que pase a la vuelta de la esquina, Rubén sigue enredado entre canciones, furgonetas y paseos por el campo con sus perros. Y posa con uno de ellos: Lucho.

 

Último libro que has leído.
Al oeste de Roma, de John Fante.

 

Última película que has visto.
Los Fabelman, de Steven Spielberg.

 

Última serie de televisión que has visto.
The last of us.

 

Último disco que has comprado o escuchado.
Sleepwalker, de The Kinks.

 

Último descubrimiento musical.
Me da un poco de vergüenza porque llego tardísimo: The year of the cat, de Al Stewart. El disco entero, la canción ya la conocía. También Jordana B y alguna canción suelta de Pimp Flaco y Kinder Malo.

 

¿Cuál es el mejor concierto que has visto en tu vida?
He disfrutado muchos, pero ante esta pregunta el que siempre se me viene a la mente es AC/DC en el WiZink Center, debía ser 2013 o por ahí. Se me levantaba el puño en los estribillos sin querer. Sin ironías ni coñas.

 

¿Qué música escuchas cuando estás de gira?
De gira me gusta escuchar lo que ponen los demás. Descubrir cosas que no están en mi radio de acción. Me gustaron hace poco Los Telepáticos porque los puso el guitarrista Víctor Pescador volviendo de un bolo.

 

¿Cuál ha sido tu peor experiencia como músico?
Mi peor experiencia como músico será cuando escuche una canción compuesta e interpretada íntegramente por una Inteligencia Artificial y me guste de verdad.

 

¿Practicas algún deporte?
Sacar a los perros por el campito. Hace un tiempo iba a jugar al pádel porque tengo una pista cerca. Pero duró poco. Poco deportista he salido. Juego un poco al billar americano, pero con birras y cigarros mediante. Por charlar haciendo algo, vaya.

 

¿Eres aficionado a algún deporte?
No veo ningún deporte. Si acaso las Olimpiadas un poco. O sigo a la selección en los Mundiales y luego ya me veo la final y semifinales sea quien sea. La final de Argentina contra Francia del último Mundial me encantó. Lo vi solo y lo gocé.

 

Ciudad favorita.
Mi ciudad preferida actualmente es cualquiera pequeña, poco gentrificada y con mucha vida de calle.

 

Bebida preferida.
Agua y después cerveza.

 

Comida.
Cualquiera en buena compañía. Buena conversación. Lo único que no como es sopa de ajo, porque hay cosas ahí flotando que tienen textura como de mocos. En cualquier caso esto es algo que decidí de niño y no he vuelto a probar esa sopa. Probablemente ahora me guste.

 

Tus mitos musicales.
Cada vez menos mitos, la verdad. Pero vaya, los de siempre. Los de cualquiera que pase de los 40 y haya escuchado mucho anglosajón de la segunda mitad del siglo XX. De Marley a Clapton y de la Velvet a Dream Syndicate y todo lo que hay en medio. Y mi Kiko Veneno, mi Sabina, mi Aute, Serrat y todos esos que prestan atención especial a las letras. Para mí lo más cerca que un humano ha estado de ser Dios, musicalmente, es Jimmy Page en los setenta.

 

Un vicio confesable.
El tabaco.

 

Afición desconocida.
Me encantan los tebeos.

 

Un placer musical culpable.
Me gustan cosas de Charli XCX de hace unos años. “Break the rules” del disco Shucker. Su single “Boom clap” me apasiona. Lo digo en serio, ¿eh? El pop para niñas de los primeros dos mil. Britney y ese rollo. Son producciones increíbles. Cosas de Fresones Rebeldes. Aerolíneas Federales. Una canción en castellano de pop acelerado con una chica cantando no profesional ya me tiene ganado de primeras. Y si la canción está escrita con cierta gracia ya doy saltos por la habitación con el volumen a tope. La canción de Charli XCX no es “Break the rules”, es “Breaking up”, ¡menudo temazo! Y “Boom clap” es una absoluta delicia. Una canción sobre enamoramiento atemporal. Un clásico. Ni placer culpable ni leches.

 

¿Con quién te gustaría compartir estudio o escenario?
Con cualquiera que me caiga bien y tenga un humor similar.

 

¿Cuál es el disco que más has escuchado en tu vida?
Probablemente Sticky fingers, de los Rolling y Five de JJ Cale. Me gusta decir los Rolling más que los Stones.

 

¿Qué canción te gustaría que sonase en tu funeral?
“Albatross”, de Fleetwood Mac.

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