Rockola, Discos. 18 de julio de 2008

Autor:

Rockola, Discos. 18 de julio de 2008Federico Aubele
Panamericana

UNIVERSAL

El argentino Federico Aubele estuvo algunos años fuera de Buenos Aires y tuvo que regresar porque, como él mismo cuenta, todas sus raíces personales estaban allí y las musicales, pese al tiempo pasado en Europa, le unían indefectiblemente a América: reggae, tango, hip-hop, bolero… Perseguido por la idea de hacer un disco “influenciado por la idea de las Américas”, dio forma a este Panamericana –su segundo álbum–, cuyo título hace referencia a esa autopista que recorre de norte a sur el continente americano.
Panamericana sí, bebe de esos ritmos pero bajo el manto de una electrónica suave, esencialmente lounge, sobre la que pasea la voz de Aubele o la de Natalia Clavier (todo un descubrimiento). Panamericana es como un lectura contemporánea de los sonidos del continente, con especial preferencia por los de América Latina, imbuidos de un pop electrónico que en algunos pasajes puede recordar a las experiencias de Gotan Projet o Bajofondo, pero con identidad propia, sonando original y a algo nuevo.
Canciones tan cautivadoras como “La esquina”, “María José”, “La orilla”, “Este momento” o “Lluvia”, hacen comprender por qué Aubele se pasea de manera habitual por los escenarios de Estados Unidos o Inglaterra.
JUAN PUCHADES.

Portishead
Third

UNIVERSAL

Está claro que Third es un disco extraño que no guarda correlación con ninguno de los anteriores de Portishead (lo que lo hace justamente maravilloso por cuanto impredecible) y que requiere mucho de quien lo escucha. Quien admita esto y sepa desmarcarlo de la producción anterior del trío de Bristol será capaz de disfrutar de Third en toda su plenitud y, además, agradecerlo. Hay momentos muy naíf en los que la voz de Beth Gibbons es suficiente marca de reconocimiento (“Deep water”, por ejemplo, y su oukelele), pero también otros más brutales (como “Machine gun”) que admiten que Portishead no han querido tirar ni mucho menos por el camino fácil. Para lograrlo, Geoff Barrow, Beth Gibbons y Adrian Utley se han desentendido de muchas de sus armas más arquetípicas (el sonido onírico cinematográfico, por ejemplo, quizá presente tan sólo en “Hunter”; o los “loops” y programaciones típicos de los 90), claramente sustituidas aquí por distorsión de guitarra, percusiones lóbregas y teclados espectrales, elementos nada ajenos a la producción habitual en el krautrock o el más reciente post-rock, géneros con los que claramente se puede alinear esta obra. No es mal truco hacer un disco cada diez años, si a nadie se le ocurre así comparar tu disco nuevo con el inmediatamente anterior. Que se lo digan a Kraftwerk.
GERNOT DUDDA.

Donna Summer 
Crayons

BURGUNDY/SONY BMG

El retorno de las grandes estrellas del pasado suele ser pesado y lastimoso: o ambientes tipo Las Vegas o falsa modernidad. Son pocos los que despliegan su personalidad sin parodiarse y sin cegarla y entre esos pocos está Donna Summer, grande en sus años de éxito y modélica hoy al presentar un disco sin asomo de nostalgia y sobrado de lo único que se le exige a la música de baile: hedonismo y elegancia.
Un disco que se lleva nada menos que diecisiete añitos con el anterior y que en el single escogido para Europa, “Stamp your feet”, encuentra algo que había perdido hace algo más que esos diecisiete años, esa voz de timbre equilibrado entre la inocencia y la pasión. Y aunque ha contado con los productores de las estrellas de la música negra actual, no la han sobreproducido, lo que conlleva un aire más natural en las composiciones. También lo tiene el single que se escogió para América, “I’m on fire”, la que más sigue el patrón de los 70 en sus armonías.
Pero como anuncia el título, éste es un disco lleno de colores, y en el que la bostoniana –la creación de las canciones es suya– ha querido incluir tradiciones sonoras que refrescan el conjunto sin hacerlo incoherente. Ahí están las cortinas de reggae con arreglos a lo Justice que canta Ziggy Marley en la canción que da título al LP, la bossa nova canónica en “Drivin’ down Brazil», el rock dance a la manera de los Go Team! en «Mr. Music» o el baladón a la antigua usanza que es “Be myself again”.
Tan variado es que hasta se inventa una delicia que como “Sand on my feet” y que tiene que ver más que cualquier otra cosa con Sarah Records o con el pop sueco actual, con la sensibilidad, con el conjuro por la belleza. A ver si hay otra diva con redaños para hacer lo mismo.
CÉSAR PRIETO.

Rupa & The April Fishes   
Extraordinary rendition

CUMBANCHA/KARONTE

La mera mención grupo-del-área-de-la-bahía-de-San-Francisco sugiere escalofríos de placer para la música. Rupa es una mujer de origen indio nacida en los años 70 en plena Costa Oeste y dedicada ahora a la Medicina, que tuvo un serio intervalo vital en el sur de Francia. Canta por tanto en inglés, francés e hindi, y su música goza de varias anomalías importantes: no tener nada que ver con el rock con el que tradicionalmente se asocia a la bahía, para albergar ritmos e influencias de lo más disperso y enriquecedor (folk estadounidense, cumbias latinas, tango, swing gitano, chanson francesa, ragas indias, la jadeante animosidad del klezmer…). A su inesperadamente sensual y frágil voz le acompaña una banda que incluye guitarra, contrabajo, chelo, acordeón (¡y bandoneón!), percusión y trompeta. Todo un descubrimiento que hace honor a esa gran verdad que dice que San Francisco es la ciudad culturalmente más bohemia y europea de América, y lo demuestran en sus actuaciones, que son todo un jolgorio mezcla de circo y carnaval.
GERNOT DUDDA.

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REEDICIONES Y RECOPILATORIOS

Dennis Wilson
Pacific ocean blue

LEGACY/SONY BMG

La etiqueta de la portada dice la verdad: se trata del primer álbum en solitario publicado alguna vez por un Beach Boys, aunque para eso hubiera que esperar a 1977. Y ganas no le faltaron a ninguno; intentos perdidos una y otra vez en kilómetros y kilómetros de cinta magnetofónica registrados en sus Brother Studios de Santa Mónica que por una u otra razón (las giras, los conflictos discográficos, los conflictos con otros músicos, inconstancia, las drogas…) nunca acabaron convertidos en los surcos adecuados. Esta vez no fue mucho más diferente. Ni siquiera había salido a la venta el disco cuando Dennis ya estaba grabando las sesiones de lo que sería el siguiente, Bambu. El talento del batería de los Beach Boys, el único que surfeaba de verdad, había sido hasta el momento ninguneado y subestimado por sus viejos compañeros, pero en esta grabación dejó a todos con la boca abierta, Brian Wilson incluido.
    Fue aquí sobresaliente como cantante, compositor y productor, capaz de medirse con hombres-orquesta de la talla de Al Kooper, Phil Spector o Todd Rundgren. Ésta es una de esas grabaciones que huelen a ocaso y precisamente por ello deja un amargo pero reconfortante sabor de obra crepuscular, obra maestra. El sello Legacy lo acaba de reeditar en dos compactos que incluyen la grabación íntegra de Pacific ocean blue y las Caribou sessions del mencionado (aunque inexistente) Bambu, amén de fotos, notas interiores y varias tomas del célebre “Holy man” o las inéditas “Tug of love”, “Only with you” o “Mexico”. Aun así, nadie se atreve a pensar en el número de cortes que todavía existen y que no han visto la luz.
GERNOT DUDDA.

Varios
Melenudos

GORILLA RECORDS

Desde la aparición hace ya unos años de las serie recopilatorias Viñedos y El soul es una droga y más recientemente Sensacional soul, Underground vibrations y Papagayo, ha  crecido el interés por recuperar las grabaciones del pop español de los sesenta y setenta. Melenudos (disponible en CD y LP) sigue esta senda y aglutina quince canciones extraídas de oscuros singles de soul, beat, freakbeat y garaje. Y como suele suceder en este tipo de discos los temas más sorprendentes los aporten artistas que la mayoría de aficionados consideran, como mínimo, unos horteras. En Melenudos este honor corresponde a Rudy Ventura, el prolífico trompetista catalán que en la primera mitad de los setenta actualizó el sonido de su conjunto de baile y se apuntó al “underground” más asequible como demuestra en el tema “Sigo soñando”. En una tesitura parecida se encuentran Los Ros, una formación beat valenciana que en 1969 editaron una perla soul-pop titulada “Cuéntame cosas tuyas”.
    Cantantes y músicos de diferentes nacionalidades fueron muy importantes para la escena musical española de los sesenta y en Melenudos encontramos dos ejemplos. Por una parte, el cantante afroamericano Eddie Lee Mattison, cuya orquesta interpreta el instrumental “Grey frog”. Por la otra, Shelly y la Nueva Generación, un combo con cantante venezolana que a menudo ha sido comparado con Julie Driscoll & The Trinity y de los que se ha incluido el tema “La mujer diablo”.
    Entre los artistas más conocidos están Alfonso Santiesteban, cerebro gris de los Calibre 38, o Lorenzo Santamaría “frontman” que canta  “Wake me” al frente de los Z-66. Una “delicatessen” para arqueólogos del pop español. Es sorprendente cómo continúan apareciendo canciones que merecen la pena ser recordadas y compiladas en discos como éste. No obstante, la avidez por conseguir los temas necesarios para llenar un LP puede provocar que, a veces, la canción se extraiga directamente de un single que no está en perfecto estado o no se masterice correctamente. La calidad de la recopilación se resiente como ha pasado en alguno de los cortes incluidos en la versión de vinilo de Melenudos (nos consta que en el CD se ha subsanado el problema).
ÀLEX ORÓ.