El polémico rockero argentino Pity Álvarez ha aceptado dar clases de guitarra a los niños de un centro comunitario a cambio de no ir a juicio por una causa que se sigue contra él por “amenazas coactivas cometidas mediante el empleo de armas”. El juez le concede la libertad condicional y levanta la prohibición de alejarse a más 500 metros de su casa, por lo que puede volver a dar conciertos. Álvarez tiene otras dos causas pendientes, una por tenencia de armas y otra por violencia doméstica, que espera que se resuelvan como la primera.
En una rueda de prensa ofrecida junto a su abogado, Pity Ávarez dijo que “Me estaban impidiendo expresarme como artista, quería tocar, ir al interior y actuar para la gente, ahora me dieron la ‘probation’ y la voy a cumplir”. Y aseguro, “Soy un pibe bueno, nada más que me estoy poniendo viejo”.
