Ochenta años de Keith Richards

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Keith Richards cumple 80 años hoy, 18 de diciembre de 2023, una edad a la que muy pocos pensaron que llegaría el guitarrista de los Rolling Stones, famoso por su infernal estilo de vida, quizá el prototipo de esa terna salvaje que se conoce como sexo, drogas y rock and roll. Pero Richards, casado hace cuarenta años con la ex modelo y ex actriz Patti Hansen, no es exactamente el personaje monolítico que reflejan los medios de comunicación. Kiz es un lector voraz de libros de historia, un hombre cultivado, dueño de una extraordinaria biblioteca, un espíritu inquieto y un músico de gusto exquisito, devoto del country, el blues arcaico, el rock and roll y el reggae, que merece un lugar de excepción en el podio del rock, tanto por su contribución esencial al imaginario de los Stones, como por sus producciones en solitario y sus colaboraciones con otros artistas. Para felicitarle como merece, Luis Lapuente elige quince de sus grabaciones esenciales.

 

Selección y texto: LUIS LAPUENTE.

 

1.- Keith Richards: “Run Rudolph run”

Su primer single, grabado en los estudios de Island en 1976, con Ian Stewart en los teclados. En la cara B del single, Richards dejaba entrever su devoción por el reggae con una esmerada versión el clásico de Jimmy Cliff “The harder they come”, donde le acompañaban Ron Wood en las guitarras y Charlie Watts en la batería.

 

2.- The Rolling Stones: “Happy”

Exile on Main Street (1972) es el mejor doble, o casi, de la historia del rock, con un Keith Richards más canalla y mercurial que nunca (“Happy”) y unos estribillos adhesivos como no se escuchaban desde los años dorados del rock and roll (“Tumbling dice”, “Rocks off”, “Rip this joint”). Versiones de Slim Harpo (“Shake your hips”) y baladas excitantes (“Sweet Virginia”). Mick Taylor en la cumbre de su magisterio. Quien no tenga ninguno de sus discos, que empiece por este.“Happy” es, probablemente, la mejor canción de Keith Richards y una de las mejores de la discografía de su banda. Keith tocó bajo y guitarras y cantó, con el productor Jimmy Miller en las percusiones. Una de esas canciones que parece que estaban flotando en la atmósfera desde siempre.

 

3.- The Rolling Stones: “You got the silver”

Del glorioso Let it bleed (1969), este country blues arrastrado es la hermosa declaración de amor de Kiz a Anita Pallenberg, su primera pareja, madre de sus tres primeros hijos: «Oh nena, tienes mi alma. Tienes la plata, tienes el oro. Si ese es tu amor, simplemente me dejó ciego». La primera canción que cantó en solitario en un disco de los Stones, una de las más personales y brillantes de su legado.

 

4.- Keith Richards: “Trouble”

El espíritu indómito de los viejos Rolling Stones palpita en discos como Crosseyed heart, que firmó Keith Richards en 2015 con su banda particular, los X-Pensive Winos, el mejor de calle de la marca Stones en mucho tiempo. Un álbum que pellizca en todos los estilos favoritos del bueno de Kiz, generoso en sus guiños al soul de Memphis, el country canalla, el blues de todos los colores y el reggae jamaicano. Que cuenta con momentos tan sublimes como los guitarrazos de “Heartstopper”, “Blues in the morning”y, sobre todo, “Trouble”, puro rhythm and blues de los pantanos. O como esa deliciosa recreación del clásico de Gregory Isaacs, “Lover is overdue”, dejando incluso un hueco para el blues arcaico en la enésima versión de “Goodnight Irene”, que Richards canta arrastrando una dicción cristalina, al estilo del Dylan crooner de Shadows in the night.

 

5.- Keith Richards and Toots & The Maytals: “Pressure drop”

Con ese inteligente sentido del humor que ha depurado con el tiempo, Keith Richards respondió hace diez años a un aficionado acerca del secreto de la inmortalidad: «¡Aún no he llegado! De momento todo va bien. Creo que una vida limpia y sana, mucho ejercicio, ir a la iglesia los domingos…». Y a continuación añadió: «No hay nadie en mi familia que haya tenido algo que ver con la religión organizada… Gracias a Dios, de lo contrario los domingos habrían sido aún más aburridos de lo que eran… No quiero ver a mi viejo amigo Lucifer todavía. Es a él a quien voy a ver, ¿no? No voy a ir al Otro lugar, afrontémoslo». Por si acaso, Keith hace méritos elevando a los altares del ska este clásico de Toots & The Maytals, “Pressure drop”, grabado por Richards y Toots Hibbert y su banda durante las sesiones del álbum de estos últimos True love (2004).

 

6.- Marsha Hansen & Keith Richards: “I got a robe”

Cuñada de Keith Richards y de su esposa Patti Hansen, la artista negra Marsha Hansen está casada con Rodney Hansen, un pastor luterano hermano de Patti. Marsha Hansen canta góspel y, en 2006, escribió un libro titulado Mysoul is a witness: the message of the spirituals in word and song; Richards toca y canta en el estupendo cedé que acompaña al libro (con músicos como su amigo Blondie Chaplin, ex miembro de los Beach Boys). Marsha dijo acerca de su cuñado: «Keith me parece un hombre intelectualmente reflexivo y espiritual, pero definitivamente no lo etiquetaría como cristiano en un sentido tradicional. Sin embargo, veo en él a un hombre que vive los preceptos que Jesús enseñó y que honra a Dios en su vida interior. La religión institucional no es para él». Keith participa de manera esencial en dos de las mejores canciones del cedé, “Rock in Jerusalem” y “I got a robe”.

 

7.- Keith Richards: “Hurricane”

Richards escribió este blues acústico en París, cuando se cumplía un año de los atentados del 11-S. «Intenté trasladarlo a la música folk, básicamente como un desastre y no como algo político. Cuando la mierda golpea el ventilador y tú eres un músico que entra justo después, ¿qué dirías?». La canción se publicó tras el desastre del huracán Katrina; los fans que donaron dinero a la Cruz Roja en la gira de los Stones de 2005 recibieron copias en cedé de la canción, con la letra escrita a mano por Richards.

 

8.- Keith Richards: “Make no mistake”

De su primer álbum en solitario, Talk is cheap (1988), al frente de su propia banda, los X-Pensive Winos, donde estaban el percusionista Steve Jordan, el teclista Ivan Neville y el guitarrista Waddy Watchel, además de Mick Taylor, Bernie Worrell y Johnnie Johnson. La pieza más popular del disco fue “Take it so hard”, lanzada como single, pero la más apetitosa es “Make no mistake”, una producción de Willie Mitchell, con los Memphis Horns y la ex Labelle Sarah Dash en los coros, una gema de soul sureño imbricado con reggae.

 

9.- Wingless Angels: “Rivers of Babylon”

Keith Richards admitió que, con los años, se siente más espiritual y que esa es la razón por la que colaboró con el cantante jamaicano Justin Hinds en su álbum Wingless angels. Y añadió: «El espíritu me rodea. Mucho. Por eso hice el álbum Wingless angels: música muy espiritual. Pero la mía es una espiritualidad muy nebulosa. No me gustaría ponerle un nombre. No me gustaría hacer apuestas. La religión se parece demasiado a Las Vegas. “Oh, te has equivocado de Dios. Lo siento, es Alá”. Prefiero adoptar el punto de vista más amplio».
En 1975, sus amigos jamaicanos le regalaron a Keith Richards unos tambores de akete de piel de cabra y vaca, con la condición de que los dejara madurando veinte años para que sonaran como se debe en una sesión de música Nyabinghi, esa especie de góspel tradicional rastafari. En noviembre de 1995, los tambores estaban listos para que el grupo al que Keith llamó Wingless Angels (que incluía al veterano cantante de ska Justin Hinds) tocara una ceremonia de Grounation, el día sagrado de los rastas, el 21 de abril. Keith añadió la guitarra mientras coreaban y cantaban canciones que iban desde “Rivers of Babylon” a viejos himnos irlandeses. Después pasó dieciocho meses grabando y mezclando antes de publicar Wingless angels en su sello Mindless, subsidiario de Island Records. Fue el álbum más intensamente espiritual de su carrera.

 

10.- The Rolling Stones: “Little T & A”

«He visto trabajar a los putos tops, tipos como Joe Tex, Solomon Burke, James Brown, el jodido Otis Redding, Curtis Mayfield y los Impressions, Chuck Willis, el puto Sam Cooke, Bobby Womack… He visto trabajar a los tops, ¿vale? Al maldito Count Basie, ¿sabes lo que quiero decir? ¡Así que no me vengas con el puto Bruce Springsteen!». Así se las gastaba Keith Richards en una entrevista en 1986 para el New Musical Express. Y así lo demuestra en este rock and roll, al más puro estilo de esos músicos negros que tanto admira, incluido en el álbum Tattoo you (1981), de los Stones, quizá la canción de Richards más devota del imaginario de Chuck Berry.

 

11.- Keith Richards: “Hate it when you leave”

Para muchos, la cima de su imaginario; una confesión muy personal incluida en el álbum Main offender (1992). En “Hate it when you leave” (“Odio que te vayas”), Keith Richards desnuda sus sentimientos, explicita su deseo de recluirse en la intimidad de la vida familiar, con sus amigos más cercanos, lejos de las giras de la banda. Muy recomendable buscar la versión grabada en directo en Londres con su banda, en un concierto extraordinario donde también interpretó “Happy”, “Gimme shelter” y “Before they make me run” (disponible en la edición especial del año 2022).

 

12.- The Rolling Stones: “Coming down again”

Keith Richards ha firmado unos cuantos clásicos absolutos en distintos álbumes de los Stones (“Memory motel”, en Black & blue, o “Slipping away”, en Steel wheel’s, por ejemplo), pero pocos como esta canción autobiográfica del álbum Sopa de cabeza de cabra (1973). Una confesión a tumba abierta acerca de su adicción a la heroína y de su complicada relación con la ex novia de Brian Jones, Anita Pallenberg, que sería su pareja entre 1967 y 1980, y con la que tendría tres hijos, el último fallecido por muerte súbita con solo dos meses de edad. Una pieza excepcional, agridulce, sombría y al tiempo luminosa, con Nicky Hopkins al piano y Bobby Keys y Jim Horn en los metales.

 

13.- The Rolling Stones: “Before they make me run”

Una de las gemas en bruto del álbum Some girls (1978), un grito desgarrador desde lo más profundo de su corazón, grabado por Keith Richards en solitario en París, después de haber librado una dura batalla legal para evitar la cárcel, tras haber sido detenido en Toronto por posesión de una gran cantidad de heroína. Se libró de una larga condena al aceptar un tratamiento con acupuntura eléctrica y de sustituir la heroína ¡por el Jack Daniels!

 

14.- The Rolling Stones: “Connection”

Una de sus favoritas, joya oculta en el elepé Between the buttons (1966), que los Rolling Stones y el propio Keith siempre han tenido en su repertorio. En la grabación original comparte micrófono con Jagger, pero la canción es esencia pura de Keith Richards, oscura, paranoica, vibrante: «Inspeccionan mis maletas minuciosamente. Me pregunto por qué sospechan de ellas. Se mueren por agregarme a sus colecciones y no sé si me dejarán ir. Conexión, simplemente no puedo hacer ninguna conexión, pero lo único que quiero hacer es volver contigo».

 

15.- Keith Richards: “My babe”

A veces, hay bonus tracks que valen su peso en oro. Es el caso de esta esquelética y apasionante revisión del clásico de Willie Dixon “My babe”, publicada en la reedición de 2019 del primer álbum de Kiz, Talk is cheap. Cuenta con una de sus interpretaciones vocales más entregadas y un respeto absoluto, casi devocional, por los mimbres de ese primitivo rhythm and blues que fue la seña de identidad de la banda de rock and roll más grande de la historia.

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