“Mar antiguo”, de El Último de la Fila

Autor:

EL MIÉRCOLES, CANCIÓN

«Se nota el poso, se nota el rodaje, se nota la nueva dirección de la embarcación sin perder una pizca de melancolía»

 

La revisión que ha hecho El Último de la Fila de “Mar antiguo”, una de las canciones que grabaron para Astronomía razonable en 1993, se convierte en nuestra favorita de la semana en El miércoles, canción. Por Arancha Moreno.

 

Texto: ARANCHA MORENO.

 

Qué generosos son Manolo García y Quimi Portet, que ajenos a los cantos de sirena de los múltiples seguidores y promotores que demandan la vuelta de El Último de la Fila, de golpe y porrazo van y nos regalan Desbarajuste piramidal, un nuevo álbum regrabando algunos de sus magníficos temas. Y lo hacen meses antes de celebrar el 40 aniversario de —déjenme decirlo, ¡y atrévanse a rebatirme!— el dúo más querido del pop español de los ochenta y los noventa. Sin buscar la efeméride, sin decir nada. Así, sin preaviso, van y disparan unos cuantos dardos, bien centrados al pecho, que nos recuerdan por qué les echamos tanto de menos.

El primero fue “Lejos de las leyes de los hombres”, que nos pilló de improviso y nos robó un puñado de sonrisas y festejos privados. Y ahora le toca el turno a “Mar antiguo”, una de las joyas de Astronomía razonable, aquel que contenía “El que canta su mal espanta”, “Lápiz, tinta” o “Como un burro amarrado a la puerta del baile”, que fueron algunos sencillos de aquel álbum. Su sexto disco, el penúltimo compás que publicaron antes de disolverse en aquel triste 1998.

Aquel “Mar antiguo” fue la única canción del disco que mostró dos caras, dos pieles. Una, con letra y música, y otra solo instrumental. La primera empezaba casi pequeñita, con una guitarra solitaria, de aire nostálgica, sobre la que se erigía la voz de Manolo: «Dejé la estepa / cansado y aturdido; / pasto de la ansiedad. / No hay otros mundos / pero si hay otros ojos, / aguas tranquilas,/ en las que fondear». Con los ojos de hoy, una interpreta aquella letra como una despedida adelantada, como un marinero cansado de surcar los mares que desea, por fin, llegar a tierra. Volver a casa, tomarse el café en la cocina, bajar al bar y recuperar la vida que solo existe fuera de los escenarios. «Te he echado tanto de menos / patria pequeña y fugaz; / que al llegar cruel del norte el huracán / no se apague en tu puerto el hogar», canta Manolo, preso de la «nostalgia de un futuro azul en el que anclar». Habría que preguntárselo, no obstante, a Quimi, autor de la letra. De la música, como solían hacer, se encargaron los dos.

Alineada con la letra en su melancolía, la versión de 1993 crecía discreta hasta el tramo final, en el que se convierte en una canción de hechuras clásicas, con un planteamiento orquestal que arropa la voz pero casi de puntillas, en segundo plano. Fue en la segunda versión donde desplegaron las velas instrumentales, dejando que la música se apropiase por completo del timón.

En su versión de 2023, este “Mar antiguo” suena completamente remodelado. Ya no arranca con una guitarra desnuda, sino con una banda que plantea la canción de manera conjunta, punteando emociones, y con un Manolo García que canta con una entonación más baja, más profunda, más sabia. Se nota el poso, se nota el rodaje, se percibe la nueva dirección de la embarcación sin perder una pizca de melancolía. Y conforme avanza la travesía, la música se torna industrial y la voz suena futurista. Sin duda, los treinta años que arrecian sobre este “Mar antiguo” no le han restado esa vis melancólica, y sí le han dado más empaque a la música y el texto. Casi podemos darle la vuelta a aquellos versos y entenderlos desde otra óptica: ahora, lo que se echa de menos es la patria fugaz que fue El Último de la Fila.

¿Así sonaría El Último de la Fila si elaborasen material nuevo a las puertas de 2024? Tal vez. Lo cierto es que degustamos con placer los proyectos solistas de Manolo y Quimi, pero cuando unen sus fuerzas nos revuelven de una manera inexplicable. Por eso este “Mar antiguo” se ha convertido en nuestra canción favorita de El miércoles, canción; por eso esperamos con avidez la llegada del 1 de diciembre para escuchar, íntegramente, el Desbarajuste piramidal que han preparado justo cuando se cumplen 25 años de su bifurcación. “Insurrección”, “Aviones plateados”, “Lejos de las leyes de los hombres”, “Sara”, “Soy un accidente”, “Querida Milagros”… Veinticuatro grandes canciones que volverán a desfilar ante nuestros oídos con la sabiduría del presente y con el feeling del pasado, que es mucho más de lo que se espera de cualquier banda un cuarto de siglo después. De acuerdo, Manolo; está bien, Quimi: vosotros ponéis las reglas. Manejad el timón como queráis, que siempre será un gratísimo placer encontrarse con una de vuestras canciones en cualquier orilla.

Al margen de este regreso de El Último de la Fila, hay otras tantas novedades musicales que nos han acompañado en los últimos días. Las últimas canciones de Atkims Cave, Corizonas, Drugos, El Kanka, Ice Nine Kills, Idles, Lau Noah junto a Sílvia Pérez Cruz, Marilia Monzón, Nacho Vegas, Putochinomaricón, The Kleejos Band o Vetusta Morla y Valeria Castro. Aquí puedes escucharlas todas.

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