La Semana Bizarra 23 – 30 octubre 2007

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De locos: Britney Spears pasa con su coche por encima del pie de un cámara (la cosa sucedió el 18 de octubre en Beverly Hills) y el calcetín que calzaba el susodicho reportero, que incluye la marca de la rueda del vehículo de la muchacha, se subasta en internet, donde algún tarado paga unos 400 euros por él… Todo se justifica, menos la estulticia, porque los beneficios irán destinados a una ONG. Pero esta fábrica de noticias chorras en que se ha transformado Britney, no para: Ahora intenta que las sesiones del juicio por la custodia de sus hijos no se graben para que no acaben en Youtube o similares. Algo razonable, añadamos.

Un pastor de una iglesia de Kentucky, preocupado por la vida de Britney, ha pedido a sus fieles que envíen cartas a la cantante con el mensaje «Jesús te quiere». El buen hombre, pidió a sus parroquianos: «Tomad unos minutos y escribid una nota a Britney Spears. Sin sermonear, sin criticar. Sólo con amor. Como congregación, amemos a Britney Spears como Jesús la ama». Resultado: El buzón de la estrella estos días está a rebosar.

Para acabar por esta semana con la bizarra Britney Spears, hablemos de su madre, Lynne Spears, quien ha firmado un contrato con un editor para escribir un libro, a publicar en 2008. La «obra», versará sobre «la historia personal de Lynne a la hora de criar hijos famosos, viniendo de una comunidad humilde del estado de Luisiana». Tema quizás equivocado ya que, dado lo cabeza loca que es su hija, no promete resultar muy exitoso como manual educativo o de autoayuda…

Siguiendo con relaciones familiares: Si no teníamos bastante con el siniestro de pacotilla Marilyn Manson, ahora su novia, la actriz Evan Rachel Wood, parece que anda preparando su asalto a la música y perfila un primer disco. Supuestamente, habría firmado un contrato con la misma discográfica que acoge a su novio. Qué miedo.

Shakira últimamente también acapara titulares, pero por su bien dotada anatomía: Primero fue la difusión de su imagen en un concurso de hermosos traseros cuando era jovencilla –venganza de un manager despechado que pretendía desacreditarla–, ahora sus movimientos de cadera han escandalizado por su «inmoralidad» en Afganistán, al emitirse por televisión un concierto suyo en pleno Ramadán. El escote, el ceñido vestido y sus piernas desnudas lograron que el ministro de Cultura condenara la emisión.

Los años amansan a la fieras. Porque de otro modo no se entiende que Keith Richards, poco conocido por sus obras sociales, encabezara una marcha contra el recorte del presupuesto de un hospital de la localidad de Chichester, en Inglaterra. Aunque parece que detrás de la noticia está el que Richards debe tomar una medicación diaria para prevenir un posible ataque cerebral (tras el famoso «episodio del cocotero» y la consiguiente operación cerebral), lo que le habría hecho solidarizarse con los problemas de salud.