Hola Tierra: así suena la nueva misión espacial de Antonio Arias

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«En mi mente estaba devolver las palabras allí donde fueron creadas: en el espacio»

 

Paralelamente a sus proyectos con Lagartija Nick, Antonio Arias continúa recorriendo el sendero de sus Multiversos. El cuarto volumen, que se publica el próximo día 23, adapta el poemario del astronauta Alfred Worden, que viajó a bordo del Apolo 15 en 1971. Por Arancha Moreno.

 

Texto: ARANCHA MORENO.
Fotos: FERNANDO GUTIÉRREZ LLORANTE.

 

Seis años después de Multiverso III, la ciencia vuelve a hacerse canción en manos de Antonio Arias. Y, en cierta manera, en las del astronauta estadounidense Alfred Worden, tripulante del Apolo 15 que nos contempla ya desde el más allá —y no me refiero a su tour espacial— y a quien, sin embargo, sentimos más cerca que nunca gracias al poemario en el que se basa el nuevo disco de Antonio. El libro de Worden, editado en 1974, se llamó Hello Earth, greetings from Endeavour; el disco de Arias, su Multiverso IV, se titula Hola Tierra.

Son muchos los escarceos científicos y espaciales que aborda Antonio en sus escapadas solistas desde 2009 (por no hablar, por ejemplo, de aquellos poemas sobre el universo que publicó con Lagartija Nick en 1999, en el epé Space). Esta vez Arias ha dado forma a un disco que verá la luz el próximo 23 de abril, basado en los poemas de Worden que ha adaptado y grabado en castellano y que también tiene su versión en inglés. El 4 de junio, además, editará un discolibro con canciones extra y la traducción del poemario de Al Worden, prologada por el ministro de Ciencia Pedro Duque. Un proyecto coeditado por el Instituto Cervantes, donde ha presentado el proyecto escoltado por su director, Luis García Montero, y el Instituto Andaluz de Astrofísica, en cuya representación ha acudido su vicedirectora, Isabel Márquez. La sede del Cervantes ha acogido la presentación de este proyecto, que además de disco y discolibro incluye un documental titulado Hola Tierra. El poeta que nos orbita, que también se estrenará el 23 de abril en el Festival Poético de Madrid, en el Centro Conde Duque.

 

Aliado con Anni B Sweet

Cuenta Arias, músico inquieto y profundo conocedor de la temática espacial, que muchos astronautas han vivido un momento epifánico que han desarrollado después con el arte. Quizá empujado por ello se puso a la ardua tarea de buscar el poemario de Worden sobre su experiencia en el Apolo 15, y se maravilló ante las dieciséis piezas que componen la obra, una precisa ofot de su tiempo. «En mi mente estaba devolver las palabras allí donde fueron creadas: en el espacio», ha explicado Arias. Su conexión con el género, además, es profunda: «La poesía ha hecho mi viaje desde el principio, y el viaje, para mí, es el único y más importante motivo del arte», sostiene.

Acompañando a Antonio en este inusual proyecto está Anni B Sweet, con la que ha grabado dos canciones: “Hola Tierra” y “Flotando”. Una colaboración que Arias, entre risas, describe como «natural, deseada y conveniente: con Anni era una gran manera de presentar el disco a la familia, su dicción es mucho mejor y eso me abrió la puerta de la familia». Con ella ha interpretado, a guitarra y voz, las dos canciones que comparten en el disco, “Hola Tierra” y “Flotando”, como puede verse en el siguiente vídeo (a partir del minuto 59).

Las canciones

Con el adelanto del vinilo dando vueltas en el plato, comprobamos que el mano a mano con Anni ha sido un acierto. No había mejor tripulante que la malagueña, que además de ser apasionada de la ciencia y los misterios del universo, impregna las canciones de esa ingrávida melancolía tan suya, haciéndolas flotar sin dificultad. Junto a ella, Arias traslada ese saludo a la Tierra en el que se advierte una preocupación de aire ecologista: «Hola Tierra / te agotas /la respuesta yace en ti / ignorando tus problemas / va a ser difícil vivir». Una pieza claramente hipnótica.

Entre las piezas de este disco se encuentran también “Ciclo”, más inquietante y oscura («Algo asombroso / se aproximó / la Luna ante mí / como en la canción»), y un pop a la vez vitalista e incierto titulado “Océanos”. “Paseo espacial” arranca con una narración del batería del disco, Richard Dudanski, y presenta una descripción del paisaje, la luz y el Sol de una manera tan pura como solo puede hacerlo un astronauta. Un viajero galáctico que reflexiona sobre el sentido de la vida («Tal vez el hombre esté inspirado en buscar fuera de sí para no ver sus pies atrapados en el fango») y transmite ese miedo al vacío que todos tenemos alguna vez, pero que nadie puede sentir de una manera tan impactante como alguien que flota a millones de kilómetros de su planeta: «¿Volveré? ¿Sobrevivirá esta fría caja mecánica?». Una pieza en la que Worden se despide, por lo que pueda pasar («Al mundo entero doy el adiós») y Arias transmite a través de un rock que se vuelve ensordecedor y confuso, subrayando esa sensación de estar en medio de ningún lugar. Sobre ese concepto versa otra de las piezas, “Flotando”: «No hay un lugar neutral entre la Tierra y la Luna».

 

«La poesía ha hecho mi viaje desde el principio, y el viaje, para mí, es el único y más importante motivo del arte»

 

En esta colección, de la que hemos podido escuchar un adelanto, se encuentran dos canciones hiladas por su título, “240.000 millas atrás (¿Qué son los héroes? Parte 1)” y “240.000 millas atrás (¿Qué son los héroes? Parte 2)”, que plantean esa dualidad de quien contempla, quizá, la imagen más hermosa del mundo sintiéndose, a la vez, tan poderoso como frágil: «Tranquilidad afuera, dentro ansiedad». Hay un retrato del despegue y la sensación de vacío en “Lanzamiento julio”, en la que Arias se torna distante y robótico, subrayando las atmósferas que sobrevuelan gran parte del disco. “Perspectiva”, por su parte, dibuja los colores del cosmos y “Apolo perdido” incide en esa particular mirada de alguien que contempla un paraíso inalcanzable, su pequeño y solitario Shangri-La.

 

Grabación

De la producción del disco se ha encargado Youth, que también ha grabado los bajos. Richard Dudanski y David Fernández se han hecho cargo de las baterías, Juan Codorniú de las guitarras rítmicas y solistas y Antonio Arias de la voz, la guitarra y su Fender VI. La grabación ha corrido a cargo de Iván Moreno en La Casa Estudio y se ha completado en La Barbería Estudio y Praesepe. La colección está grabada en español e inglés, y en esta última colabora también Noni, de Lori Meyers, metiendo guitarras y coros. Se escucha, incluso, la voz del propio Alfred Worden en una de las piezas, que le han servido a Arias para seguir reflexionando sobre la condición espacial y humana: «Lo que nos rodea también es una foto de nosotros mismos. La Luna es una foto nuestra de otro tiempo, Marte es otra foto de la Tierra. Nos están enseñando nuestras propias fases. Venus y Mercurio nos enseñan cómo éramos el principio y Marte, tan cerca, nos enseña cómo es el final. Tenemos que estudiar eso, porque esas heridas las vamos a ver en la Tierra, y no vamos a saber qué son», explica en el documental.

Tras el lanzamiento del disco en vinilo (el 23 de julio), el 4 de junio se editará el discolibro y se emitirá Hola Tierra en el Observatorio de Calar Alto, situado en Almería. En julio, además, planean celebrar el 50 aniversario de la misión Apollo 15 con música en directo. El despegue está cerca; el resto de los detalles del vuelo, de momento, se los reservan. Habrá que esperar a que surquen el espacio exterior.

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