Fotomatón Carlos Siles

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Fotomatón Carlos Siles

Cuántas veces habré intentado que juegues conmigo (Flor y Nata Records), es uno de los mejores discos de debut de los últimos tiempos, con el que el joven Carlos Siles encuentra, por derecho, un espacio propio en la nueva canción de autor pop española. Para saber más de él, lo enfrentamos al Fotomatón.

 

Nombre completo, fecha y lugar de nacimiento.
Carlos Siles Mallol. 25 de octubre de 1984. En la ciudad más bonita del mundo: Granada.

¿Qué música sonaba en tu casa cuando eras niño?

En mi casa ninguna. Éramos más de cintas en el coche. Recuerdo algo de The Beatles, de Mecano… Pero con apenas 12 o 13 años, ya era yo el que grababa cintas en casa para los viajes.

Si no te hubieras dedicado a la música, ¿qué te gustaría haber hecho en tu vida?
Estudié periodismo. Me gusta la comunicación y crear un gran portal de música sigue en mi cabeza. Pero tengo pendiente el mundo de la cocina. Haber hecho algo a nivel profesional me hubiera gustado. Es una espinita que tengo clavada.

Un consejo para quienes aspiren a vivir de la música.
Arriesgarse. No intentar agradar sino hacer lo que te gusta y de la manera que te sale. Intentar enfrentarse a la música de manera individual, sin complejos ni reglas. Y por supuesto, creer en lo que haces y no rendirte.

¿Cuál fue el primer disco que compraste?
Un recopilatorio de The Beach Boys.

¿Y el último?
El de Zahara.

Selecciona tres discos esenciales de tu colección.
Figure 8, de Elliott Smith. Aunque digan que es el peor porque es el más producido, a mí me parece que mantiene el equilibrio perfecto entre el optimismo y las grandes vacíos emocionales.
Sólo me has rozado, de Tulsa. Sin palabras. La fuerza, lo arenoso de la letra y la música y la voz de Miren te toca y te hunde.
12 segundos de oscuridad, de Jorge Drexler. Le pasa un poco lo que a Tulsa. Es un disco que duele. Drexler se supera en cada disco.

Un disco doble al que no le sobra nada.
The White Album (The Beatles). Aunque le sobran un par de cosas, en la época eran necesarias. Decidieron hacer uso de la libertad que tenían y abrieron muchas puertas gracias a ello.

Cita un músico al que te gustaría producir o editar un disco.
Estoy escuchando mucho ahora por Myspace a un grupo de Barcelona llamado Kelly Kapowsky y me flipan. Pero cuando canta la chica. Creo que son amateurs.

Un grupo o un cantante a quien rescatarías del olvido.
Marisol. Sigo enamorado de ella. Tuve mis dudas con la jovencita Rocío Durcal, pero Marisol me parece uno de los iconos más bonitos de la historia de España.


Elige y razona tu elección:

Serrat/Aute.
Serrat. Aunque no sea adicto a su obra, lo respeto profundamente. Por su trabajo y por sus letras. Hay gente que se ha ganado su puesto a pulso y él es uno.

Sabina/Calamaro.
Calamaro. Para mí ha sido el Bob Dylan castellano-parlante.

Los Brincos/Los Planetas.
Los Planetas. Han sido clave para cientos de grupos. Y por supuesto, porque son de Granada.

Nacho Vegas/Quique González.
Difícil. Quizás Quique González. Los respeto por igual. Pero a Nacho Vegas le tengo mucha envidia por sus coqueteos con Christina Rosenvinge.

Jacques Brel/Serge Gainsbourg.
Brel. Es un icono. Un maestro en su género.

Frank Sinatra/Elvis Presley.
Presley siempre me dio mucha lástima. Mientras que todos hubiéramos querido ser Sinatra. Pero Elvis, es Elvis. Aún recuerdo cómo daba saltos por la casa cantando “Hound dog” con diez años o los programas especiales de Elvis que grababa con el casete que emitían por Cadena 100 hace muchos años.

Marvin Gaye/Bruce Springsteen.
Gaye. Tenía alma. Es música universal.

Tom Waits/Lou Reed.
Mi cuerpo se mueve aún con el “dup, durú durú…” del lado salvaje de Lou Reed. Muy grande.

Michael Jackson/Prince.
Jackson. Mi generación ha crecido con él.

Frank Zappa/Elvis Costello.
Costello me flipa. “Pump it up” es de mis canciones favoritas de rock ‘n’ roll.

Bob Dylan/Neil Young.
Mi productor es un acérrimo fan de Young. Pero yo me quedo con Dylan. Pero no con todo.

 

Un equipo de fútbol, un político, una ciudad para vivir.
El fútbol es que me importa muy poco. Me gusta ver jugar al Barcelona. Un político… me da un montón de pena todo, la verdad. Me da pena ver cómo algo tan bonito, útil y necesario como es la representación del pueblo se haya convertido en un puñado de sectarios partidistas sin crítica, personalidad ni altura de miras. Hace un tiempo hubiera dado varios nombres, pero ahora me parece que la política, al menos en España, es algo detestable. A diestro y siniestro, ojo. Voy a lo fácil. Me quedo con Obama. Ciudad… Me encanta Madrid, pero si pudiera, tendría un piso en Granada para alguna escapada a la semana.

Un álbum de homenaje a otro artista que te gustaría poner en marcha.
A Los Piratas. Estaría genial hacer un disco de versiones más acústicas de Los Piratas.

El disco que detestas y que despierta alabanzas entre los críticos.
Pues los de Bruce Springsteen en general. No me llegan.

¿Vinilo o CD??
CD. Tengo vinilos pero es algo más fetichista que otra cosa. Quitarle el plástico a un CD es uno de mis grandes vicios.

La película que nunca te cansas de volver a ver. El libro que nunca te cansas de releer.

American beauty. El libro, Revolución en la mente, de Ian McDonald.

¿Por qué disco te gustaría que te recordaran?
Pues este es el primero. Y espero que no me recuerden por el primero, porque significaría que el resto serán peores y espero que no sea así.

Si estuviera en tus manos elegir la música que suena en los ascensores, ¿qué discos seleccionarías?
Cualquiera de Norah Jones.

¿Eres de los que opinan que su último disco siempre es el mejor?

Con el segundo, podré contestar. Supongo que será así. Uno intenta superarse y el último disco siempre se mira con más ilusión que el resto.

Échale imaginación y propón un remedio para las descargas y similares.
Yo pasaría el recibo del canon a las empresas de telecomunicaciones que todos conocemos. Después aplicaría a los discos el recorte por artículo cultural. Cogería a los jefes de las multinacionales y les preguntaría cuál fue la razón por la que un día decidieron dedicarse a la música. Prohibiría repetir más de 20 veces al día la misma canción en la misma emisora por pura salud pública. Al final… no quedaría más remedio que bajar el precio de los CDs a menos de 10 euros. Porque todos sabemos lo que cuesta un CD, pero desconocemos los maletines de dinero que se mueven para que veamos y escuchemos a las mismas cinco caras todos los días en todos los medios de comunicación generalistas. Y es que ahora los malos son los estudiantes que se bajan discos, no las empresas que juegan al Monopoly con nosotros y a ver cómo se pueden hacer más grandes todavía, más ricas y acaparar más sectores.

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