Esther Zecco, por el camino de la americana y la sencillez

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Esther Zecco:«He estado toda la vida buscando que mis discos sonaran a lo que suena este disco»

 

La compositora segoviana lanzará en plataformas su nuevo trabajo, Lo que ya sabías, el próximo 27 de octubre. De momento, como ya se puede disfrutar en formato físico, Jagoba Estébanez charla con ella para desmenuzar su esencia y ahondar en la sencillez como forma de vida.

 

Texto: JAGOBA ESTÉBANEZ.
Fotos: EDU VÁZQUEZ.

 

Más allá de la inexorable oferta de festivales y conciertos multitudinarios resiste un colectivo de músicos que sigue girando por salas, cargando con su propios instrumentos. Desde la retaguardia de la fama y los millones de reproducciones en Spotify, estos orfebres sostienen el clásico formato del pequeño directo donde priman atención, conexión, respeto, comodidad, el menor número de intermediarios posible en el negocio y, cómo no, la demostración del talento individual sobre el escenario. Esther Zecco lleva por bandera esta estirpe, abrazando la situación y disfrutando del proceso con gran conciencia situacional: «En las salas es donde ocurren cosas, porque cuando la música se profesionaliza tanto y se hace todo masivo, se pierde la magia del espacio pequeño, de la cercanía. Además, tienes que bajar al barro: tratar con el personal de las salas, programadores, técnicos…».

Nos lo cuenta la propia artista con una autenticidad abrumadora, sin buscar continuamente el foco ni levantar demasiado polvo en el camino, muy lejos de la frustración de quien equipara el éxito con la fama, sabedora de que su momento llegará: «Tendré que esperar, yo no pienso hacer el trabajo del tiempo, luchar contra el tiempo», escribió Jean Eustache para la cinta La mamá y la puta (1973).

 

Un nuevo trabajo

La cantautora publicará en plataformas el 27 de octubre Lo que ya sabías, que incluirá cuatro canciones, dos de las cuales ya han sido adelantadas en formato single el pasado mes de mayo: “Original” y “Apretar los dientes”.­­­ El disco físico se encuentra ya disponible en tiendas y a través de su página web. Quienes opten por la compra podrán acceder a una pista extra de dieciocho minutos de duración, aglutinando todo el material en directo en una sola toma a guitarra y voz, así como a un vídeo exclusivo.

 

Esther Zecco: «En las salas es donde ocurren cosas, porque cuando la música se profesionaliza tanto, y se hace todo masivo, se pierde la magia de la cercanía»

 

Tras cuatro álbumes y un epé publicados, su nueva obra orbita alrededor del rock americano, con excelsos arreglos que se asemejan al Carlos Raya de la década pasada. La grabación de Lo que ya sabías se hizo en el estudio del músico y productor Álex Larraga (Madrid), donde participaron músicos como Laura Gómez Palma (que se encuentra actualmente en la gira de Joaquín Sabina, Contra todo pronóstico), Dani Campillo (batería de Nadia Álvarez y del grupo Sonograma) o Edu Vázquez (guitarrista del disco). «He estado toda la vida buscando que mis discos sonaran a lo que suena este disco. Es cierto que en los anteriores se atisbaba un poco, pero no había llegado a este nivel de satisfacción. Gracias a estos músicos tan increíbles y a la producción, he conseguido mi propio sello alrededor del género americana», confiesa Zecco con una satisfacción propia de quien sabe que ha hecho bien las cosas, dejándose la piel en ello.

En su nuevo trabajo, la segoviana vuelve a demostrar su capacidad de absorber los sentimientos y la empatía del oyente a través de canciones pegadizas e intimistas paridas desde la autocrítica. Un ejercicio de catarsis para celebrar el desastre con un ligero y embriagador positivismo digno de Nacho Vegas.

 

Las canciones

Tras un Hammond, tres acertadas notas de Wurlitzer que tendrán mucha presencia a lo largo del tema, y una incisiva batería abren el disco con la autobiográfica «Original», una oda al consuelo de quien no termina de romper del todo una jaula de cristal. La antítesis de la ambición o discursos motivacionales, aceptando el conformismo desde la discreción y la aceptación, un medio tiempo cargado de elocuentes frases como «llevo conmigo la mitad de los complejos de la humanidad / vivir desde la cicatriz fue demasiado para mí». Ser del montón no solo está bien, sino que puede ser un privilegio, como el de haber sido nombrada canción de la semana, por Arancha Moreno, el pasado mes de mayo en Efe Eme.

 

«Su nueva obra orbita alrededor del rock americano, con excelsos arreglos que se asemejan al Carlos Raya de la década pasada»

 

Suben las revoluciones con la inconformista «Apretar los dientes», maravillosa pieza engalanada con un riff de guitarra que nos retrotrae a Sweet Jane. Esther la interpreta con una voz con atisbos de country y lapidarias frases como «soltaba la cometa, pero no se quedaba arriba».

Cuerdas afiladas en «No soy lo que ves», de una riqueza instrumental exquisita y encomiable cadencia que bien podría tener cabida en el Car wheels on a gravel road (1998) o el Essence (2001) de Lucinda Williams. Canción de banda experimentada, tres minutos colmados de una armonía celestial que son carne de gran éxito en directo.

Turno final para «El día que te vuelva a ver», el broche de oro con este tema acelerado como redención concluyente. Sonido orgánico con destellos entre pop y country, listo para celebrar un reencuentro mientras la soledad aprieta entre acordes de guitarra acústica y eléctrica, un adictivo bajo, un tímido acordeón y coros que acompañan el agradable y pegadizo estribillo.

El contenido adicional que encontrarán los compradores del álbum es un magnífico regalo para la vista y los oídos, donde la artista interpreta las canciones anteriores con su inseparable Martin acústica (más armónica en la última pieza), en un cálido estudio recubierto de madera y de una sola toma. «Quería que los compradores del disco físico tuvieran un regalo especial, ya que se está perdiendo la esencia de tener el disco y a mí me da mucha pena», señala nuestra protagonista.

El límpido sonido repleto de sutileza es embriagador, podando todos los elementos excepto las cuerdas vocales y la caja de resonancia de la guitarra. Música en su mínima expresión, la misma que promulgará Esther Zecco a lo largo de los circuitos más emblemáticos del país presentando esta belleza de obra.

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