Encore, de Carmen Boza

Autor:

DISCOS

«Una música llena de detalles que la apartan de ser fácil, pero la hacen extrañamente atrayente»

 

Carmen Boza
Encore
EO MÚSICA, 2024

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

Como muchos otros, y como parece ser tónica común entre muchos grupos y cantantes emergentes, Carmen Boza comenzó su carrera subiendo vídeos a la plataforma Youtube desde La Línea de la Concepción, su ciudad natal. Y fueron subiendo también sus visitas, poco a poco. El siguiente paso fue actuar en pequeños locales de música en directo, y el culmen la publicación de su primer disco, un epé, Lapislázuli, en 2011.

Su primer largo, La mansión de los espejos, surgió a partir de una campaña de mecenazgo en la que se logró alcanzar triple cantidad de la que inicialmente se había previsto. Tanto este, como el posterior La caja negra, fueron grandes éxitos de venta. Llega ahora un trabajo escueto, un minielepé de únicamente seis canciones, que avanza en ciertos aspectos de su música, una música llena de detalles que la apartan de ser fácil, pero la hacen extrañamente atrayente.

Hay temas de distintas texturas y que avanzan por nuevos senderos, incluso con alguna letra de carácter social. Ocurre en “Lambo”, donde rapea y combina flow con punteos de guitarra eléctrica y donde los ritmos urbanos se deslizan por paisajes de cielos opresivos que los coros finales van apuntalando.

Sin embargo, el movimiento hondo va hacia dentro, a su lucha interna, como en “El altar”, de aires clásicos en su inicio y, en cuanto entra la voz, con el añadido de los dejes flamencos a lo orquestal. Es una declaración de resistencia para cuando lleguen los malos tiempos, con instrumentación oscilante, mucho más orgánica que lo que es común en el género. También aparecen demonios interiores en “Anestesiada”, más sofisticada, con fondos delicados, casi melosos, de un soul suave heredero del Marvin Gaye más sensual.

Las dudas aparecen en “Libertad o seguridad”, está mucho más escueta en sus arreglos, pero con una base acaramelada, en que los punteos de guitarra crean un alma más recogida en su dicotomía. Su ruptura aparece en “Remolino”, que también pertenece al ámbito de las sofisticadas, y se revela una cantante de la estirpe de Sole Jiménez o Cristina Lliso. De hecho, podría estar perfectamente en el repertorio de Esclarecidos.

Pero hay un halo de esperanza, se llama “San Juan”. Antiguas leyendas de esa noche mágica hablan de que las almas se limpian, se vuelven puras, se nos hacen nuestras. Todo surge en bucle, como una espiral que aclara la vida. Es la más propiamente filosófica, pero también acariciadora, como un extraño hálito que te hace estremecer.

Son únicamente seis canciones. Y no es problema porque están llenas de una fuerza y de una densidad que deja sensaciones acrecentadas. Carmen Boza se ha desnudado, y eso tiene un peso atómico bastante imponente. Puede que sepan a poco, pero las canciones de Encore siguen creciendo dentro de uno después de que el disco llegue a su final.

Anterior crítica de discos: Fairweather friend , de The Umbrellas.

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