Diez pasos hacia Andrés Suárez

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El viernes 4 de noviembre, Andrés Suárez se enfrenta a un reto emocionante: actúa en el Barclaycard Center de Madrid, el recinto más importante de toda su carrera. A escasos días de que suba a ese escenario, Marta Sanz selecciona diez canciones especiales de su discografía.

 

Texto: MARTA SANZ.

 

Escoger canciones que representen la carrera de un artista es complicado, pero en el caso que nos ocupa es un reto extraordinario. Andrés Suárez no es un recién llegado, en eso tenemos suerte, porque hay donde elegir. El problema surge cuando toca descartar canciones. Quizá lo mejor esté en sus últimos trabajos, con una voz más vivida, y más caminos a su espalda. Pero entonces obviaríamos las canciones de comienzos, empapadas de Santiago y ebrias de la calle Libertad. Si creemos que su mejor versión está en los estudios, saltaríamos uno de los mejores discos de los últimos años, la bella “Moraima”(Parlophone, 2013). Tampoco la lógica dirección hacia el mejor sonido es la mejor opción, ya que en Youtube hay auténticas joyas inmortalizadas por móviles que tiemblan en rincones de un bar. Ni siquiera se pueden quitar de la lista las canciones que no firma, porque cuando versiona también cuenta él, con el corazón de Robe Iniesta o de Enrique Urquijo.

Pero en vez de biografías, con esta selección voy a darles un camino, que él comenzó en Galicia y que tras muchos años de pequeños escenarios, grandes conciertos y kilómetros recorridos, llega el próximo 4 de Noviembre al Barclaycard Center de Madrid. Si trazo bien los motivos no se perderán la oportunidad de verlo en directo, en uno de sus mejores días, rodeado de miles de personas que le vieron a escasos metros en cualquier otro lugar del mundo, y se sumaron con devoción a este peregrino de la música bien hecha. Si leen con pocas ganas o escasa batería, quizá no les convenza esta ruta, y tendrán que esperar a escuchar su voz inmensa por casualidad. No es difícil, porque Andrés y su guitarra viajan a menudo y saben mejor que nadie del asfalto. Pero créanme, este atajo merecerá la pena.

 

‘No te quiero tanto’

Será este nuestro punto de partida, aunque cuando se grabó, casi diez años atrás, su guitarra ya había rasgado muchas noches en Santiago y habitaba las calles de Madrid. En este disco (“Maneras de romper una ola”, 2008) es una canción completa, una declaración de intenciones muy prometedora. Y a pesar de ello, la volvió a grabar en estudio, y fue parte de Moraima. Pero escuchan esta versión por la lluvia, su sabor a comienzo y la calma, por el punteo y el piano… y porque fue la primera para muchos. Para mí, también.

‘Piedras y charcos’

Esta bellísima historia de amor inapropiado llegó a nuestros oídos en un epé homónimo de 2010, pero hoy salto capítulos para llegar a “Moraima”. Han leído ya su nombre, es un disco en directo, grabado en 2013. El quinto trabajo de su carrera, un hito en su discografía, un vendaval de emociones que demuestra que se puede ser cantautor y formar parte de una banda, ¡y qué banda! Alfonso Pérez, Andrés Litwin, Marino Sáiz, Luismi Baladrón… abrigan las canciones y dan rienda suelta a la mejor voz de Andrés. Una rendija abierta a lo que podremos ver el próximo 4 de noviembre.

‘Lo malo está en el aire’

La rabia hecha canción, el olvido como justicia, la voz interior que habla cuando uno empieza a curarse. Es un paso de este camino porque sana y deja sin respiración. Forma parte de su tercer disco de estudio, el segundo de Madrid, pero con salitre hasta en el nombre. “Cuando vuelva la marea” (Parlophone), grabado en 2011, guarda secretos increíbles. Disfruten primero del vídeo, que es una maravilla, y den la siguiente zancada sin miedo, que les llevo a Cuba.

‘Perdón por los bailes’

Digo Pablo Milanés y podría decirlo todo, pero además añado que tenemos una de las mejores letras de Andrés Suárez. Una buena canción, como un buen libro, te dibuja sin ambages una historia, ves las habitaciones en las que sucede, su temperatura te invade, todos los sentidos te hacen sentir que la vives. Y el paisaje de ‘Perdón por los bailes’ es rotundo, latente. Abre su puerta desde el primer acorde, y no te deja irte del todo. Si después de estos ocho minutos de belleza no están abriendo Ticketea, yo ya no sé…

‘Ya verás’

Este es uno de esos ejemplos en los que la canción no es de Andrés, pero también la respira. Diego Cantero (Funambulista) se la prestó en muchos escenarios, y la hicieron tan suya que llegaron a grabarla para un disco del cantante murciano. En vez de la versión oficial, era necesario parar un ratito en el centro de Madrid, en esta casa que es música y que se llama Libertad. Un corazón con vigas de madera que no puede faltar en este recorrido.

‘Benijo’

Volvemos, afortunados, a “Moraima”, y nos mojamos los pies en Benijo. Uno de los temas más reclamados en los conciertos de Andrés Suárez, es una ola de piano en este disco, con cuerdas que son arena, con su voz que es puro viento. La tormenta perfecta.

‘La vi bailar flamenco’

También es esta una de las más demandadas. Quizá porque cuenta un amor de abril, que es una puerta al verano. O porque sucede en el sur, donde los norteños nos refugiamos a veces cuando el frío aprieta. En cualquier caso esta levantera es una genialidad que llegó, por suerte, hasta “Moraima”.

‘Voy a volver a quererte’

Aunque esta canción forma parte de su último disco (“Mi pequeña historia”, Sony, 2015), viajamos en este punto hasta Barcelona 2010. En un pequeño local de la ciudad, Andrés quiere presentar un nuevo tema (oh, criatura). Pero en vez de ver sorpresa en el rostro de las decenas de personas que le observan, escucha varias voces que le acompañan en el tema. Como dice, sus canciones viajan más que él. Gracias a la mano temblorosa que captó este momento.

‘Esta vez, si puedes’

En 2012 Andrés Suárez tuvo un bache, un recodo de la vida. Mientras sufría le nacieron, cómo no, un buen puñado de canciones que ahora reconoce le dolían demasiado. En algún momento decidió grabarlas como terapia, y las tituló “Canciones que nunca debí componer”. No me lo digan: ustedes también discrepan.

‘Te va a pasar

Enfilamos ya la calle Goya, y nos acercamos al que para nosotros siempre será el Palacio de Deportes. Como ya están convencidos, me regalo este bonus track. He aquí mi debilidad. Vale como promesa, como canción de buenas noches. Sirve de nana y de abrigo. Demasiado personal y personalizada para hacerla de todos, yo tampoco me identifico con ella. Pero podría escucharla (y lo he hecho) durante horas hasta la calma. Nos vemos el 4 de noviembre.

 

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