Diez canciones para entender la carrera de Mark Knopfler en solitario

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Tras ahondar en la historia y la literatura de la obra de Mark Knopfler en el Cuadernos Efe Eme número 19, Manolo Tarancón prepara una lista de canciones para completar ese artículo y celebrar, así, el 70 cumpleaños del escocés.

 

Selección y texto: MANOLO TARANCÓN.

 

Una vez cerrado el capítulo Dire Straits, Mark Knopfler (Glasgow, 1949) comienza a dar rienda suelta a sus inquietudes musicales sumergiéndose en sonidos folk, country y blues, con un carácter más acústico que en la banda que lideró durante años, aunque sin renunciar al característico sonido eléctrico limpio y cristalino de su guitarra eléctrica. Se suceden discos de mayor o menor calidad, que sigue combinando junto a su trabajo como compositor en bandas sonoras. Dos virtudes destacan en sus álbumes: la capacidad lírica en su manera de contar las cosas que le inquietan, con su compromiso con la historia británica, y su característica manera de entremezclar lo acústico con lo eléctrico consiguiendo temas redondos. Estas son las diez canciones que destacamos de su amplio repertorio.

 

 

1. “What is it” (Sailing to Phipadelphia, 2000).
Si bien su primer disco en solitario (Golden heart, 1996) no gozó del éxito esperado, Sailing to Philadelphia supone un golpe sobre la mesa. Liberado del sonido Dire Straits, Knopfler da rienda suelta a sus inquietudes musicales dentro del folk, de la música tradicional y de raíz. Un universo donde lo acústico se relaciona con lo eléctrico de una manera magistral sin perder su sonido característico. Sobre una base de guitarras acústicas, suma estrofas sin estribillo jugando con la intensidad, unos acertados violines y su característico fraseo a la guitarra eléctrica. Un tema que para nada se hace largo a pesar de sus casi cinco minutos de duración. Puro sonido Knopfler.

2. “One more matinee” (Sailing to Philadelphia, 2000).
Una de las canciones más bonitas de este estupendo segundo disco, donde vuelve a desarrollar ese interés por lo acústico en un reposado medio tempo que permite espacios para un acertado piano, una sutil pero contundente sección de cuerdas y unos discretos pero necesarios vientos. Un tema para disfrutar y saborear con calma.

3. “Why aye man” (The Ragpicker’s dream, 2002).
Su interés por la historia británica, las costumbres y las clases trabajadoras le llevan a publicar The Ragpicker’s dream, un disco conceptual donde transmite situaciones de gente corriente, del día a día, de la rutina. De nuevo una buena mezcla entre lo acústico y lo eléctrico con un riff fronterizo en afinación abierta y fraseos de toque blues definen este “Why aye man” de más de seis minutos de duración (la extensión es marca de la casa en sus temas). Las estrofas nos acercan al western y al mundo rural, con esa afinación clásica del blues y un discreto banjo que refuerza la idea. Quizás no sea uno de sus mejores discos, pero la honestidad a la hora de afrontarlo se encuentra fuera de toda duda.

4. “5:15 am” (Shangri-La, 2004).
En enero de 1967, un recaudador de máquinas tragaperras que trabajaba para las mafias locales es asesinado en extrañas circunstancias y hallado por un minero —cuando volvía del trabajo— dentro de un coche, precisamente, a las 5:15h de la madrugada. La noticia creó una conmoción en la zona del nordeste de Inglaterra plagada de ciudades industriales donde la rutina y el aburrimiento eran parte del día a día. Knopfler, un joven de 17 años, quedó impactado por la noticia y la canción narra los hechos complementándolos con una visión del momento que vivía la industria minera, cuando el crimen organizado empezaba a sembrar temor con la aparición de los casinos. La americanización de Europa es otra de las cuestiones que aborda en esta letra. La importancia de la canción lleva a que la portada del disco (el mejor de su obra en solitario junto a Sailing to Philadelphia) sea un dibujo de una máquina de premio clásica como las que podemos ver en bares y casinos.

5. “Boom, like that” (Shangri-La, 2004).
Uno de los temas más enérgicos y acertados de su discografía. Fue la canción de presentación del disco, de los más eléctricos de su carrera en solitario. Un hit incontestable que presagiaba (como así fue) que estábamos ante uno de sus mejores trabajos.

6. “Stand up guy” (Shangri-La, 2004).
Una de las letras más poéticas y metafóricas de su repertorio. En forma de nana, cantada dulce y prácticamente al oído, una limpia guitarra eléctrica acompaña a la voz. A medida que el tema avanza, se suman sutilmente instrumentos que hacen crecer a la canción sin necesidad de base rítmica. Un tema para disfrutar una y otra vez.

7. “Beachcombing” (All the roadrunning, 2006).
Los discos conjuntos pueden suponer, en muchos de sus casos, una trampa para quienes los ejecutan. La suma de talentos no siempre es sinónimo de éxito. En este caso, fruto de una colaboración de años, las voces de Knopfler y Emmylou Harris (referencia ineludible del country) concuerdan a la perfección. “Beachcombing” evoca un tema donde las voces empastan a la perfección y los arreglos de mandolina suman enteros.

8. “This is us” (All the roadrunning, 2006).
Si hablábamos de lo complicado de encajar a dos artistas firmando un disco conjunto, por muchas similitudes que haya en su discografía e influencias, mucho más complicado es someterse a un diálogo donde las voces se suceden y se contestan a lo largo de los minutos. Ambos salen del envite con nota en uno de los temas más enérgicos de este disco conjunto. Los versos se suceden con los dos timbres perfectamente conectados. De nuevo, la omnipresente guitarra eléctrica de Knopfler y sus inconfundibles fraseos, esta vez algo más rota y distorsionada que en su habitual sonido limpio y cristalino.

9. “Going home – Theme of The Local Hero” (BSO Local hero, 1983).
Las bandas sonoras siempre han supuesto un ejercicio musical paralelo, ya desde la etapa de Dire Straits. “Going home” es el tema principal Local hero, película escocesa de 1983 dirigida por Bill Forsyth. Un tema in crescendo con una guitarra acústica que comienza relajada y tranquila apoyada en colchones de sintes y órganos que culminan con una pegadiza melodía interpretada con guitarra eléctrica y saxo. Es uno de los temas que no solían faltar como cierre en los conciertos de Dire Straits (quedaría registrado en directo en su disco Alchemy) y en solitario.

10. “He’s the man” (BSO Camino hacia la gloria, 2000).
Protagonizada por Robert Duvall y Michael Keaton y dirigida por Michael Corrente, Camino hacia la gloria narra la historia de un exfutbolista ya retirado que acepta el reto de entrenar a un modesto equipo de un pequeño pueblo escocés. Mark Knopfler es el encargado de crear la música para el largometraje. “Wild mountain theme” es un tema enérgico y oscuro, pero toda la banda sonora es principalmente instrumental y está repleta de sonidos tradicionalmente escoceses, como el corte “Hard cases”, con las gaitas como protagonistas.

 

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