De estreno: Borja Mompó

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«El escenario es el único sitio en el que siento que lo hago bien»

 

Escapándose de su proyecto con la banda Modelo de Respuesta Polar, Borja Mompó se lanza en solitario con un disco que verá la luz en unas semanas y en el que predomina lo acústico, los arpegios y la sencillez.

 

Texto: EFE EME.
Fotos: ATILA MEDRANO.

 

Tras una década al frente de Modelo de Respuesta Polar, Borja Mompó traza un camino paralelo en solitario con un epé del que ya ha adelantado “Tratar de ser nadie” y “Mi alimento”. Composiciones en las que predomina un sonido más cercano al folk o a la canción de autor y en las que se rastrean sus influencias, desde Antonio Vega a Enrique Urquijo pasando por Ryan Adams o Sufjan Stevens.

Su primer epé solista, producido por Charlie Bautista, verá la luz dentro de unas semanas.

 

¿De dónde vienes?
Nací en Valencia allá por 1984. Fue allí donde crecí como músico y formé Modelo de Respuesta Polar en 2010. Actualmente vivo entre Madrid, Águilas y Valencia.

 

¿Cómo nace el proyecto?
Como casi todos los autores de guitarra y voz, siempre tenemos un ojo puesto en qué pasaría si las canciones tomaran un camino diferente al que toman habitualmente con tu banda. Fue ahí cuando decidí llamar a Charlie Bautista y probar a ver a dónde nos llevaban las sesiones de estudio. No miento si digo que es lo más gratificante que he hecho en muchos años.

 

Describe tu sonido.
Me vienen a la cabeza palabras como acústico, arpegios, sencillez. Mucha importancia de las guitarras y los instrumentos sin electrificar. Aire y presencia para la voz.

 

Principales influencias.
Quique González, Revólver, Enrique Urquijo, Antonio Vega, Dawes, Adrianne Lenker, Phoebe Bridgers, Ryan Adams, Andy Shauf, Sufjan Stevens, Owen Pallet.

 

¿Cómo definirías tu nuevo disco?
Pequeño y bonito. Con mucho espacio, reposado y detallista. Con tonos folk, de cantautor en castellano al uso. Sin aspiraciones de nada, más que de emocionar y mostrarse natural.

 

 

Tu disco suena, o te gustaría que sonara, como los de…
Aquel artista al que siempre vuelves. Esos discos que te pones cada verano y nunca cansas de escucharlos. En mi caso ese disco es el Salitre 48 de Quique González. Un disco que grabó en casa de Carlos Raya, que no suena especialmente bien, pero tiene todo lo que necesito cuando me lo pongo.

 

Cinco discos de cabecera.
De un lugar perdido, de Antonio Vega; Doce segundos de oscuridad, de Jorge Drexler; Canciones para el tiempo y la distancia, de Iván Ferreiro; Paradoja, de Rafael Berrio y The art of pretending to swin, de Villagers.

 

Cinco canciones perfectas.
“Te miro y tiemblo”, de Jarabe de Palo; “El fallo positivo”, de Mecano; “Te quiero igual”, de Andrés Calamaro; “Tuve que correr”, de Antonio Vega, y “El peligro”, de Revólver.

 

¿Prefieres estudio o directo?
Me inquieta mucho el estudio y aunque no todos los directos son iguales, siempre he sentido muchas más sensaciones encima de un escenario.

 

¿A quién te gustaría telonear?
No sabría decirte. Cuando teloneas a alguien, acabas por no disfrutar de su concierto. Te toca estar recogiendo o saludando a gente, por lo que prefiero no telonear a artistas a los que admiro.

 

¿En qué disco de homenaje te gustaría participar?
En alguno de Enrique Urquijo o Antonio Vega. Pero por desgracia este tipo de discos son productos discográficos sin alma y participan los artistas que en ese momento conviene a una parte u otra.

 

¿Qué canción del disco es la que mejor te representa y por qué?
“El amor romántico”. Quizás sea la canción más pura y desgarradora que he escrito. Habla de mí, habla de mi entorno, habla de la frustración, habla de la música, de retirarse, de esperar un milagro… Creo que soy yo en estado puro.

 

¿Cómo eres encima de un escenario?
Es el único sitio en el que siento que lo que estoy haciendo lo hago bien. Eso me da una seguridad y una tranquilidad que no encuentro en otros lugares. Disfruto, intento ser lo más fino y profesional posible. Trato de divertirme y sobre todo de intentar retener todas las imágenes posibles en mi cabeza, porque uno nunca sabe cuánto va a durar la suerte del rock.

 

 

¿Qué planes tienes este año?
Quiero volver a viajar, quiero girar solo o con algún compañero al que le apetezca comer bien, disfrutar del escenario, salir después de los conciertos. Quiero volver a conocer a gente nueva y hacer amigos a quinientos kilómetros de mi casa.

 

Tienes cincuenta palabras para vender vuestro primer disco. ¡Adelante!
Como en todas las profesiones, los años son escuela y en mi caso nunca había escrito canciones a este nivel. Si pienso en las letras, creo que son limpias y sinceras. A nivel musical, he tenido mucha suerte de rodearme de amigos que han sabido respetar y arreglar con corazón.

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