Cala Vento: «Nuestros referentes son mainstream»

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«No hipotecaremos ni nuestra identidad ni nuestros valores para poder seguir viviendo de la música»

 

Casa Linda es lo nuevo de Cala Vento, una de las bandas más respetadas del rock alternativo. El cuarto trabajo del dúo de Girona merece la atención de nuestro compañero Carlos Pérez de Ziriza, que charla con ellos.

 

Texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.
Fotos: ARNAU ELÍAS.

 

Apasionados y apasionantes. Genuinos. Incansables. Sabedores de cuál es su herencia, pero también de los muchos destinos a los que pueden llegar. Así son Cala Vento, el dúo formado hace ocho años por Aleix Turón y Joan Delgado en l’Empordà (Girona). Una de las mejores cosas que le han pasado el rock estatal en la última década, para quien firma esto. Cala Linda (Montgrí, 2023), el cuarto álbum de una carrera en continuo ascenso, es la excusa para entrevistarles por correo electrónico.

 

En la nota de prensa del disco se hace referencia a él como un trabajo de «rock para todos los públicos». Entiendo que hay una apuesta para que vuestro mensaje llegue a más gente y se ensanche vuestro público. ¿Es así?
Siempre hemos pensado que nuestras canciones podían llegar a más gente. Nuestros gustos y nuestros referentes son mainstream y nunca hemos tenido vocación de hacer «música de nicho». Si hemos sido grupo de nicho hasta ahora ha sido más bien por las circunstancias que nos rodeaban. No queremos echar a nadie de nuestro entorno, todo el mundo es bienvenido.

 

Cuatro años han pasado desde el último disco. ¿Os ha influido de alguna forma el rodaje en directo desde el anterior trabajo?
¡Bastante! De hecho, estas canciones están compuestas en 2021 y varias de ellas han ido evolucionando tocándolas en directo en el fin de gira de Balanceo, a finales de 2021. En el disco hay un fuerte equilibrio entre piezas muy pensadas para el directo y otras en las que el directo ni se imaginó.

 

¿Cómo ha sido el trabajo de Martin Glover «Youth», Emili Bosch y Santi García a la producción? ¿Cómo se lo han repartido?
Queríamos sacar lo mejor de cada uno y, a la vez, tener nosotros el control general del proyecto. ¡Divide y vencerás! [risas] Youth es muy bueno trabajando estructuras y dándole nuevas funciones a partes o patrones que no estás aprovechando del todo. Santi es el mejor sacando sonidos originales. Emili ha dado el toque joven a la producción llevando las canciones a territorios más contemporáneos, aparte de tener una base teórica con la que hasta ahora nunca nos habíamos encontrado.

 

De hecho, destacan los teclados en “Conmigo”, dotándola de un ritmo bailable. ¿Buscabais con esa disparidad de productores que fuera también vuestro disco más diverso?
Nos dimos cuenta de que las canciones y los sitios a los que queríamos llegar eran muy diversos. Nos parecía un error trabajar este disco con un solo productor. De por sí, ya somos dos músicos bastante eclécticos, porque escuchamos música supervariada. En este disco lo hemos llevado más lejos que nunca. Basta con escuchar la lista de influencias de Casa Linda que subimos a Spotify.

 

¿Cómo surgieron las colaboraciones, algunas ya conocidas de antemano, como la de Amaral, o la de Gorzka Urbizu de Berri Txarrak y la de Gospelians de Girona?
En lo que a colaboraciones se refiere nosotros siempre las ponemos al servicio de la canción. En “Teletecho” queríamos una voz de mujer que rockeara, y luego pensamos en Amaral. En “Más que satisfechos” queríamos un coro, y luego pensamos en nuestros amigos de Gospelians de Girona, con quienes hicimos el concierto de La Comunidad en Girona. Y en “Pasar pantalla” teníamos muchos problemas para terminar la canción, incluso empezamos a probar escribiendo la letra en catalán, pero ni así. Luego pensamos en Gorka, porque nos encanta cómo compone y sabíamos que la admiración era mutua.

 

Habéis grabado en vuestro propio estudio. ¿Qué ventajas tiene respecto a grabaciones anteriores?
Tranquilidad. El frenesí cuando alquilas un estudio por días es importante. Sientes el tic tac y todas las decisiones artísticas están directamente condicionadas por el reloj, cosa que a veces puede ser muy positivo. En este caso teníamos un sitio donde probar ideas que nunca probarías en un estudio por falta de tiempo.

 

Con la grabación propia y vuestro propio sello, Montgrí, puede decirse que estáis instalados en la autogestión plena. ¿Cuáles son las ventajas y en qué os influye?
La ventaja principal es la libertad y la autenticidad en todo lo que haces. Evidentemente, hay cosas que se nos dan mejor que otras, pero el hecho de estar en todas las partes de la cadena hace que el resultado final tenga mucha personalidad.

 

«Estar en todas las partes de la cadena hace que el resultado final tenga mucha personalidad»

 

Las ediciones del sello se van multiplicando. ¿Qué factores creéis que son los que debe tener un músico o una banda que edita sus trabajos en Montgrí?
Es difícil. No sabemos cómo, pero hemos conseguido juntar un grupo de artistas que destacan por tener propuestas con una enorme personalidad. Propuestas que defienden en vivo con una calidad muy alta y, sobre todo, propuestas con unos valores muy concretos, entre los que capitalizar el éxito no es prioritario, sino todo lo contrario.

 

Especulación inmobiliaria, el éxito efímero, las migraciones, la España vaciada… Se puede decir que es el disco más atento al contexto sociopolítico que nos rodea, ¿no?
No consumimos noticias de actualidad casi nunca, pero vemos cómo nuestro entorno sufre y se deteriora por culpa de cínicos mecanismos de conducta social que parece que a nadie le gustan, pero todo el mundo los suscribe. Al final todos estos temas tienen que ver también con nosotros, y nuestras canciones no pueden salir ilesas.

 

¿Os frustra que la música pop no pueda cambiar el estado de las cosas, o creéis que al menos puede ser una buena herramienta para la toma de conciencia?
Ha podido hacerlo en otras épocas, pero sí que es verdad que hoy en día parece misión imposible. El sistema tiene raíces muy profundas y más herramientas que nunca para defenderse. En este disco hemos querido darle otro papel distinto a nuestra música, intentando que la toma de conciencia sea más cercana al estado de las cosas que nos gustan y nos hacen bien que al estado de las cosas que no funcionan.

 

Siempre habéis apostado por vivir de la música, a diferencia de otras bandas que la combinan con otras ocupaciones. ¿Sentisteis algo de vértigo al apostar por ello?
Es lo que se nos da mejor, y no nos da ningún miedo intentarlo. También te digo que tenemos clarísimo que no hipotecaremos ni nuestra identidad ni nuestros valores para poder seguir viviendo de ella. Antes de darnos a torcer, buscaremos otras ocupaciones para compaginarlo.

 

¿Algún influjo reciente que os haya marcado a la hora de afrontar este disco, o sois más de delegar en influencias formativas, de la adolescencia y primera juventud? ¿Qué escucháis ahora mismo?
El último disco de Turnstile, Glow on (2021), y el Motomami (2022) de Rosalía nos han influido bastante. El primero por demostrar que aunque los géneros parezcan encorsetados siempre puedes darle otra vuelta, y el segundo porque demuestra que el eclecticismo trabajado con intención puede dar resultado a trabajos muy corales.

 

¿Cómo encaráis la temporada de conciertos? Veo que tenéis fechas en festivales de mediano y gran aforo. ¿Cómo los vivís en comparación con los de salas?
En los festivales tratamos de hacer conciertos pensando tanto en la gente que ya nos conoce como aquella que probablemente nos esté viendo por primera vez. Para las salas, en cambio, lo enfocamos más al público que nos sigue desde hace tiempo.

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