Discos: “Historia de una banda (Autobiografía sónica)”, de Los Rápidos, Los Burros y El Último de la Fila

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«‘Historia de una banda’ muestra en dos cedés toda la energía, originalidad y fuerza de Quimi y Manolo, siempre muy bien acompañados”

 

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Los Rápidos, Los Burros y El Último de la Fila
“Historia de una banda (Autobiografía sónica)”
SONY

 

 


Texto: CHEMA DOMÍNGUEZ.

 

 

Fantástico. Toda una alegría celebrar aniversarios así. “Desde primeros de abril hasta septiembre nos lo hemos pasado en grande haciendo nuevas canciones, revisando y reparando cintas, tocando juntos con Los Rápidos originales o poniéndonos el traje de Los Burros o el de El Último de la Fila”, dijo Manolo García según recoge la nota de prensa que envió Sony Music el 21 de octubre. La curiosidad por el grueso de la noticia y sus detalles no pudo ser satisfecha porque, de momento, no conceden entrevistas. En cambio, sí llega ese pasárselo en grande, esa labor de recuperación y esa vibración positiva que desprenden las palabras de Manolo García.

La primera motivación de «Historia de una banda (Autobiografía sónica)» es celebrar el arranque en 1980 del nacimiento de Los Rápidos, su mutación a Los Burros y la exitosa reencarnación en El Último de la Fila. El libro incluido en la lujosa edición, generoso en fotos y curiosidades, recoge el encuentro de Manolo García y Esteban Hirschfeld (teclados) para formar parte de la banda que acompañó a Sergio Makaroff en la grabación de su primer disco, «Tengo una idea». A ellos se suman Antonio Fidel (bajo, guitarras) y Josep Lluís Pérez (guitarras), y ahí empiezan a dar forma a Los Rápidos. Manolo pasa de la batería a la voz y Lluís Visiers ocupa su puesto. Así publican su primer disco, de nombre homónimo, en 1981. Después, Hirschfeld abandona el grupo para irse a Madrid, donde logrará aportar su fantástico talento para mayor gloria de Nacha Pop y, sobre todo, Gabinete Caligari. En ese momento entra en Los Rápidos el que faltaba: Quimi Portet. Movimiento de ases.

De los cinco discos incluidos en «Historia de una banda», los dos primeros están dedicados a Los Rápidos. El primer cedé recupera íntegro aquel estreno, más dos maquetas. Los tiempos veloces priman, destacando ‘Ruta del sur’, ‘Grité’ y ‘T.V.’, también los cortes más cercanos al rock and roll como ‘Septiembre’. A su vez, el sentido del humor surrealista campa a sus anchas en ‘Amor biodegradable’. Curiosamente, sobresale el momento más reposado del disco, ‘Navaja de papel’.  Las maquetas ‘Sin rumbo’ y ‘Taxi’ mantienen el encanto de aquella época, donde Los Rápidos entran de lleno en la nueva ola, aquella que Battiato se equivocó al cantar que no soportaba en ‘Centro de gravedad’, cosas de la adaptación. Y, cosas del destino, Manolo y Quimi adaptarían años después la ‘Povera patria’ (1991) del siciliano al castellano.

El segundo compacto trae la novedad más importante, «Piensos luegoexisto». Grabado en 2015, recupera las canciones que manejaban Los Rápidos para el segundo disco como ‘Cine Ideal’ y ‘Zamora’, que nunca llegaron a publicarse. Los mismos Rápidos explican con acierto que son «temas revisados y unas cuantas nuevas composiciones inéditas». Lo mejor viene en la descripción de los estilos que manejan, y que van “del rock pastelero al folk mal entendido, pasando por el pop difuso y la disgresión pseudo-lírica».

El caso es que ‘Cine Ideal’ se ajusta a la explicación, igual que ‘Gladiadora’, ‘No estoy hecho polvo’ y la ya citada ‘Zamora’. ‘La pájara (Gasolina y Gasoil)’ se acerca a Los Burros, mezclando también ese humor combinado con denuncia, costumbres familiares y el sentido algo trágico de ‘Mi novia se llamaba Ramón’. ‘San Gennaro’ puede encerrar algunas pistas sobre los futuros El Último de la Fila, y ‘Confusión’ quiere hacerse notar al incluir la cita que aparecerá en «Nuevo pequeño catálogo de seres y estares» (1990): «La duda, la terrible duda, con su simpático nombre de perrita rusa» (Indio Comas).

Al no lograr la publicación de su segundo trabajo, en su día hubo desbandada y vuelta a empezar. Los Burros heredaron el impulso de Los Rápidos y lograron publicar el elepé «Rebuznos de amor» (1984) y el mini elepé «Jamón de burro» (1987). Canciones llenas de sentimiento y provocación que manejaron hasta cuatro formaciones, la primera formada por Manolo García, Quimi Portet, Josep Lluís Pérez, Antonio Fidel y Jordi Vila. Los tres primeros fueron el núcleo estable, y junto a Ángel Celada y Antonio Fidel vuelven a grabar ahora buena parte de su repertorio. «Kloruro sódiko» es el título salado que han elegido: «Hemos intentado añadir un poco más de perturbación a las ya de por sí inquietantes versiones originales (…). No se admiten devoluciones. Gracias». Que cada uno compare o simplemente disfrute, porque ‘No puedo más’, ‘Portugal’ o ‘Moscas aulladoras, perros silenciosos’ continúan a gran altura. De hecho, en los dos compactos que recogen el directo de El Último de la Fila, incluyen ‘Conflicto armado’, uno de los mejores temas de Los Burros, que no podía faltar en esta caja. También es cierto que alguien puede echar de menos otras canciones como ‘Rosa de los vientos’.

Con todo, «Kloruro sódico» tiene dos momentos realmente mágicos: ‘Disneylandia’ y ‘Hazme sufrir’. El primero por la inclusión de Marc Grau Jr., cuya guitarra toma el relevo de su padre, Marc Grau (Gavá 1954-Barcelona 1999), quien la grabó en su momento. Nunca se agradecerán lo suficiente trabajos como el de Marc Grau. Mientras, ‘Hazme sufrir’ cuenta con la voz de Adrià Puntí, y el resultado es magnífico.

Y llega El Último de la Fila. Seré breve. Siete discos en su haber, siete maravillas. Sus directos lo demostraban. No, eran incluso mejores. «Historia de una banda» muestra en dos cedés toda la energía, originalidad y fuerza de Quimi y Manolo, siempre muy bien acompañados. Los directos de Granada, Madrid, Lleida, Valencia y Valladolid durante la gira de 1995, es decir, el año de publicación de «La rebelión de los hombres rana», su último disco, son los escogidos para navegar por todo su repertorio. Desde ‘Querida Milagros’ hasta ‘Sin llaves’, pasando por ‘A veces se enciende’ o ‘Insurrección’, solo queda pedir más. Aprovecho para recomendar que nadie se pierda el reportaje de Arancha Moreno sobre la confección de «Enemigos de lo ajeno» (1986), con interesantes declaraciones de Manolo y Quimi, publicado en el nuevo número de “Cuadernos Efe Eme”.

«Historia de una banda» recoge también cuatro bonus tracks sin aditivos ni colorantes, tal cual sucedió en vivo: ‘Cosas que pasan’, ‘Vino dulce’, ‘Del templo a la taberna’ y ‘ Los ángeles no tienen helices’. Como colofón, este año han vuelto a grabar en el estudio ‘Llanto de pasión’, ‘Aviones plateados’ y ‘Sara’, en los mismos estudios que «Kloruro sódico», el número 2 de Music Lan (Alt Empordá, Girona), mientras que «Piensos luegoexisto» fue grabado en el número 1.

Es cierto que nadie puede bañarse dos veces en el mismo río, pero si 091 han regresado a los escenarios (y Lapido siempre fue más rotundo, iba a decir lapidario, que Manolo o Quimi al preguntarles por posibles regresos), ¿por qué no pensar que El Último de la Fila puede darse (y a la vez darnos) esa alegría? De momento, Los Burros y Los Rápidos actuarán el 19 de febrero en Madrid y el 26 en Barcelona, ¿se resistirán a incluir alguna canción de El Último de La Fila?

Anterior crítica de discos: “1989”, de Ryan Adams.

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