Libros: «Obras completas de Sally Mara», de Raymond Queneau

Autor:

«Un retrato de familia expresionista y lumpen, casi sin ofrecer respiro, y al mismo tiempo un ejercicio de humorismo y una ruptura con la novela tradicional, juvenil y refrescante»

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Raymond Queneau
«Obras completas de Sally Mara»
BLACKIE BOOKS

 

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

 

Aquí tenemos Sally Mara en la pluma de Raymond Queneau, patafísico, incansable jugador de literatura, o mejor diremos a Raymond Queneau en el papel de Sally, su contrafigura literaria. Ya habíamos abordado en estas páginas su obra más celebrada, “Zazie en el metro”, y lo cierto es que esta Sally es un buen antecedente, deslenguada y curiosa, metementodo e introspectiva, ha de soportar una familia destartalada, en la que el padre sale a buscar cerillas y vuelve cada cinco años, la hermana memoriza líneas férreas para aprobar una oposición a correos y el hermano deja en estado a la criada, bastante mayor que él. En este ambiente Sally, irlandesa de nacimiento, despide a su profesor de francés que marcha a París, cumple los 18 y envuelve todo el relato en el descubrimiento sin prisas ni pausas del sexo. Sally ve, pregunta y es solicitada por chicos con los que actúa con tanta ingenuidad y tanto descaro que llegó a espantar a un escritor tan devoto de la obra como Italo Calvino, que se preguntaba por qué cada palabra del texto le parecía una obscenidad.

En definitiva, se trata de un retrato de familia expresionista y lumpen, casi sin ofrecer respiro, y en este ámbito supone al mismo tiempo un ejercicio de humorismo y una ruptura con la novela tradicional, juvenil y refrescante, que llega al desmelene en algunos momentos y que, escrita realmente en forma de diario, guarda un estilo vivaz, nervioso, plagado de quiebros al lector para que el asombro asome un segundo antes que la risa.

El volumen acoge las tres obras que el autor francés publicó bajo el nombre de Sally Mara. En la primera, constantemente la protagonista expone el deseo de escribir una novela en irlandés, que es lo que constituye la segunda parte del volumen, titulada “Siempre somos demasiado buenos con las mujeres”, y en esta ocasión la andadura es más convencional y el humor más negro. Los revolucionarios irlandeses llevan a cabo una serie de ataques sorpresa a diversos enclaves de la ciudad, el comando que ocupa una estafeta de correos se encuentra que tras la matanza, se ha salvado una mujer que estaba en el baño, Gertie. El juego de fuerzas entre ella y los asaltantes da lugar a esa novela escrita también por Sally Mara, llena de hipnotismo en el lenguaje, pero que va más allá. Es un descarnado episodio de crueldad envuelto en un manto de vodevil.

Aún hay una tercera parte, más breve y menos sustanciosa para el lector hispano. Se trata de “Sally más íntima”, unas pocas páginas de aforismos que juegan con la capacidad explosiva del lenguaje, que llevan al límite la fonética y los significados, aquí –si acaso– lo interesante es la voz del traductor que demuestra su ingenio trasladando enunciados que no es sean intraducibles, es que simplemente no pueden existir en más lengua que el francés. No importunan, aún así, estas breves secuencias en una obra que resulta tan deliciosa como la Zazie antes citada o como los “Ejercicios de estilo”

Anterior crítica de libros: “From a Whisper to a Scream. Una historia oral del soul”, de David Moreu.

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