La Semana Bizarra 30 diciembre 2008 – 6 enero 2009

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¿Recuerdan aquellos tiempos en los que a Woody Allen no le gustaba salir de Nueva York, rodaba películas estupendas y tocaba el clarinete los lunes en un local de la ciudad? Pues, definitivamente, pertenecen al pasado. Ahora Allen, a poco que uno se descuida lo tiene rodando en cualquier rincón español o, lo que es peor, tocando el clarinete en algún sitio más o menos puesto (¿lo es el Hotel Intercontinental de la Torre Golf Resort, en Murcia?). Estas pasadas navidades por aquí estuvo, una vez más, soplándole al clarinete con la New Orleans Jazz Band y, como siempre, los medios se hicieron amplio eco de su periplo. Al final lograrará aburrirnos de tanto verlo.

Marc Anthony y una esplendorosa (así lo testimoniaron las fotos y así nos vemos obligados a resaltarlo; sin ironía, lectores) Jennifer López pasaron el fin de año en Puerto Rico, se supone que se dejaron ver para acallar los rumores que pronosticaban el fin de la pareja. Pero, bueno, ¡cómo va a dejar Anthony a una señora tan estupenda!

Björk ha decidido echarle una mano a la maltrecha economía islandesa, apoyando «un fondo de capital de riesgo ideado por la firma Audur Capital para ayudar a la creación de empresas con una responsabilidad ambiental y social, lo que impulse la economía nacional». En la información se citan cifras, pero no se dice si Björk ha abierto su cartera para soltar algo, pero, eso sí, en un arranque de egolatría, el proyecto llevará su nombre… Ay, ay, ay.

Un millón de dólares se embolsó Mariah Carey [en la foto] por cantar cuatro canciones en la fiesta que organizó en las isla caribeña de San Barts un hijo del dictador libio Gaddfi de nombre Saif. En el festejo también actuaron Jay-Z y Timbaland, aunque no se ha hecho pública la cifra que cobraron. Todo esto nos recuerda aquello de que el dinero no sabe de más color que del verde y el único olor que conoce es el de los billetes recién impresos.

La perla de la semana ha salido de la boquita de Vicky Beckham: «Me encantaría que alguno de mis hijos se convirtiera en abogado. Si bien no me importa lo que hagan siempre que sean felices, sería muy útil tener un abogado en la familia… ¡David y yo nos ahorraríamos una fortuna!». Una vez más, la Spice Girl perdió una gran oportunidad para mantener la boca cerrada.

Cerramos, nosotros sí, con otra declaración, pero esta nos entristece enormemente, ya que denota que Beyoncé no lo pasa demasiado bien «Realmente no me gusta salir demasiado. No sé cómo me sentiría si no fuera famosa, pero así como soy, no me divierto nada. Siempre siento que estoy como en una jaula y está todo el mundo mirándome». Una pena, pero a cambio, cuando te sientas así, recuerda que a ti la crisis de la economía, te la trae, como quien dice, al fresco. Eso siempre te animará, querida amiga.

Antes de continuar dando consejos que nadie nos agradece, nos despedimos hasta la semana próxima.

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