“El sello que desperdició a los Beatles”, artículo de Diego A. Manrique

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Si Dick Rowe ha pasado a la historia como el cazatalentos de Decca que rechazó a los Beatles, Vee-Jay Records fue la discográfica de Chicago “que a principios de 1963 firmó un contrato para editar en Estados Unidos a los Beatles” y “perdió esa mina de oro por sus trapacerías”.  Como nos explica Diego A. Manrique en “El País”, Vee-Jay se hizo con los Beatles tras la negativa de Capitol, sucursal californiana de EMI, a editar sus discos. “EMI cedió sus masters a Vee-Jay, que buscaba fichar a un baladista, Frank Ifield; los Beatles entraron en un paquete de 2 x 1.”

Debido al escaso entusiasmo que despertaron en la emisoras de radio los primeros singles de los Beatles, en Vee-Jay “retrasaron su primer elepé, ‘Introducing The Beatles’”. Mientras, Capitol rectificó y preparó una “campaña colosal para lanzar a ‘los melenudos’”, cuya primera visita a Estados Unidos, en 1964, desató la beatlemanía.

Ante la furia de Capitol, Vee-Jay vendió millones de discos a partir del puñado de temas que controlaba, sacando elepés inverosímiles tipo ‘The Beatles vs. The Four Seasons’. Capitol alegaba que los de Chicago habían perdido sus derechos por no pagar los royalties por las (escasas) primeras ventas en singles.”

Vee-Jay, presidida por Ewart Abner, “ponía velas a Dios y al diablo. Lanzaba vibrantes grabaciones religiosas de Staple Singers o Swan Silvertones. Y trabajaba con bluesmen de colmillo retorcido.” Abner, “de vez en cuando, vaciaba la caja de la compañía y se largaba a Las Vegas. Volvía con una sonrisa de oreja a oreja o farfullando excusas, los empleados tardarían en recibir sus sueldos.”

“Al desatender sus compromisos financieros, Abner se quedó sin los Four Seasons o los Beatles. Con una reputación deteriorada y acreedores escépticos, Vee-Jay se declaró en quiebra en 1966. Abner, por el contrario, siguió prosperando: saltó a Motown, imperio que llegaría a dirigir en los setenta.”

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