“De ‘homeless’ a figura del soul”, artículo de Diego A. Manrique

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Charles Bradley, uno de los actuales renovadores del soul, de paso por España, charló con Diego A. Manrique. Bradley, como Sharon Jones, era hasta hace poco un veterano inédito, que discográficamente ha comenzado de cero. La vida de Bradley no ha sido fácil, como nos recuerda Manrique en “El País”:  “Producto de un hogar roto, era menor de edad cuando sobrevivía en las calles de Nueva York (‘en realidad, me refugiaba en el metro’). Pasó decenios trabajando como cocinero en instituciones. Casi se desliza fatalmente por uno de los agujeros del servicio sanitario estadounidense. Le salvó su hermano, que al poco fue asesinado salvajemente. Estaba solo en el mundo y –disculpen el tópico– lo superó gracias a la música.”

Su descubridor fue el guitarrista y productor Thomas Tommy Brenneck, que lo invitó a trabajar en su estudio de Brooklyn. “Fueron seis años de tanteos, que facilitaron una evolución del funk hacia el soul profundo. Un goteo de singles hasta llegar al primer disco largo, ‘No time for dreaming’, ahora continuado por ‘Victim of love’.”

Aunque las grabaciones fueron analógicas, “El productor rechaza la idea de que ‘No time for dreaming’ o ‘Victim of love’ sean discos retro. Atención al argumento: ‘podemos usar aproximadamente los mismos instrumentos y el mismo equipo que en los 60 pero los músicos traemos otro bagaje’.”

Bradley hace “guiños a su potencial nuevo público” grabando “versiones insólitas. Hoy en día, el cantante no sabe muy bien qué pasó con Kurt Cobain o quienes eran Nirvana pero canta con fondo psicodélico –‘como si Hendrix tocara detrás de Otis Redding’- su ‘Stay away’ …  Charles también hace ‘Heart of gold’, de Neil Young. Básicamente, es una canción muy romántica, muy adolescente. Escuchársela a un sexagenario le da un nuevo sentido.”

Desde aquí puedes acceder al artículo de Diego A. Manrique “De ‘homeless’ a figura del soul”.

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