La Buena Vida fueron los alumnos aventajados del donosti sound (o pop de mesa camilla, como también se le llamó), ese pop tranquilo con letras que ponían la vista en las pequeñas cosas cotidianas que se facturó, y factura, desde San Sebastián.
El grupo encontró cobijo para sus primeras aventuras discográficas en el exquisito sello madrileño Siesta. Allí salieron sus primeros singles y LPs, algunos todavía en vinilo y en el caso de los discos pequeños, conteniendo temas que luego no saltarían a los álbumes. Ése es justamente el material que recoge la caja Sencillos: cinco singles que comienzan con el inicial “Hoy es domingo” (1992), pasando por “Mira alrededor” (1994), “Magnesia” (1995) y llegando hasta el EP “Eureka” (2000); a estos cuatro CDs se le suma “Versiones”, un disco con siete versiones ajenas entregadas para discos colectivos. En total, 25 temas.
El artefacto, además de estar pensado para coleccionistas y tener un precioso diseño, sirve para ver cómo el grupo fue evolucionando desde el pop un tanto inmediato y tontorrón, pero delicioso, del principio hasta obras más elaboradas. Lo inexplicable es la nula información que contiene la caja: ni el más mínimo crédito, nada. Sólo los cinco CDs en ediciones facsímiles de las originales.
