Adiós al mayo de Ana Curra y Parálisis Permanente, con Paul Weller y Suede

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EL RITMO DE LA SEMANA

«Una velada salvaje y eléctrica desde la sala El Sol, el pasado 22 de mayo, en una noche subterránea de canciones, de impulsos, de intuiciones, de arte, de belleza, de punk…»

 

En la sección de los lunes en Efe Eme, “El ritmo de la semana”, Sara Morales aborda esta vez el último concierto de Ana Curra, en un mes de importantes efemérides de su vida, y las novedades de Paul Weller, Suede y Offspring.

 

Una sección de SARA MORALES.
Foto de Ana Curra: ALBERTO SÁNCHEZ.

 

No es que quiera venir a hablar de mi libro, de verdad que no; pero desde hace semanas todos los caminos conducen a Ana Curra. Cada mes de mayo —la historia lo dejó así perpetuado— recordamos la marcha de Eduardo Benavente el día 14, aquella fatídica jornada de 1983 que comenzó como una más y terminó llevándose a una promesa de nuestra música en mitad de una carretera. Ese día que dejó sin aliento a Ana, sumiéndola en el desgarro más profundo, y que rompió en pedazos el sueño de Parálisis Permanente dejándonos huérfanos de un mito a todos los demás.

Ese día ya marcado en el alma y en la piel que, doce años después, en 1995, se convertiría en la víspera de otro también muy señalado, pues un 15 de mayo El Ángel, aquel poeta y músico —o músico y poeta— de rostro pueril y espíritu indomable, echó a volar para no volver. La vida, que es caprichosa, quiso que dos de las personas más importantes de Ana Curra emprendieran el viaje definitivo casi el mismo día; por eso la vida, que es caprichosa, y Ana, que es infinitamente sensible y no olvida, los han honrado y traído de vuelta antes de que acabe el mes.

Y ha ocurrido de la mejor manera posible: compartiendo el recuerdo con una velada salvaje y eléctrica desde la sala El Sol, el pasado 22 de mayo, en una noche subterránea de canciones, de impulsos, de intuiciones, de arte, de belleza, de punk,… Con Viuda y Buenos Vampiros caldeando la cita, hasta el momento en que apareció la maestra de ceremonias para iluminar las tinieblas y hacernos danzar sobre ellas. Y entonces, la luz se alió a la oscuridad. Y todos comprendimos que es en ella donde brilla más que nunca. Y regresamos al pasado con canciones como “El acto”, “Quiero ser santa”, “Nacidos para dominar”, “Adictos a la lujuria” y “Unidos”, entre otras tantas; y celebramos el presente con la presentación de un nuevo tema, “Aaaaahh!!”, que Ana ha creado inspirándose en el imaginario de Tim Burton, con una literatura muy cercana al mundo distópico que anda abordando la nueva generación de escritoras latinoamericanas. Incluso imploramos al futuro, a sabiendas de que las noches como esta demuestran que estamos más vivos que nunca y que, cada cierto tiempo, es necesario que ocurran.

Y mientras tanto no han dejado de suceder cosas: Paul Weller ha anunciado un disco de versiones que verá la luz en julio, Suede otro con material nuevo para septiembre —mes en el que también nos visitarán The Offspring—, Calamaro se ha enfadado con el público de Cali (Colombia), un estudio que dice que los jóvenes se dejan los pocos ahorros que tienen en conciertos (¿será verdad?) y, a todo esto, claro, la resaca de Eurovisión coleando por ahí también.

Sin embargo, algunos nos quedamos habitando en lapsos de tiempo como el de la otra noche, esos en los que se rinde tributo a la propia vida muy conscientes de su crudeza, pero brindando por seguir desafiándola.

Anterior entrega de “El ritmo de la semana”: Los Lemonheads y la extraña pareja de Amaral, Albert Pla e Iván Ferreiro.

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