Teo Luto: «El futuro no es un punto al que llegar, es un estado»

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«Mi anonimato no es una falta de identidad, sino mi propia identidad»

 

Con motivo del lanzamiento de su nuevo single, “Ta Ka Ta”, que llega acompañado de un videoclip tan futurista y ancestral como sugerente, el músico Teo Luto, gurú de la electrónica, charla con Carlos H. Vázquez sobre su trabajo y su enigmática personalidad.

 

Texto: CARLOS H. VÁZQUEZ.
Fotos: AMW.

En la escena electrónica contemporánea, a menudo fagocitada por la estética del postureo y la obsesión por la inmediatez digital, aparece la figura de Teo Luto como un espejismo oscuro y radicalmente honesto. Su anonimato no es un recurso de marketing; es una declaración de principios, y la música habla por sí misma, sin necesidad de un rostro reconocible ni de una identidad. Este productor y deejay malagueño —nómada entre Madrid, Berlín y Ámsterdam— ha encontrado en la sombra su territorio creativo, construyendo un universo donde el beat es el latir de un corazón industrial.

Tras Otro after más, un homenaje visceral a la ruta del bakalao y al imaginario del after, Teo Luto entrega “Ta Ka Ta”, un tema que abre grietas en el género para dejar entrar nuevas fuerzas: percusiones latinas deformadas, bajos industriales texturizados y un pulso urbano que desafía las fronteras del club. Influenciado por la «coherencia ética» de Óscar Mulero, la intensidad sensorial de Gaspar Noé o la pintura oscura de Pierre Soulages, Teo Luto ha convertido la pista en un territorio de resistencia; la rave auténtica es todavía ese espacio donde las jerarquías se deshacen y el futuro se manifiesta como presente absoluto. Y bajo la máscara, lo que permanece es la certeza de que la verdadera identidad se encuentra en el sonido.

¿Qué separa la identidad del artista (tu identidad) del anonimato? ¿Cómo conviven?
Mi anonimato no es una falta de identidad, sino mi propia identidad. Es lo que me permite ser completamente honesto con la música. Sin una imagen que vender, sin una cara que promocionar, el sonido habla por sí solo. Es una liberación. Teo Luto puede pinchar en Berlín y luego irse a casa como uno más, sin fama ni egos. Eso es autenticidad.

¿Y de dónde viene el nombre?
Es una mezcla de mi nombre real y «Luto», que tira más a lo oscuro. Es la sombra que necesitas para apreciar la luz del club. La indumentaria técnica y futurista que eliges funciona casi como una armadura.

¿De qué te proteges, si es que te estás protegiendo de algo?
Me protejo de la distorsión. He visto de cerca cómo la fama cambia a la gente, cómo la gente te trata diferente y acabas pensando más en los likes que en la música. Es mi escudo para mantener la realidad a raya.

¿La teatralidad de tu presencia sugiere un ritual?
Totalmente. Para mí, un set no es solo soltar una playlist. El deejay es el chamán moderno que libera a la gente a través del baile. Es un ritual colectivo de transformación, donde la gente se conecta consigo misma y con los demás. Esa es la espiritualidad que busco.

¿Qué has aprendido de Otro after más que hayas llevado a la producción de “Ta Ka Ta”?
Otro after más era un homenaje, un grito de amor al after y a la ruta del bakalao. Con “Ta Ka Ta” quise ir más allá. Aprendí a ser más arriesgado, a mezclar cosas que no se suelen escuchar en el club. Llevé el sonido un paso más lejos: si antes era techno con raíces, ahora es un híbrido donde lo electrónico y lo urbano se chocan de lleno. Es la evolución natural, expandir el concepto sin perder la esencia.

 

«El deejay es el chamán moderno que libera a la gente a través del baile. Es un ritual colectivo de transformación»

 

¿Qué significa “Ta Ka Ta”?
“Ta Ka Ta” es más un sonido que una palabra con un significado cerrado. Es el sonido de un latido, de un disparo, de un golpe seco. Es el mantra que repite la gente en el club. Significa la energía pura y primaria del baile.

¿Con qué trabajas?
Suelo empezar en Ableton Live [secuenciador de audio y MIDI]. Para “Ta Ka Ta” usé sintetizadores para crear bajos industriales muy texturizados y luego me perdí buscando drum kits de sonido raros, samples de percusiones latinas. La técnica está en la mezcla: capas de ruido, reverbs que expanden el espacio y esas voces en español.

¿De qué forma la filosofía de Óscar Mulero ha influenciado en tu forma de entender la escena techno?
Mulero es un pilar. De él tomo la filosofía de la resistencia y la coherencia. La técnica con alma. Él demostró que se puede tener una carrera larga y respetada sin venderse, manteniendo una integridad sonora brutal. Eso es un faro para mí. No se trata de ser el más comercial, sino el más honesto.

¿La música techno ha perdido el norte?
Hay una obsesión por las modas y el B.P.M. [beats por minuto] más rápido, y se ha perdido un poco el riesgo. Pero la escena underground sigue viva si sabes dónde buscar. El problema no es el techno, es la industria que lo envuelve. La escena debería ser más como un after: libre y sin etiquetas.

¿Cómo imaginas que evolucionará el techno y la cultura club en los próximos años?
Imagino una fusión mayor. Los géneros se van a seguir difuminando. Veremos más techno con influencias urbanas. Pero el núcleo, la comunidad, eso no va a cambiar.

Pierre Soulages extrae luz de la oscuridad en sus pinturas. ¿Dónde encuentras tú la luz en la oscuridad?
La encuentro en el clímax de un tema, justo en el drop, cuando el bombo retumba y ves a la gente cerrar los ojos y levantar las manos. Esa es la luz.

 

«Me protejo de la distorsión. He visto de cerca cómo la fama cambia a la gente y acaba pensando más en los likes que en la música»

 

Volvemos al ritual… ¿También la rave lo es?
Sí, pero solo la rave verdadera, no la que es pura pose para una story. La rave de resistencia, el underground, es el ritual transformador del siglo XXI. Es donde la gente se libera y conecta con algo más grande.

¿La inteligencia artificial cambiará todo esto en el futuro? ¿La trabajas?
Mi equipo lleva tiempo explorando la I.A. con bastantes buenos resultados. La I.A. te abre la puerta a crear visuales complejos de una forma más accesible. En un futuro me gustaría seguir explorando a ver hasta dónde llega.

Por otra parte, ¿usas grabaciones de campo, síntesis analógica o manipulación digital de samples para construir las texturas?
Un poco de todo. Me encanta la síntesis analógica para la crudeza, pero le doy mucha importancia a la manipulación digital de samples; coger un sonido orgánico, una percusión o un grito y destrozarlo hasta que se convierta en algo nuevo. Es ahí donde sueles sacarle el alma al tema.

¿Cómo ha cambiado ahora tu relación con tu identidad artística?
Ha cambiado hacia una mayor claridad. Al principio era una idea, una intuición. Ahora, con Otro after más y “Ta Ka Ta”, siento que la identidad de Teo Luto está perfectamente definida.

¿Ha empezado ya el futuro?
El futuro no es un punto al que llegar, es un estado. Estamos viviendo en él, se trata de saber verlo y escucharlo. El futuro es ahora, es este instante en el club, es esta conexión.


Sigue a Teo Luto en su canal de Youtube y en Spotify.

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