
«Reivindican la necesidad de reflejar sentimientos genuinos, incluso los incómodos o socialmente censurados»
Sobre el nuevo disco que acaba de publicar Miss Caffeina, Buenasuerte, con el que inician una nueva etapa, charlan Alberto Jiménez (cantante) y Sergio Sastre (guitarra y teclados) con Sendoa Bilbao.
Texto: SENDOA BILBAO.
Foto: JAIME GUTIÉRREZ.
El paso de Miss Caffeina por el Benidorm Fest en 2024, con la canción «Bla bla bla», sirvió de catalizador para el giro estético de la banda. El vocalista, Alberto Jiménez, lo describe como una «experiencia increíble» que les obligó a replantear el directo. Para su compañero, Sergio Sastre, la vivencia les dejó un aprendizaje invaluable: cómo la emoción y el movimiento pueden manejarse de forma «más intencional, más fina y más a favor de tu repertorio». Un hallazgo escénico, casi una revelación, que ha alterado la propia gramática de la banda.
Esta visión ha cristalizado en su inminente gira, concebida como algo «mucho más teatral, que tenga un guion» y que empleará danza, luces y escenas concretas; un ejercicio «súper rejuvenecedor» para Miss Caffeina, la crónica de una reinvención.
Diecinueve años: el nexo entre Piratas y el pop
El viaje sonoro se inició hace diecinueve años, un lapso donde la banda ha mutado sin ceder la base melódica. Alberto Jiménez recuerda la «obsesión» inicial con Piratas y los dos primeros discos de Iván Ferreiro. En aquel origen, Alberto abrazaba el pop y el britpop, mientras Sergio estaba anclado en un rock más setentero, pero el nexo que unió sus gustos dispares fue siempre la melodía. Con los años, la banda se hizo «totalmente permeable» a las nuevas corrientes, pero con la intuición de rastrear la genealogía sonora, desde Massive Attack a Björk.
Esta evolución, inevitable, culminó en el pop, género que Sergio Sastre define como su liberación. El grupo se sentía incómodo con las etiquetas: «No somos exactamente rockeros, pero no somos exactamente mainstream, pero no somos exactamente indie, no somos exactamente heterosexuales». Finalmente, sentencia: «El pop nos hizo libres». Una etiqueta, sin la estrechez de miras del rockero ni la rigidez del indie, que les permite «hacer lo que te dé la gana». Una licencia para operar con impunidad fuera de cualquier jurisdicción estética.

Alberto Jiménez: «Canciones con sentimientos muy naturales y “muy Mari Trini” que el pop permite reflejar»
“Buenasuerte”: la estructura del despecho
El resultado de esta libertad es Buenasuerte, un álbum que, como un mapa de carreteras, recorre las coordenadas emocionales del duelo y la ruptura. La producción de Pablo Rouss, con su detallismo electrónico, funciona como el hilo conductor de una narrativa íntima. El disolvente de esta nueva etapa es una lírica explícita, cercana al punk en su franqueza. La canción “Que seas feliz” es la catarsis que, con «más humor que tiene del disco», busca contrarrestar el sentimiento «feísimo» de desear el mal a alguien, ese momento del duelo en el que se desea lo peor: «que te follen, o sea, te odio, espero que te vaya fatal».
Alberto reivindica la necesidad de reflejar sentimientos genuinos, incluso los incómodos o socialmente censurados, como el despecho. Reconoce que estas canciones son hijas de otras como “Sin ti no soy nada”, de Amaral, o el espíritu de “Rata de tres patas”, de Paquita la del Barrio, y la crudeza de tonadas de Aída Cuevas o de Rocío Jurado, señalando que son sentimientos muy «naturales y muy Mari Trini» que el pop permite reflejar. El álbum se estructura en ese recorrido emocional, reflejado en la dualidad de los temas «mala suerte» y «buena suerte», que Sergio Sastre describe como el diálogo entre la supuesta aceptación y el relato de los momentos en que se sintió «superputeado y superhundido».
El arte de la confesión en tiempo real
En la composición, se distinguen dos estilos: la crudeza instantánea de Alberto —cuyas letras son «particularmente viscerales» al tener la capacidad de capturar la emoción «casi en tiempo real»—, frente a los temas de Sergio, que buscan la conexión apelando a la «imaginación emocional». La metodología del disco obedeció al concepto: trabajar «canción a canción» hasta determinar qué «parte del duelo» faltaba por contar. Para el que será el siguiente single, “Hoy va a ser el día”, se inspiraron en la escena de la rave de la serie La Mesías para trasladar un sentimiento de soledad y alienación. Un proceso de escritura que, según Alberto, es una suerte de psicoanálisis: «Tener la suerte de que los discos y las canciones reflejen tu vida, las fases, y saber cómo eras tú en los diferentes momentos […] es muy guay».

Sergio Sastre: «La conceptualidad del disco permite que la gente sienta lo que hay dentro de su universo»
Conceptualidad: un extraño y reconfortante viaje
La narrativa conceptual, que vemos en artistas como Veintiuno, Belén Aguilera o Rosalía hace unos años, se ha vuelto recurrente. Sin embargo, Alberto Jiménez matiza que la conceptualidad de Buenasuerte aborda algo que va más allá del desamor: «Creo que discos conceptuales sobre el amor se han hecho muchos, pero también te digo que es una cosa social muy del momento, el miedo al compromiso, el censurar sentimientos, el miedo a sentir cosas».
La honestidad lírica del álbum conecta con referentes de brutalidad emocional como Alanis Morissette en la canción “You oughta know”, cuya letra —«espero que ella te haga una mamada en el teatro» (Would she go down on you in a theater?)—, Alberto recuerda como un momento de epifanía. El vocalista de Miss Caffeina señala que esta es una «emergencia» social ligada a la frialdad con la que se inician y se consumen las relaciones hoy en día, convirtiendo el álbum en un espejo de esta nueva forma de relacionarse.
Sergio Sastre concluye que la conceptualidad es «muy sugerente» y tiene «premio a nivel artístico» porque permite «que la gente sienta realmente lo que hay dentro de su universo, ese viaje es muy bonito». Aunque la narrativa sea la de una «tragedia griega» contemporánea, Alberto Jiménez confía en que el concepto visual y musical que estrenarán será «muy interesante» y permitirá al público en la gira que iniciarán en enero entrar en su universo de una manera totalmente nueva y diferente.



















