DISCOS
«Un joven rockero que no habiendo roto del todo todavía la limitación geográfica de la provincia almeriense, en cuanto a popularidad, ha conseguido reunir dieciséis ilustres colaboraciones vocales»
JJ Fuentes
El Heredero
EL DROMEDARIO RECORDS, 2025
Texto: JAVIER M. ALCARAZ.
Decía Sabina aquello de que «nos sobran los motivos» para despedirse de una relación y algo así es aplicable para aconsejar un acercamiento a este nuevo álbum de JJ Fuentes, publicado el pasado viernes, 20 de junio. Hablamos de un joven rockero que, sin haber cumplido la treintena, y no habiendo roto del todo todavía la limitación geográfica de la provincia almeriense en cuanto a popularidad, ha conseguido reunir dieciséis ilustres colaboraciones vocales, y otra decena de cameos instrumentales, para el que es ya su tercer disco.
Seamos realistas, este tipo de discos es habitual en grupos y artistas de larga trayectoria —sin ir más lejos, Loquillo lanzará un álbum bajo ese formato al inicio del otoño—, pero que tantos nombres propios relevantes se hayan sumado por voluntad propia y desinteresadamente a ofrecer versiones de lo más selecto de los dos primeros trabajos de un artista fuera del circuito dice mucho y bien de sus canciones, que adquieren así una segunda vida después de pagar las consecuencias de las restricciones de la pandemia.
Y es así como —por orden de intervención— a El heredero se suman Álvaro Urquijo de Los Secretos, Javier Andreu de La Frontera, José María Guzmán, Nat Simons y Aitor Velázquez de Hora Zulú, Aurora Beltrán, Johnny Burning, Sabino Méndez, Diego Vasallo y Fernando Madina de Reincidentes, Kutxi Romero de Marea, Jesús Cifuentes de Celtas Cortos, Gabriel Sopeña, Carlos Segarra, José Manuel Casañ de Seguridad Social y Carlos Goñi de Revólver. A eso hay que sumar a destacados instrumentistas como Jacinto Ríos (091), Hendrik Röver (Los Deltonos), Kolibrí Díaz (Marea) o Michael Cleveland, uno de los mejores violinistas de la historia de la música country y bluegrass. No estaban obligados y lo han hecho, le reconocen de igual a igual… Algo tendrá el agua cuando la bendicen.
Con toda esa colección de avales, la quincena se inicia con el tema “El heredero”, el que da título al conjunto y que pasa por ser el único inédito —y sin invitados— donde el wéstern de Morricone se abre paso en las áridas tierras del desierto de Almería, con una letra que clama contra la corrupción y la pérdida de fe en el sistema a todos los niveles. Ni hecha de encargo.
El viaje por el disco tiene hechuras y poso de grandes éxitos, y ofrece una elogiable variedad en las ambientaciones y texturas de sus quince canciones. Encontramos guitarras acústicas y eléctricas de doce cuerdas, armonías vocales muy cuidadas y trabajadas y un regusto claro a la costa oeste en las melódicas “A los pies de la Alhambra” (con Nat Simons y Aitor Velázquez) o “Si quieres que nos conozcamos mejor” (con Álvaro Urquijo). En “Tu miedo” (con Kutxi Romero) se mezcla sin pudor el country con una actitud afilada y desafiante de ascendencia más punk rockera, y el rock and roll disfrutón y enérgico también tiene su espacio en “Ave Fénix” con Carlos Goñi, incluso en “El perro del hortelano” con Johnny Burning y la gamberra “¿De verdad te casarás con él?” con Carlos Segarra.
Fuentes también canta a la tierra en grandes planos secuencia, donde se deja el corazón como en las vívidas “Hija de la Alpujarra”, con Casañ, y “Miss Almería”, —videoclip con la ganadora de un Goya Nerea Camacho— con un entregado Javier Andreu, mientras que el toque más dinámico y frugal lo aporta el siempre enérgico Cifu en ‘Orgánico’.
En la sección de baladas, el dolor se masca en forma de pérdida: por un lado, con la épica bélica de “Madre, anoche en las trincheras”, con Diego Vasallo y Fernando Madina, y el vals helador de “Cuando te acuerdes de mí” con Aurora Beltrán.
Menciones honoríficas para que una figura carismática como Sabino Méndez deje la escritura y vuelva a cantar en “El tiempo se va”, para que Gabriel Sopeña (Mejor solista en los Premios de la Música Aragonesa 2025) aporte su sensibilidad en “Si no es contigo” o que rinda un homenaje a mayores a José María Guzmán en “Que el olvido se apiade de ti”.
Con actitud, arrojo, sensibilidad, descaro, también en la justa medida de arrogancia y una realidad de quien asume que lo que hace no va a escucharse en vídeos de tik tok, pero que sabe que es lo correcto, JJ Fuentes recoge la herencia de una manera de hacer canciones que se antoja atemporal, haciendo brillar de forma romántica el concepto de ser músico por encima del de ser famoso. De mimar letras, músicas y arreglos, con la humildad de quien sabe que antes lo hicieron otros y con la responsabilidad de mantener esa llama encendida.
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Anterior crítica de disco: Lifetime, de Erika de Casier.
