LIBROS
«Esta novela le ha valido el Premio Formentor 2024. Un autor que suena a futuro Nobel. No será porque no lo merece»

László Krasznahorkai
El barón Wenckheim vuelve a casa
ACANTILADO, 2025
Texto: MANOLO TARANCÓN.
Krasznahorkai es un escritor inclasificable y único. Recurrir a las comparaciones supone caer en un cliché poco práctico. Con su escritura intensa, estructura y atmósfera hechizante esconde en este libro mucho más que una historia, abarcando los tiempos de inmediatez que vivimos, la manera en que nos reciclamos, ávidos de noticias confiando en quienes nos las sirven olvidando, como si fuera muy lejano, lo que ha ocurrido hace apenas unos días. «¿Ha tenido alguien tiempo para asimilarlo? Una no ha tenido ni tiempo para entenderlo, para asumirlo, porque enseguida vino lo siguiente y después lo siguiente…».
Reivindica los conceptos de cultura y lectura a través de la figura de uno de los múltiples personajes que nos presenta. «Nuestra única misión como Biblioteca Municipal consiste en difundir conocimientos, en propagar el saber, en elevar el nivel de la comunidad […] Hemos de partir de la naturaleza humana, y de que esta depende de ciertas noticias de actualidad, de rumores, esto es, de manipulaciones, y de que la naturaleza humana es débil». Una contradicción que nos lleva al contrapeso, la inclinación de la balanza hacia el lado obvio constatando una verdad irrefutable, aunque nos pese.
La magia de este libro reside en disfrutar de la lectura abstrayéndonos del entorno, sin objetos a mano que puedan despistarnos rindiéndonos a lo que nos cuenta. Las figuras principales son excusas intencionadas para radiografiar la realidad del presente, denunciar la corrupción, el miedo, la simplicidad hacia la que nos llevan quienes dirigen el mundo a través del humor y el absurdo allá donde hablan de desdichados, podredumbre y miseria, con personajes estrafalarios pero creíbles, tanto en lo tangible como en lo moral. Las frases largas y escasa separación en párrafos y capítulos, o los cambios de punto de vista en una misma línea, representan la huida de esa simplicidad, la única manera honesta escogida para desarrollar la forma y la estructura en una suerte de orfebrería literaria que no da pie la desconcentración.
Si ya destacó cuando, por fin, se tradujo al español su título más aclamado, Melancolía de la resistencia, junto a Guerra y guerra o Tango satánico (llevada al cine por su paisano Béla Tarr), todas ellas editadas por Acantilado con traducción de Adan Kovacsis, esta novela le ha valido el Premio Formentor 2024. Un autor que suena a futuro Nobel. No será porque no lo merece.
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Anterior crítica de libros: Interino, de Octavio Gómez Milián.



















