
«Actualmente estoy escribiendo algunas de mis mejores canciones hasta ahora»
El músico norteamericano anunciaba recientemente su regreso a España con ocho conciertos previstos para octubre. Sobre su visita, su vida y un nuevo disco en ciernes habla con Carlos H. Vázquez.
Texto: CARLOS H. VÁZQUEZ.
Fotos: Archivo personal de Jonny Kaplan.
Más de diez años después de un grave accidente de motocicleta y la posterior salida de su cuarto y último álbum hasta la fecha, titulado Sparkle and shine (Reckless Grace Music, Inc, 2013), el músico norteamericano Jonny Kaplan (con The Lazy Stars) regresa a España con la misma convicción con la que escribió sus primeras canciones en California (aunque sea él de Filadelfia) a mediados de la década de los noventa.
Los temas de California heart (Glitterhouse Records, 1997), Ride free (Bittersweet Recordings, 2002) y Seasons (Bittersweet Recordings, 2008) dialogan hoy con los de Sparkle and shine, un disco nacido entre el dolor físico y la catarsis sentimental, que consolidó el lugar de su autor en la periferia más luminosa del rock americano. Kaplan habla ahora de la mortalidad, de las canciones como revelaciones divinas, de amistades que se transforman en familia —como la de Jokin Salaverria— y de proyectos que surgen incluso en plena pandemia, cuando las vicisitudes de la salud le pusieron de nuevo frente a la fragilidad de la vida. Pero en su barco o sobre una Harley Davidson, Jonny Kaplan sigue mirando al futuro con serenidad, teniendo por delante un periplo de ocho fechas en octubre por España: miércoles 1 en Valencia (Loco Club); jueves 2 en Barcelona (Sala Upload); viernes 3 en Madrid (Wurlitzer Ballroom), sábado 4 en Elda, Alicante (Fillmore Huertano); jueves 9 en San Sebastián (Dabadaba); viernes 10 en Bilbao (Azkena); sábado 11 en Aldea de San Miguel, Valladolid; y domingo 12 en La Portela de Valcarce, León. Aquí está Jonny Kaplan, que ha vivido para cantarlo.
Han pasado trece años desde tu accidente de moto, justo después de terminar los conciertos del 4 de julio con The Lazy Stars en The Iron Door Saloon, en California. Curiosamente, ocurrió el día antes de que volaras a Europa para tocar en España e Italia. Y un año después publicabas tu cuarto disco hasta la fecha, Sparkle and shine. ¿Cómo ha cambiado tu vida —personal y artísticamente— desde el accidente?
Mi vida, sin duda, cambió después del accidente. Para empezar, estuve muy cerca de morir, y eso realmente pone todo en perspectiva. Tuve mucho tiempo para curar mis trece huesos rotos. Al sentir mi propia mortalidad, me hice muchas preguntas: ¿Soy feliz? ¿Estoy haciendo todo lo que quiero hacer? Si me recupero, ¿hay algo que me gustaría hacer de forma diferente? Además, en ese momento estaba atravesando problemas muy serios de pareja. El dolor de esa situación, combinado con la agonía física que estaba viviendo, me inspiró a escribir muchas canciones. También tuve otro «baile con la muerte», como lo llamo yo, durante la pandemia. Estuve hospitalizado con una neumonía muy fuerte. Me encontraba en San Petersburgo, Florida, donde prácticamente no conocía a nadie, y estaba sentado en un hospital, solo, pensando: «¿Es esto el final?», «¿Voy a morir aquí?», «No ha sido suficiente, todavía hay tantas cosas que quiero hacer, y si salgo de aquí… voy a hacerlas». Eso tiene mucho que ver con mi «desaparición» de la escena musical en los últimos años. Soy y siempre seré un artista, ante todo, pero también hay otras cosas que disfruto hacer.
Conseguiste reparar la moto y volver a subirte a ella. ¿Por qué —como dice el dicho— cuando te caes del caballo tienes que volver a montarlo?
(Risas) Muy cierto. Tenía que arreglar la moto y… al menos volver a montarla. Algunos meses después vendí la vieja Harley. Tristemente, ya nunca pude volver a confiar en esa moto. De hecho, hice un parón de varios años sin conducir, pero como dice el dicho, «lo llevo en la sangre». No podía sacármelo de la cabeza y al final me lancé y compré otra moto. Tener y montar una motocicleta ha sido una parte muy importante de quién soy desde que tenía dieciséis años, y no puedo dejarlo. Dicho esto, hoy conduzco como una abuela: tranquilo y despacio.

«En el mundo loco del rock and roll el humor es lo más importante»
¿Cómo es la nueva moto?
Es una Harley Davidson vieja, grande, gorda, negra y ruidosa (risas).
En una entrevista anterior me dijiste que Sparkle and shine no tenía canciones sobre el accidente. ¿Por qué?
Buena pregunta, pero en realidad nunca lo pensé, nunca me inspiró escribir sobre ello. En ese momento estaba escribiendo sobre mi situación sentimental, que para mí siempre ha sido un motor en mi creatividad, divinamente inspirada. Sin embargo, hay muchísimas referencias a motos en mis canciones desde California heart. La primera que me viene a la cabeza está en “Pocket fulla nickels”: «I’d ride on down the ocean road, straight through to old T.J., and find a señorita there to take my pain away». Y, por supuesto… “Ride free”.
No obstante, ¿ya tenías compuesto parte del disco antes del accidente?
Sí. Probablemente tenía la mitad de las canciones antes del accidente. De hecho, escribí “When you’re down” mientras vivía en Madrid.
¿Con qué canción relacionas ese tiempo?
Me costaría elegir una sola canción definitoria de ese período, estoy muy orgulloso de todas. Supongo que, desde un punto de vista comercial, “When you’re down” recibió mucha atención. Que Daryl Hannah cantara conmigo ayudó bastante en Estados Unidos. Personalmente, creo que “Sweet magnolia flower” es una de las canciones más hermosas que he escrito. También me encanta la fuerza, la actitud y la energía rockera de “Sparkle and shine” y de “Garage cleaner”. ¡Las amo a todas! ¡Son mis bebés!
¿Te ha pasado que una canción escrita con una intención concreta termine comunicando algo completamente distinto para ti años después?
Sí, algunas veces. Muchas canciones aparecen y se te revelan, y simplemente las escribes de inmediato. En realidad, no es como «escribir», es más bien como si la canción te la entregara una fuente divina. He leído a muchos artistas decir cosas similares. Yo creo que es tu yo superior dándote la música. Las canciones en cuestión, escritas supuestamente sobre alguien o algo… en realidad eran sobre mí. Una lección, si quieres; tu alma dándote advertencias y aprendizajes para tu vida: “When you’re down”, “The child is gone” y otras. Son muy autobiográficas, aunque no lo entendiera en ese momento.
Uno de tus primeros recuerdos musicales es “Red balloon”, de Tim Hardin, cuando tenías cinco años. ¿Cuándo descubriste el verdadero significado de lo que decía esa canción?
No fue hasta mucho después, ya de adulto. Honestamente, ni siquiera pensé en Tim Hardin durante años hasta que me topé con un viejo disco en una tienda, en mis veintitantos. Solo ver la portada me trajo una avalancha de recuerdos de infancia. Y, claro, luego las canciones. Tenían un significado completamente nuevo después de haber estado viviendo por mi cuenta, buscándome la vida en Nueva York y en Hollywood, tocando rock and roll. He visto la aguja y el daño hecho.
En ese sentido (una canción que evoca una época o a alguien), pienso en “Always”, que cantas con Charlie Robinson, fallecido en 2023. ¿Ha cambiado ahora el significado de esa canción para ti?
Esa es una canción que me atrapó desde la primera vez que escuché a Charlie cantarla. La profundidad y la emoción, y la manera en que hace esperar al oyente… tanto tiempo, hasta llegar a la recompensa final: un estribillo absolutamente precioso que es solo una línea. Las palabras más importantes del mundo: «You know, I will, always love you».
Siempre has tardado bastante entre disco y disco —no por elección— por varios factores: eres un artista independiente, el dinero a veces es un factor, además de otros problemas. Dos preguntas: ¿Tienes preparado un nuevo disco? Y si es así, ¿por qué está tardando tanto?
He tardado mucho entre discos por muchas de las razones que has mencionado. Aunque he tenido mucha suerte, mi carrera nunca despegó como esperaba, especialmente en Estados Unidos. Sin un sistema de apoyo adecuado es muy difícil grabar discos como es debido, promocionarlos e incluso salir de gira. Y ahora, con el streaming y Spotify… la industria musical ha sido prácticamente devaluada del todo. Aparte de eso, también decidí dar un paso atrás hace unos años… a propósito. Durante la pandemia agradecí mucho tener tiempo para hacer otras cosas y darme un respiro. Fue muy agradable estar alejado del «ajetreo» del negocio musical por un tiempo. Así es como creces como persona. Cuando eres artista, eres artista de por vida. No tienes realmente un calendario para hacer nada, salvo vivir una existencia inspirada. Dicho esto, actualmente estoy escribiendo algunas de mis mejores canciones hasta ahora. Estoy muy orgulloso de ellas, y empezando a pensar en grabarlas. Cómo, cuándo, dónde y con quién… Lo más probable es que empiece a grabar después de la gira de otoño, este invierno.
Sparkle and shine, que produjiste tú mismo (con Bruce Witkin), fue una producción distinta a la de Keith Nelson en Seasons. ¿Cuál fue la razón —o la inquietud— que te llevó a autoproducirte en el estudio?
Me encanta trabajar con productores, pero siempre tengo mis ideas y opiniones sobre cómo quiero que se graben mis canciones. He cedido el control por completo algunas veces, con resultados interesantes, pero normalmente entro al estudio sabiendo básicamente qué quiero lograr. Keith y yo fuimos un gran equipo durante el tiempo que trabajamos juntos. La principal diferencia para mí entre Seasons y Sparkle and shine fue que realmente quería aportar un nivel de sofisticación a las canciones de Sparkle and shine. Bruce Witkin lo entendió por completo y me ayudó a conseguirlo. Dicho esto, nunca le digo a los músicos con los que toco qué tienen que tocar. Los respeto y confío en ellos totalmente. Siempre aportan algo increíble y elevan mis canciones a otro nivel. El bajo de Jokin Salaverria es un ejemplo perfecto. Es uno de los mejores músicos que conozco.
Con respecto a la producción, ¿harás lo mismo en tu próximo disco?
No estoy del todo seguro de cómo lo haré todavía. Tengo algunas ideas claras sobre una canción nueva en particular, pero creo que quiero la aportación de otra persona que me ayude a llevarla a donde quiero. Ya veremos.
¿Volverás a grabar con Brian Young (Fountains Of Wayne)?
Brian es un batería fantástico. Uno de los mejores con los que he tocado. Es un batería de feeling total, como Charlie Watts. Me encantaría volver a tocar con él en algún momento. Recientemente retomé el contacto con mi viejo amigo Javier Escovedo. Estamos montando un pequeño proyecto. Puede que consigamos que Brian toque la batería. ¡Dedos (y pies) cruzados!
¿Qué valoras más en un colaborador: la precisión, la empatía o la imaginación?
Supongo que un poco de todo. Para mí, lo más importante con mis compañeros musicales son siempre dos cosas: que puedan tocar con sentimiento y que se pueda convivir con ellos. Solo quiero estar rodeado de buena gente. En el mundo loco del rock and roll, el humor es lo más importante.
¿Cómo habla de la carretera un músico que vive en un barco? ¿Pasarás del ride free al sail free?
(Risas) Siempre estoy ride free y sail free, siempre he tenido el sueño de navegar hacia el atardecer. Mi vida musical y mis seres queridos son lo que me ha impedido hacerlo… hasta ahora. Disfruto enormemente de la libertad de navegar a tierras lejanas. Calma el alma.
¿Cómo ha cambiado tu relación con la carretera en los últimos años —logística, banda, economía de gira— y cómo influye eso en tu energía en directo?
Aunque he estado disfrutando de otras cosas, he echado mucho de menos salir de gira. Tengo muchas ganas de estas fechas en España en otoño. La economía siempre lo complica. Especialmente hoy en día. Siempre quiero cuidar lo mejor posible a la gente con la que toco y viajo. No puedo hacerlo sin ellos. Claro que puedo salir de gira en acústico, lo he hecho mucho y lo disfruto, pero es un animal completamente distinto. Me encanta viajar con mi banda a distintas ciudades y países para tocar rock and roll. Puede ser el mejor trabajo del mundo, y es totalmente Spinal Tap. Graciosísimo, y lo adoro.

«Mi corazón es puro, está más sano que nunca»
¿Qué te trae por España esta vez? ¿Qué planes tienes por Europa?
¿Qué me trae a España? España es uno de mis países favoritos para tocar… y para estar. Tengo muchos amigos y fans allí. España siempre me ha tratado muy bien. Cuando sacamos Ride free con Bittersweet Recordings, el sello me promocionó como artista de rock, no como artista de americana. Estoy muy agradecido por eso. Lo que hicieron fue abrirme a un público completamente nuevo allí, más allá del mundo de la americana: rockeros, alternativos, stoner rockers… todos. Lo interesante es que incluso en Estados Unidos el mundo alternativo/periférico siempre me apoyó más que el de la americana (las conexiones con Blind Melon, Foo Fighters, Pearl Jam, etcétera). Me encanta y estoy muy agradecido. La mayoría de la gente no conoce esta historia, pero cuando estaba grabando California heart hace veintisiete años, Krist Novoselic, de Nirvana, estaba mucho por el estudio. Nos encontrábamos en Seattle, y a él le gustaban mucho The Byrds.
También vuelves a tocar con Jokin Salaverria (Sotomonte). Dice que eres su «hermano mayor».
Jokin Salaverria es mi (muy alto) hermano pequeño, y ha sido una constante en mi vida prácticamente desde que nos conocimos. Es familia. Un músico fantástico, bajista, guitarrista y ahora cantautor con los poderosos Sotomonte. ¡Qué gran banda! Estamos muy emocionados. ¡Ha pasado tiempo! Hemos tenido algunos intentos fallidos de giras en España en los últimos años, lo cual es una de las razones de que me haya tomado tanto tiempo volver. Tenía problemas para encontrar un buen promotor. Finalmente, Marc Rockenberg, de Red Sun Barcelona, me escribió: «¡Hey, tío! ¡Hagámoslo!». Jokin ya estaba empezando a reservar conciertos por su cuenta, así que decidimos trabajar juntos, y ahora tenemos un gran equipo. La gira de octubre son solo ocho fechas, pero seguimos recibiendo mensajes para hacer más, así que reservaremos una «segunda parte» justo después de las fiestas, a principios de año. Me alegra saber que voy a pasar mucho tiempo en España este año y el próximo.
¿Qué tal fue la experiencia en Argentina, por cierto?
En Argentina, tío, aman el rock and roll. Es una parte del mundo preciosa. Buenos Aires es muy europea. No es lo que mucha gente espera de Sudamérica. Me encanta estar allí y he desarrollado una buena base de fans. Tengo muchas ganas de volver.
Veo en tus más recientes repertorios en directo que no has tocado canciones de tu primer disco, California heart. ¿Por qué no has vuelto a ellas?
Siempre hemos tocado una o dos canciones de California heart, pero, honestamente, siempre ha habido más canciones nuevas que eran más conocidas. De hecho, California heart nunca se editó en España, así que tal vez muchos no lo conocían. Tocaremos al menos dos o cuatro canciones de ese disco en esta gira. Estoy pensando en reeditarlo en España como una especie de “celebración de aniversario”. Ese disco fue el “álbum americano del mes” para Mojo Magazine y realmente puso muchas cosas en marcha para mí en aquel momento. Si hacemos una reedición, sería muy divertido traer una banda completa de country rock, con piano, pedal steel e incluso una cantante femenina que sea mi Emmylou Harris.
Por cierto, ¿cómo alguien nacido en Filadelfia puede tener un corazón de California?
(Risas) Nací en Filadelfia, pero California realmente me ha hecho quien soy. Hay una magia en la Costa Oeste que te permite ser lo que quieras ser y, de verdad, crear la vida que deseas para ti. Hay una vibración. Puedes sentirla cuando estás allí, y dejas de sentirla cuando te vas. Es realmente mágico.
Entonces, ¿dónde está hoy tu corazón?
Buena pregunta, amigo. Mi corazón es puro, está más sano que nunca. Busca… como siempre. Está contento. Disfruta del presente y está emocionado por el futuro.



















