Extremoduro: «No podemos estar anclados en el pasado»

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«Las canciones pueden ser eternas, los grupos no»

 

En una nutrida rueda de prensa, Extremoduro han ampliado las razones de su disolución y han ofrecido detalles de su gira de despedida. Por Carlos. H. Vázquez.

 

Texto y fotos: CARLOS H. VÁZQUEZ.

 

El viernes 13 de diciembre, el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, avanzaba en rueda de prensa que la Junta de Gobierno Local había acordado la cesión del Recinto Hípico, propiedad del Ayuntamiento, para la celebración de un concierto de Extremoduro en el fin de semana que va del 18 al 20 de junio. Y aunque Salaya declaró que todavía no había nada definitivo, confirmaba que había sido la productora Planet S.A. la empresa que había solicitado el espacio de la localidad extremeña para trabajar en la organización de un concierto «de gran afluencia»: «La voluntad del equipo de gobierno y el trabajo de la concejala de Cultura está siendo de predisposición total y de colaboración y confiamos en que este concierto de Extremoduro pueda salir adelante», añadía Luis Salaya.

Apenas cinco días más tarde, el martes 17 de diciembre, Extremoduro emitía un comunicado con el que anunciaban la separación del grupo: «Queremos que sepáis los motivos de primera mano y esperamos que nos comprendáis. Para trabajar de la manera en que nosotros hemos trabajado tanto tiempo, es imprescindible tener una compenetración muy, muy especial. Ahora, esa compenetración tan difícil de conseguir y mantener, aunque existe, no es la misma. Por eso hemos preferido dejarlo aquí: para quedarnos siempre con el recuerdo de tantos años felices, y porque nos parece lo más honesto. Seguimos y seguiremos siendo compañeros de viaje, aunque de otra manera, pero siempre compañeros».

La noticia hizo saltar por los aires las esperanzas de los seguidores de Extremoduro, dejando sembradas las dudas hasta el día de la rueda de prensa —organizada por la promotora de conciertos Planet Events— de Roberto Iniesta e Iñaki Antón en el Hotel RIU de Madrid, la cual se retrasó una hora y media, generando más expectación si cabe.

Teniendo en cuenta las declaraciones de Luis Salaya, Robe quiso hacer una reflexión al respecto: «No hemos hecho mucho caso. Son políticos y los elegimos nosotros. Supongo que tenemos los que nos merecemos. Quiero creer que hacen estas cosas por ignorancia, porque están mirándose su propio ombligo. No ha habido daños porque todos los conciertos se harán con una misma promotora, pero si algún promotor hubiera salido perjudicado, porque este señor se quiso apuntar un gol, habríamos cambiado de ciudad, como otras veces. Queríamos hacer las cosas bien, acabar la gira, y no ir anunciando un concierto y luego otro». A pesar del rumor, la banda confirma doce últimos conciertos: 15 y 16 mayo en Valencia (Marina Sur); 22 y 23 de mayo en Murcia (La Fica);30 de mayo en Sevilla (Estadio La Cartuja); 5 y 6 de junio en Madrid (Auditorio Miguel Ríos); 13 de junio en Santiago de Compostela (Monte Do Gozo); 20 de junio en Cáceres (Recinto ferial); 26 y 27 de junio en Barcelona (Parc del Fòrum) y 18 de julio en Bilbao (Kobetamendi).

 

«Que vayan a los conciertos y disfruten del presente mientras dure. Ya nos preocuparemos por el futuro… cuando llegue»

 

De momento no habrá gira por Latinoamérica ni tendrán teloneros: «Yo creo que no habrá más fechas. Son sitios gigantes todos. Nuestra idea no es hacer conciertos de más de treinta mil personas, pero, a las malas, si hubiera mucha gente, seguramente habrá aforos que se puedan hacer más grandes antesque hacer otras fechas», contestaba Robe. Iñaki Antón Uoho, por su parte, añadía: «Siendo una gira de despedida, de cara a la gente que venga a vernos, hemos planteado el concierto como un repaso por lo que ha resultado ser las canciones más importantes de Extremoduro. Es una gira muy especial y con una función muy especial». Y sobre los festivales, Iñaki negaba tajante la aparición de Extremoduro en cualquiera de ellos: «Nunca hemos sido muy amigos de los festivales. Hace bastantes años que creemos que tratamos de ofrecer —a quien paga nuestra entrada— un concierto bien organizado, todo montado por nosotros. Los festivales tienen otras ventajas, pero no esas precisamente. Los que queremos quedar satisfechos somos nosotros».

En cuanto al repertorio, «hay muchas canciones, pero hemos intentado conjugar lo que quiere oír la gente y lo que queremos tocar. No podemos estar anclados en el pasado; se trata de hacer un recorrido por la discografía del grupo. El concierto es para agradar a la mayor gente posible, con canciones que nos motiven y nos den un puntito», señalaba Robe. Dentro de las posibles canciones, se hará un repaso de discos más complejos, como Pedrá (DRO, 1995) o La ley Innata (Warner, 2008). «Tres cuartas partes del concierto serán canciones muy conocidas», concluía Iñaki Antón.

Tampoco habrá canciones nuevas de Extremoduro, y si las hay, como confirmaba Uoho, «no van a ser canciones de Extremoduro»: «Hemos estado con canciones y también hubo canciones en su año que las veíamos casi redondas y se quedaron. Ahora, esto último, que está de actualidad y no en un cajón, por un sitio u otro saldrá», matizaba. De hecho, y como el propio Robe contó en 2017, «Si [Extremoduro] no tiene nuevas canciones, igual se hace una gira de despedida y ya».

Y la pregunta del millón: ¿será una despedida definitiva o una como la de los toreros malos? «Esta despedida no es como la de los toreros ni como la de los futbolistas. Nos podíamos haber despedido en 2014, pero intentamos ser lo más sinceros posible. Podríamos volver, pero no es la idea», aclaraba Robe, mirando al futuro: «Que vayan a los conciertos y disfruten del presente mientras dure. Ya nos preocuparemos por el futuro… cuando llegue».

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