
Según un estudio de la SGAE, la inteligencia artificial podría reducir un 28% los ingresos por derechos de autor de la música en España y perderse más de 100 millones de euros en 2028.
El informe ha sido elaborado por Know Media con la Universidad Carlos III a partir de encuestas a una muestra diversa de 1.257 creadores y creadoras musicales en España, de una variedad de estilos y con diferentes niveles de ingresos.
Principales conclusiones del estudio:
Impacto económico. La IA podría reducir hasta un 28 % los ingresos por derechos de autor musicales para el año 2028. Esto supondría una pérdida de alrededor de 100 millones de euros solo ese año, y un acumulado de entre 160 y 180 millones en el periodo 2025-2028.
Uso de la IA entre creadores. Un 34% de las personas encuestadas ya han utilizado herramientas de IA en algún momento, y un 17% adicional expresan su intención de hacerlo próximamente.
Preocupación del sector. El sentimiento general del colectivo autoral ante esta situación es una combinación de incertidumbre y preocupación por la reducción de ingresos y por un posible uso irresponsable o abusivo de la IA.
Actitudes ante la IA. La incertidumbre se expresa fundamentalmente en el miedo a quedarse fuera del mercado si se prescinde de su uso, al considerarla un apoyo para reducir costes (36%). También existe preocupación al reemplazo progresivo de la actividad humana por la máquina (26%).
Ámbitos de aplicación. La IA se utiliza principalmente en tres áreas clave: composición, producción y promoción musical. Entre las herramientas más utilizadas destacan sistemas de generación de texto y letras como ChatGPT o iZotope Ozone; software de composición musical como Suno o Bandlab; editores de imagen creativa como DALL·E o Spotify AI (empleados para diseñar carátulas y contenido promocional) y soluciones de mezcla, mastering y automatización de sonido como LANDR o Neutron.
Reclamación de medidas regulatorias
El informe señala que la demanda de una regulación específica y eficaz es unánime. El colectivo reclama que tanto las entidades de gestión como las autoridades públicas articulen mecanismos que protejan la creación humana frente a los efectos disruptivos de la IA.
Las propuestas clave son:
1. Vigilancia continua sobre la expansión de la IA en el ámbito creativo.
2. Normas que permitan distinguir entre música generada con asistencia tecnológica y música completamente artificial.
3. Un marco legislativo protector que garantice la pervivencia de un espacio inviolable para la creación humana frente a la automatización.



















