DISCOS
«Un trabajo sólido, afilado, panorámico, contundente y de una vitalidad que te noquea desde el primer corte»

Shame
Cutthroat
DEAD OCEANS, 2025
Texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.
Una banda(za) inmune a la foto fija y un productor como John Congleton, responsable de pulir virguerías a nombre de St. Vincent, Sleater-Kinney, Death Cab For Cutie o Angel Olsen: ¿qué podría salir mal? Prácticamente nada. Por eso, este cuarto álbum de Shame, dedicado «a los cobardes, a los idiotas y a los hipócritas» (dicen que abundan, y hay que darles la razón), pone su propio listón muy alto.
Si alguien aún piensa que lo de Charlie Steen y los suyos es el pospunk a piñón fijo (aún se les asocia mentalmente, y es inevitable, con Black Midi, Squid, Dry Cleaning, Yard Act, o Black Country, New Road, bandas de la misma generación), que pruebe a hincarle el diente a Cuttthroat (2025).
La electrónica herrumbrosa y con pegada (“Axis of evil”), el folk pop al estilo de Fontaines DC cuando se ponen roots (“Quiet life”),el jangle pop con fibra (“Spartak”), un exótico arrebato con sabor brasileiro (“Lampião”), el punk funk (“After party”), una especie de balada moribunda que se torna tenebrosa pesadilla (“Packshot”), un petardazo punk pop (“Nothing better”) y un estribillo levemente psicodélico que podrían haber firmado The Godfathers (el tema titular) se dan la mano en un trabajo sólido, afilado, panorámico, contundente y de una vitalidad que te noquea desde el primer corte. No me atrevería a desestimar ninguno de los doce.
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Anterior crítica de disco: Letters to ordinary outsiders, de Comet Gain.



















