Zoé desembarcan su rock electrónico en Madrid

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«Zoé pisaron las tablas dispuestos a explicar, a través de sus canciones, por qué han vendido millones de álbumes durante sus veinte años de carrera»

 

La banda mexicana Zoé fueron los encargados de cerrar el ciclo Madtown Days en la madrileña sala La Riviera. Allí descargaron la tercera dosis de electricidad de sus cuatro fechas españolas. Por J. Perea.

 

Zoé (fin de gira Madtown Days)
La Riviera, Madrid
30 de mayo de 2019

 

Texto y fotos: J. PEREA.

 

Un par de autocares gigantescos apostados a las puertas de la sala La Riviera dejaron constancia del desembarco de Zoé en Madrid, una de las bandas de rock latinas más importantes de México. Un cierre de fiesta perfecto para el ciclo Madtown Days, que este año ha celebrado su séptima edición durante cinco meses en los que ha programado un cartel de lo más ecléctico, abarcando propuestas tan dispares como Warcry, Alice Wonder, Volver, Gold Lake, Una Guapa y Un Gualtrapa, Siloé, Floridablanca y Nunatak.

La apuesta por los mexicanos entroncaba muy bien con el carácter de brindis final de este ciclo, ya que Zoé arriban a España justo después de finalizar su gira por el continente americano, donde han estado presentando su último trabajo, Aztlan, en más de diez países de Estados Unidos y Latinoamérica, además de Europa. Un disco que ya han escuchado en directo en Madrid y Barcelona, y que se despide de los escenarios españoles este viernes en Bilbao.

 

«Algunas explotaron su vis festivalera, como “Fin de semana” o la tecno pop “Temor y temblor”, y otras se cargaron de luminoso electrorock»

 

Los encargados de abrir la noche fueron Film Noir, un trío de pop electrónico francés que acompañó al público más puntual. La transición musical fue el sorpresivo “Cuidadito” de la actriz y cantante mexicana María Victoria, que rompió el clima y fue seguido de los gritos de euforia cuando la banda saltó al escenario. Zoé salieron dispuestos a explicar a través de sus canciones por qué han vendido millones de álbumes durante sus veinte años de carrera, coronados por un Disco de Oro por su último trabajo y un Grammy a Mejor Álbum de Rock Latino, Urbano o Alternativo.

La banda de León Larregui desplegó su rock embriagador en cortes como el inicial “Venus”, un inicio sereno en comparación con las revoluciones que adquirieron después, con temas como “Últimos días”, “No hay mal que dure”, “Azul” o “10.a.m”, estas últimas de las más coreadas en la sala. Su propuesta fundió el rock con la electrónica, oscureciendo ciertos pasajes e iluminando estribillos que son carne de festival.

Agradecidos en su estreno en La Riviera, los mexicanos tendieron puentes hacia su público lanzando vítores a Hispanoamérica y celebrando la multiculturalidad de los asistentes, un público de lo más heterogéneo y diverso nacido a ambos lados del Atlántico. Un asistente lanzó al escenario una bandera de México, que la banda devolvió con cariño poco antes de que León, desafiando las reglas, se encendiese un cigarrillo en el escenario.

 

«Para la traca final guardaron algunos de sus grandes hits, como “Soñé” y “Love”»

 

Las revoluciones bajaron en temas como “Poli”, la historia de una dulce perla mexicana que incluyeron en su tercer disco, Reptilectric, y que aquí defendieron de una forma más acústica. Una canción que contrastó con la descarga eléctrica que brilló en gran parte del concierto, como en “Nada”, pieza que compartieron con Enrique Bunbury en su Unplugged/Música de Fondo y que aquí osciló sinuosa entre el rock y el baile. Entre las composiciones nuevas, sonó la romántica “Renacer”, que presentaron como la balada del disco, en la que se explayaron en el desarrollo de los pasajes instrumentales. Frente a esos momentos, otras explotaron su vis festivalera, como “Fin de semana” o la tecno pop “Temor y temblor”, y algunas se cargaron de luminoso electro rock, como “La Vía Láctea”.

Para la traca final guardaron algunos de sus grandes hits, como “Soñé” y “Love”. Se despedían por todo lo alto de Madrid rumbo a Bilbao, dando sus últimos coletazos en directo antes de encerrarse en el estudio para dar forma a su próximo disco, que verá la luz a finales de 2020 o principios de 2021. Después le llegará el turno a la obra solista de León Larregui, pero aún queda tiempo para que sus nuevas canciones cobren vida. Esperemos que les traigan de vuelta a España.