“Villains”, de Queens of The Stone Age

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DISCOS

“Es un buen disco, lo avanzo. Pero si además eres seguidor de QOTSA tiene que parecerte un gran disco”

 

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Queens of The Stone Age
“Villains”
MATADOR/POPSTOCK!

 

Texto: EDUARDO IZQUIERDO.

 

Tiempo llevaban sus seguidores esperando nuevo disco de Queens Of The Stone Age tras el lejano “…Live clockwork” (2013). Por lo menos han podido pasar esos años entretenidos con los numerosos proyectos paralelos de su líder, Josh Homme, entre los que destaca poderosamente ese “Post pop depression” que se marcaba el año pasado junto a Iggy Pop. Pero ahora, por fin, hay disco nuevo de la banda californiana. Lo que no tengo claro es si les habrá compensado la espera a esos sufridos seguidores, con la mosca tras la oreja tras el adelanto lanzado titulado ‘The way you used to be’. Y es que Homme y los suyos han optado por la producción de un Mark Ronson conocido por su trabajo junto a Bruno Mars (sic). Hay giro estilístico, está claro, pero no es para tanto. El disco huye de la oscuridad de su predecesor, pero la cosa no llega a mayores, y tampoco estamos hablando de un álbum de electrónica o bailable como muchos se han apresurado a asegurar.

“Villains” es un buen disco, lo avanzo. Pero es que si además eres seguidor de QOTSA tiene que parecerte un gran disco. Contiene muy buenas canciones como ‘Feed don’t fail me’ y ‘The evil has landed’ y destacables momentos experimentales en ‘Un-reborn again’ y ‘Hideaway’. Queda tiempo incluso para el blues en la rocosa ‘Domesticated aminals’, el histrionismo en ‘Era vulgaris’ y hasta el ambiente desértico en ‘Villains of circumstance’. Incluso tiene ese nexo de unión con lo sombrío de su álbum anterior en ‘Fortress’, así que no puede haber queja.

Hay quien ve en este giro – que, insisto, no lo es tanto– un intento de Homme de acercarse a lo mainstream, pero servidor quiere ver un intento del grupo en no anclarse en un sonido. Una especie de huida hacia adelante. Un síntoma de valentía. Además, un pajarito me cuenta que antes de que Ronson pusiera sus manos sobre las canciones la cosa estaba ya bastante definida. Así que los que acusan al productor del nuevo sonido del grupo ya pueden ir cambiando de coartada. Este es el disco que Homme y los suyos querían. Disfrutarlo o no, como siempre, es cosa de cada uno.

 

 

Anterior crítica de discos: “Faster & louder”, de Suzy & los Quattro.

 

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