“Tommy Lorente & La Cavalerie”, de Tommy Lorente

Autor:

DISCOS

“Bien hecho, bien pensado y bien tocado”

 

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Tommy Lorente
“Tommy Lorente & La Cavalerie”
Yaourt Productions

 

Texto: EDUARDO IZQUIERDO.

 

Últimamente ha coincidido en mi reproductor mucha música en francés. No es algo premeditado, pero los discos en la lengua del país vecino se han acumulado y han colaborado a que servidor tenga la sensación de andar descubriendo un mundo que hace tiempo tenía olvidado. O al que quizá nunca le he prestado la atención que merecía, porque también es cierto que, más allá de determinados nombres clásicos como Françoise Hardy o Johnny Halliday, nunca me ha importado demasiado lo que pasaba al cruzar los Pirineos, especialmente en lo que a rock se refiere.

Y Tommy Lorente es una de las grandes realidades de ese rock emergente o, mejor dicho, del power pop francés. Con solo 29 años, su primer disco “Un cruel manque de tendresse” fue publicado en 2014 y rápidamente se metió a la crítica en el bolsillo. Aunque no fueron los únicos. El mismísimo Paul Collins se enamoró de la forma de entender la música de este tipo de 29 años, llegando incluso a colaborar con él en la adaptación al francés de su ‘It’s gonna be a long time’. De hecho, Lorente repite experiencia y en su nuevo disco, “Tommy Lorente & La Cavalerie” adapta a su lengua materna, con absoluta precisión, el ‘Another girl, another planet’ de The Only Ones (aquí titulado ‘Une autre fille, une autre planète ) y el ‘Don’t talk about us’

(‘Ne parle pas de nous’) de Dom Mariani. Además, se apodera de ‘L’oportuniste’ de Jacques Dutronc, cantautor y actor conocido también por ser marido de Françoise Hardy, y se merienda el ‘Dejeneur en paix’ del desconocido por estos lares, aunque estrella del pop suizo, Stephan Eicher. Esas cuatro versiones se combinan con siete temas propios donde Lorente muestra el jugo que es capaz de sacarle a su grupo, La Cavalerie, integrado por el guitarrista Hervé Campagna, el bajo Iban Duperou y el batería David Michelena.

Porque el power pop, en contra de lo que muchos pueden suponer e incluso se atreven a declarar, no es un género menor o sencillo. Encontrar la idoneidad de una melodía, a la que puedan sentarle bien unas guitarras afiladas, no está al alcance de cualquiera. Por eso bandas como The Jam o The Beat se nos vienen rápidamente a la mente al escuchar este disco, y por ello, y a pesar de lo osado de esta afirmación, sus canciones no nos acaban de desentonar al lado de esos nombres tan grandes. Porque está bien hecho, bien pensado y bien tocado. Por algo Lorente es desde ya la gran realidad del género en Europa junto a nuestro “adoptado” Kurt Baker.

 

Anterior crítica de discos: “Lo he vuelto a hacer”, de Vicky Gastelo.

 

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