St. Paul & The Broken Bones, al servicio de una voz descomunal

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“Desde el principio, la banda se puso al servicio de una voz espectacular que quizá, como único pero, abusa demasiado de estar continuamente al límite”

 

El pasado domingo, la banda de Alabama liderada por Paul Janeway presentó su directo de soul sureño en un directo ante el público de Barcelona. Eduardo Izquierdo estuvo allí.

 

St Paul & The Broken Bones
15 de marzo de 2015
Sala Bikini, Barcelona

 

 

Texto: EDUARDO IZQUIERDO.

 

 

Vaya por delante que a servidor le impresionó más la primera actuación que vio de Eli “Paperboy” Reed que la de St. Paul & The Broken Bones en Barcelona el pasado domingo. Hoy el chico de los periódicos es criticado por su giro comercial y su divismo y nadie parece acordarse de su irrupción. Quizá aquella impresión viene –como me comentaba un buen amigo a la salida del concierto– porque por entonces habíamos visto pocos conciertos de soul clásico por estos lares y ahora andamos más acostumbrados. Seguramente no le falta razón.

Ante una sala prácticamente llena se presentaba esa mezcla entre Truman Capote y Miqui Puig que es Paul Janeway para demostrar el privilegio que supone tener esas cuerdas vocales. Desde el principio, la banda se puso al servicio de una voz espectacular que quizá, como único pero, abusa demasiado de estar continuamente al límite. Pero ojalá todos los peros a los conciertos pudieran ser así. Janeway es el centro, las canciones se han compuesto para su lucimiento y él lo sabe, reforzando ese foco con sus histriónicos bailoteos. Así, entre versiones de Sam Cooke, Radiohead y Bowie transcurre un concierto que hace entender a la perfección por qué están ocupando puestos cabeceros en las listas y triunfando en festivales, aunque su repertorio, cargado de medios tiempos no es precisamente festivalero. Por una vez, ¿será cuestión de calidad?

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