Spin Doctors: El presente desde el pasado

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“Si intentas contentar a todo el mundo acabarás por no contentar a nadie. Ni a ti mismo. La única presión o responsabilidad que debes sentir es la de intentar ser honesto”

Este jueves, en Madrid, los neoyorquinos Spin Doctors presentan en vivo su último disco, «If the river was whiskey», con la formación que los vio nacer alrededor del blues en los años noventa.

 

 

Texto: WILMA LORENZO.

 

 

Supervivientes al castigo que supone el paso del tiempo, Spin Doctors han conseguido que aún hoy los temas que forman parte de su exitoso álbum «Pocket full of kryptonite» se mantengan vivos. Que aquello que emocionó a Chris Barron en 1991 lo sigue haciendo en 2014. Que la honestidad no se desgasta ni deteriora y que por eso la música sincera es la que prevalece. Lo cierto es que no lo tuvieron fácil. Pasaron por todas las fases que llevan a una banda de rock al desastre pero no se dejaron arrastrar. Precisamente ha sido el blues que les unió allá en los noventa el que lo ha vuelto a hacer en los dos mil materializándose en «If the river was whiskey» (2013), su sexto álbum de estudio.

El líder y compositor de la banda Chris Barron es consciente de que la suerte tuvo mucho que ver en lo que hoy es su presente; se siente orgulloso de todo aquello que sucedió en su pasado; y tiene claro cuál es su objetivo de cara al futuro: “Ser el tipo de persona que quieres ver cada mañana en el espejo”.

“Spin Doctors regresan a España para tocar íntegramente ‘Pocket full of kryptonite’, uno de los álbumes esenciales de los noventa”. Así se anuncia vuestro concierto de este jueves en Madrid. ¿Qué opinas de una afirmación de ese calibre?: “Uno de los álbumes esenciales de los noventa”.
Es muy gratificante. Somos verdaderamente muy afortunados por haber conseguido hacer un álbum que parece haber calado y del que se hace eco mucha mucha gente aún a día de hoy.

Con la perspectiva que ofrece el paso del tiempo y los años de experiencia, ¿qué crees que ocurrió con este álbum? ¿Cuál fue la clave?
Creo que en cierto modo tuvimos mucha suerte, pero claro, esa es la respuesta fácil. La realidad es que es un disco sincero que fue grabado con mucha pasión. Y me gusta pensar que la clave es la honestidad y que la gente responde gratamente ante ella.

Han pasado más de veinte años desde entonces. ¿Te sigues sintiendo identificado con esas canciones? ¿Sigues sintiendo lo mismo cuando os subís al escenario y tocáis ‘Two princes’ o ‘Jimmy Olsen’s blues’?
Bueno… Al fin y al cabo yo escribí esas canciones así que es imposible que no me sienta en parte identificado. Esos personajes forman parte de lo que fui en el colegio y cómo me convertí en el chico que superó a los típicos chicos famosos del equipo de atletismo.

¿Qué crees que hace que una canción sobreviva al paso del tiempo?
En nuestro caso no utilizamos muchos efectos como reverbs y sintetizadores que podrían inmediatamente trasladar a una persona a un periodo de tiempo concreto. Aunque hay que decir que hay un montón de canciones que utilizan todo tipo de sonidos y prevalecen década a década. Una vez más creo que el secreto es la honestidad. Si tú eres honesto y consigues tocar la fibra de la gente; aunque pasen los años ese vínculo continúa.

¿Y cómo sobrevive una banda?
La verdad es que un montón de bandas no lo consiguen. Nosotros intentamos seguir tocando y no discutir demasiado.

Después de 25 años de carrera, ¿podrías hablarme del mejor y peor momento que ha vivido Spin Doctors?
El año pasado cuando me quedé sin voz al igual que cuando me ocurrió en el 2000 fueron probablemente los peores momentos. Creo que los mejores siempre son sobre el escenario cuando parece que todos los miembros de la banda nos comuniquemos por telepatía. Además sientes que no puedes fallar, no puedes cantar fuera de tono o poner un pie en el lugar equivocado en el escenario. Pero a la vez no importa lo que hagas. Es un momento muy loco en el que solo piensas en hacerlo bien pero con la tranquilidad de que no pasa nada porque el resto de la banda está ahí contigo

¿Y cómo te sientes ahora?
¿Ahora mismo?, ¿en este instante? Un poco nervioso. Creo que he bebido demasiado café hoy. ¡Jaja! Siendo sinceros estoy un poco deprimido. Mi mujer se ha ido todo un año de gira presentando el espectáculo de Broadway «Kinky boots». Es una gran oportunidad para ella y la iré a ver con mucha frecuencia pero soy uno de esos hombres que se siente un poco perdido si no tiene a su mujer al lado.

Habéis vuelto a ser “los cuatro” después de mucho tiempo separados. ¿Cuándo y por qué tomáis esta decisión de volver y grabar vuestro sexto álbum ‘If the river was whiskey’?
Hemos estado “volviendo” diez años. Sin embargo en todo ese tiempo solo grabamos un álbum. Empezamos a tontear con estas viejas canciones de blues que había escrito hacía mucho tiempo y de golpe el camino hacía un nuevo álbum se nos antojó muy evidente. Y así lo hicimos.

Os conocéis desde hace muchos años, ¿ventaja o desventaja?
Desde luego: ventaja. Podemos predecir el comportamiento de los otros, así que no hay sorpresas cuando alguno se comporta como un gilipollas. Algo que hay que decir que todos los rockeros hacen en algún momento.

¿Cuando formas parte de una banda consolidada y admirada no te sientes anclado a esa imagen ya creada y fijada por el público a la hora de escribir canciones?
Durante un tiempo sí que me sentí menos libre y tenía cierta presión y me sentía obligado a contentar al público. A responder ante ellos. Ahora cuando compongo me permito escribir sobre lo que quiero y a veces ese nuevo material podrá no ser entendido por nadie al igual que podrá atraer masivamente al público; pero creo que si intentas contentar a todo el mundo acabarás por no contentar a nadie. Ni a ti mismo. La única presión o responsabilidad que debes sentir es la de intentar ser honesto, cuidar a tu familia y ser el tipo de persona que quieres ver cada mañana en el espejo.

¿Cómo ha influido esto en ‘If the river was whiskey’?
Siempre hemos estado locos por el blues. Cuando empezamos a tocar lo hacíamos en un montón de clubs de blues pero teníamos que tocar canciones de otros. Nosotros lo que queríamos era tocar nuestras canciones así que decidimos escribir un montón de temas que sonaran como esos viejos clásicos de blues y simular que no eran nuestros. Pronto nos dimos cuenta de que ese no era el camino. No era honesto. Así que para nosotros no es algo nuevo tocar blues, pero ahora sí lo presentamos como nuestro.

¿En qué sentido ha cambiado Spin Doctors sobre el escenario?
Creo que somos bastante parecidos sobre el escenario hoy a como siempre hemos sido. Yo corro por todas partes como un maniaco y el resto son relativamente reservados a excepción de Mark que a veces se mueve algo más.

¿Qué permanece intacto en Spin Doctors desde el primer día?
Creo que la química volátil de la banda. Eric y yo casi llegamos a las manos la segunda vez que nos vimos. Es algo muy loco. No creo que nunca volvamos a llegar a eso pero sí es cierto que hay cierta mezcla y cierto fuego en el grupo que alimenta a la música.

¿Algo de lo que te sientas especialmente orgulloso?
Creo que estamos orgullosos de tener un álbum que veinticinco años después sigue gustando a la gente. Y sobre todo es un lujo el poder seguir dando conciertos en los que la gente sigue disfrutando después de todos estos años.

¿Y algo que cambiarías?
Siempre me ha asustado desear cambios del pasado. Tengo la sensación de que si lo haces algo extraño ocurrirá como en una película de terror en la que si cambias algo del pasado igual te despiertas y nunca has existido o algo así.

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